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Marketing Jurídico y Habilidades Abogacía

Abogado como directivo en su despacho: habilidades y competencias

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Marketing Jurídico y Habilidades Abogacía

Abogado como directivo en su despacho: habilidades y competencias



Por Oscar Fernández de León. Socio Director de Oscar León

1. Introducción
2. ¿En qué consiste la gestión de un despacho como una empresa?
3. ¿Quién gestiona mi despacho?
4. Las habilidades necesarias para liderar el despacho



¿Es el abogado un empresario? No, el abogado es un profesional, es decir, una persona que desarrolla una actividad fundamentalmente intelectual que precisa de conocimientos específicos (normalmente tras unos estudios universitarios), a través de la cual, y sobre la base de relaciones con terceros basadas en la confianza, percibe una remuneración por su actividad. Dicha ocupación suele estar regulada a través de unas normas establecidas específicamente para mayor garantía del correcto ejercicio profesional.



  1. Introducción

Replanteamos la pregunta:

¿Debe actuar el abogado como un empresario? La respuesta es, esta vez, afirmativa, y la razón de esta aparente contradicción reside en que, para el desarrollo de su actividad profesional, los abogados operan a través de despachos profesionales, esto es, organizaciones que agrupan recursos humanos y materiales dirigidas al cumplimiento de sus objetivos profesionales.



Tradicionalmente, los despachos (siempre unidos a la figura del abogado), han venido siendo considerados por el propio colectivo de la abogacía como organizaciones muy alejadas de cualquier perspectiva empresarial, limitándose su actividad a la propiamente profesional, por lo que se han venido manteniendo a lo largo de los años (incluso hasta principios del siglo XXI) como entidades obsoletas en un mercado en vertiginoso cambio.

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