Alain Casanovas y Jacobo Dopico, abogados: «Ninguna herramienta de IA sustituirá en el futuro al ‘compliance officer'»
Estos juristas lanzaron con la Universidad Carlos III y la Pompeu Fabra, el primer posgrado en ‘compliance’ en el 2014 en nuestro país
Jacobo Dopico y Alain Casanovas, dos juristas pioneros en la impartición del 'compliance' como programa de posgrado en España. (Imagen: E&J)
Alain Casanovas y Jacobo Dopico, abogados: «Ninguna herramienta de IA sustituirá en el futuro al ‘compliance officer'»
Estos juristas lanzaron con la Universidad Carlos III y la Pompeu Fabra, el primer posgrado en ‘compliance’ en el 2014 en nuestro país
Jacobo Dopico y Alain Casanovas, dos juristas pioneros en la impartición del 'compliance' como programa de posgrado en España. (Imagen: E&J)
Hace diez años el trabajo de Alain Casanovas, socio director de KPMG Abogados; Jacobo Dopico, catedrático de Derecho Penal de la Universidad Carlos III; y el penalista Iñigo Ortiz Urbina, pusieron en marcha de forma simultánea el primer posgrado en compliance en las Universidades Carlos III y Pompeu Fabra, en el 2014. A lo largo de esta década han pasado por esas aulas cerca de un millar de profesionales.
Este viernes, la Universidad Carlos III organizó una mesa redonda con Casanovas y Dopico como moderadores para abordar la problemática actual de los compliance officers. Allí intervinieron Elena Carretero, ethic & compliance officer + DPO de ENGIE; Mónica Cutilla, directora de Cumplimiento Normativo de FREMAP; Iratxe De Anda, directora de Cumplimiento y DPD del grupo EYSA; y María Zabala, compliance officer para España y Portugal de SIEMENS GAMESA.
En este panel las ponentes hablaron de su actividad como responsable de cumplimiento y señalaron que los principales problemas que tienen en su día a día tienen que ver, “a día de hoy, con que la dirección apoye nuestro trabajo desde el punto de cumplimiento y, al mismo tiempo, contar con los medios adecuados para realizar el trabajo en su organización”, indicaron.
En el caso de Alain Casanovas, este jurista, uno de los más reputados del panorama internacional en esta materia, confiesa que ya antes de la reforma del Código Penal que creo la responsabilidad penal de las personas jurídicas en nuestro país, ya había publicado algún libro sobre el control de los riesgos legales, algo que no existía en esos momentos. Con el tiempo adquiría la terminología de compliance. Estar en una firma como KPMG de carácter transversal y multinacional me ayudó a conocer el compliance que venía con fuerza de los países anglosajones”.
Con la perspectiva que da el tiempo, Alain recuerda que este curso hasta hace un par de año se hacia conjuntamente entre ambas universidades. En aquel 2013 contactó con dos de las universidades más punteras para desarrollar el primer programa formativo en materia de cumplimiento e integridad. “El programa formativo se ha ido complicado al ir apareciendo normas de compliance progresivamente desde el 2010. En los últimos cinco años el compliance va a ser más técnico sobre cuestiones más específicas, investigaciones, conflictos de interés y que precisan una especialización importante para el profesional”.
En este escenario coincidió con Jacobo Dopico e Iñigo Ortiz de Urbina —este último solo al principio en las primeras ediciones—, profesionales que también tuvieron en aquel momento la misma visión que Alain del desarrollo del compliance: “También nos encontramos con catedráticos dispuestos a impulsar esta disciplina. Ahora el posgrado está muy actualizado, recoge la normativa de compliance. Y ser compliance officer se ha convertido en una actividad muy exigente. El futuro mas inmediato es la especialización del profesional en alguna materia no se puede abarcar todo en estos momentos”.
Respecto a los problemas diarios de estos profesionales, “como han comentado estas expertas durante el debate es que la organización crea en el compliance. Que la máxima dirección y equipo directivo este implicado. El resto de los problemas se pueden resolver de alguna manera. Pero si la dirección no va a respaldar al compliance officer, que debe ser un cargo directivo con la independencia garantizada para hacer su trabajo. Este es un problema grave que puede poner en peligro el desarrollo de las políticas de cumplimiento de las organizaciones”.
El ‘compliance officer’ necesita seguridad
Por su parte Jacobo Dopico recuerda que antes de arrancar este primer curso de posgrado “formamos parte de un panel de expertos en el 2010 para asesorar al Ministerio de Justicia sobre esta nueva regulación que llegaba. El seminario lo dirigí en la Complutense donde participaron académicos y juristas de primer nivel para de alguna forma revisar esa reforma del Código Penal del 2010. De esas sugerencias cogieron al final algunas. Desde ese momento mi vinculación a la responsabilidad penal de las personas jurídicas ha sido notable”.
En este contexto se produjo el contacto con Alain Casanovas “en el 2014 porque el proyecto original de este Máster se arrancó con su colaboración y la de Iñigo Ortiz de Urbina, abogado y profesor de la Universidad Complutense. A lo largo de los años se ha consolidado como uno de los programas formativos de referencia. Siempre fue carácter boutique de carácter reducido para no ser mas de 25 y 30 profesionales. El primero arrancó con las dos universidades, con posterioridad se han separado. Raquel Montaner ha suplido a Iñigo. Ahora cada universidad emite el título”.
Para este experto la evolución de estos profesionales ha sido notable “en esos primeros años se estaban aplicando los primeros estándares internacionales. Eran prácticas que venían del mundo anglosajón y norteamericano. A día de hoy contamos con elementos que ha incrementado la seguridad, como son las normas UNE ISO que dotan a la gente que trabajan en compliance de unas pautas mas claras. Y luego el desarrollo de foros profesionales han ayudado a que los compliance officer pongan en común su conocimiento y su forma de trabajar en esta actividad”.
Desde esta perspectiva “es evidente que el trabajo del compliance se ha ido especializando. Hay materias como la corrupción, protección de informantes o canales de denuncia y ámbitos de cumplimiento muy concretos como el de protección de datos o a nivel laboral que ya cuentan con profesionales específicos. Ahora hay más seguridad a la hora de trabajar y mayor especialización que es el futuro de estos profesionales en distintos ámbitos de cumplimiento por lo que estamos viendo”.