El año judicial de la esperanza
"No debemos olvidar que una justicia independiente es un elemento troncal para el funcionamiento de un modelo que aspira a ser democrático"
(Diseño: Cenaida López/E&J)
El año judicial de la esperanza
"No debemos olvidar que una justicia independiente es un elemento troncal para el funcionamiento de un modelo que aspira a ser democrático"
(Diseño: Cenaida López/E&J)
Y si este bloqueo desbloquea la politización de la justicia, no estamos ante un año judicial problemático, sino a un año judicial marcado por la esperanza
Muy al contrario del tenor generalizado sobre la apertura del nuevo año judicial, este ejercicio no está marcado por problemas, sino por la esperanza de lograr un Justicia verdaderamente independiente. El bloqueo en el nombramiento de los miembros del Consejo General del Poder Judicial no es un bloqueo coyuntural sujeto a una mera controversia política, es el síntoma del colapso de una institución, y no es una institución menor: hablamos de los jueces y magistrados, estos son, los encargados de impartir justicia.
El hecho que por cuarto año consecutivo no se llegue a un acuerdo para renovar a los miembros del mal denominado «gobierno de los jueces» no indica falta de voluntad política, sino disfuncionalidad en el diseño de la propia institución, que parece ser incapaz de autorregularse y cumplir con su cometido: velar por la independencia de nuestros jueces y magistrados. A su vez, el hecho de que su buena marcha dependa del acuerdo de los partidos políticos que forma parte del Poder Legislativo, indirectamente, señala su gran flanco débil: es un órgano sujeto a los designios políticos, con una carga de politización insoportable incluso para sus propios miembros.
Desde luego, si esta situación de bloqueo, en vez de dirigirnos al inagotable enfrentamiento de los partidos y al punto de origen marcado por la politización de nuestras altas instancias judiciales, conduce a una modificación normativa, a una revisión de la Ley Orgánica del Consejo General del Poder Judicial, para que sean los jueces quienes se elijan entre ellos, entonces habremos ganado todos: los que formamos parte de este entramado y la sociedad en general.
No debemos olvidar que una justicia independiente es un elemento troncal para el funcionamiento de un modelo que aspira a ser democrático. Y si este bloqueo desbloquea la politización de la justicia, no estamos ante un año judicial problemático, sino a un año judicial marcado por la esperanza.