La era de la formación bonificada: Exigencia, Excelencia y Éxito

Si algo ha demostrado el estado de alarma y su extensión lógica; el confinamiento, es la necesidad de implementar modelos de formación continua en el seno de las empresas, al objeto de adaptar a los trabajadores a una realidad laboral cada vez más cambiante y harto competitiva.

El nuevo perfil de trabajador se caracteriza por ser dúctil. La formación originaria con la que llegue a su puesto de trabajo es cada vez más residual ya que, a diferencia de épocas pasadas, la propia realidad laboral tenderá a exigir unas destrezas que habrá de adquirir ex profeso para solventar con éxito su rol en el despacho o asesoría. Aquí entra en juego el concepto de formación bonificada.

Por lo anterior, los propios directivos son los más interesados en formar a sus trabajadores y ofrecerle las herramientas formativas que le harán competir con éxito en el mercado laboral.

¿Qué es la formación bonificada?

Se trata de una formación al trabajador, ofertada por su propia empresa, y que cuenta con devengos en las cuotas de la Seguridad Social. Es decir, ahorra costes para la empresa y a su vez forma a los trabajadores.

Es una dinámica ganadora para los actores en juego, ya que incrementa las competencias del trabajador y aumenta la competitividad de la empresa.

Es un derecho que pocos conocen, ¡aprovéchate de él!

Según la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (FUNDAE), sólo el 30 % de las empresas se benefician de formación bonificada en los cupos de la Seguridad Social.

Mensualmente, empresa y trabajador suministran aportes por medio de las cotizaciones a la Seguridad Social, pudiendo destinar parte de tal cotización a la formación de sus trabajadores.

La empresa podrá financiar la formación gratuita para los empleados.

Parece indiscutible que, al invertir en esta formación, se acaba consiguiendo que los empleados de la empresa estén motivados. Ellos obtendrán valiosas destrezas que aumentarán competitividad en el entorno laboral. Aumentará, también, su rendimiento.

A su vez, se produce una externalidad positiva en la empresa: esta se moderniza, ya que la capacitación de sus empleados se adapta a las necesidades del entorno laboral. Esto redunda en el valor de marca de la empresa, que aumentará su reputación el sector donde opere.

835 millones de euros no se destinan a la formación bonificada

Esta es la cifra que pocos conocen: la Seguridad Social presupuesta una cantidad que no llega a invertirse, ya que las propias empresas desconocen de este proceso formativo.

Nace la escuela definitiva en formación bonificada

EXECUTIVE Economist & Jurist, junto con la Universidad Nebrija, analizando las oportunidades que nos brinda el sistema de formación bonificada, ha creado una escuela de alta formación capaz de ofrecer las destrezas necesarias a trabajadores y empresa.

Estamos ante un proyecto creado por los socios y CEOS de las compañías nacionales e internacionales más relevante, conscientes de la necesidad formativa de sus trabajadores.

Gran Bretaña y Silicon Valley: Exigencia, Excelencia y Éxito

El objetivo es impartir formación dirigida a generar perfiles altamente competitivos. Así, EXECUTIVE ofrece soluciones formativas de vanguardia importadas directamente de las grandes empresas norteamericanas, con 2 variantes principales: Una derivada del modelo de gran corporación anglosajona y otra definida a partir de las pujantes startups y tecnológicas de Silicon Valley.

A partir de una filosofía propia, “THREE E: Exigencia, Excelencia, Éxito”, EXECTUIVE, mantiene un compromiso con sus principios y que los alumnos interiorizan desde el preciso instante en que comienzan su formación, acompañándoles durante toda su trayectoria profesional.

Executive Economist & Jurist nace con la más completa oferta formativa. No dejes pasar la oportunidad y recibe la formación de vanguardia que modernizará tu empresa e insertará con garantía de éxito a tus trabadores ante las exigencias del mercado.