Cómo manejar los casos más complejos de manera eficiente y sin perder tiempo
Dividir los casos más largos y complejos en pasos manejables permite a los abogados centrarse en cada parte y lograr que el caso salga adelante de manera exitosa preservando su salud mental
(Imagen: E&J)
Cómo manejar los casos más complejos de manera eficiente y sin perder tiempo
Dividir los casos más largos y complejos en pasos manejables permite a los abogados centrarse en cada parte y lograr que el caso salga adelante de manera exitosa preservando su salud mental
(Imagen: E&J)
Los abogados a menudo llevan casos de gran envergadura que requieren de una dedicación más completa y prolongada. Esto, aunque es una gran oportunidad para lucirse y trabajar en casos complejos, también pueden llevar a un agotamiento metal y físico, debido a la sobrecarga de trabajo que implica. Y, por lo tanto, es crucial que estos casos sean bien gestionados de manera que el letrado pueda trabajar en él sin saturarse. Una buena manera de hacerlo es dividir el caso en fases manejables, de forma que el seguimiento del caso sea sencillo, a la vez que se reduce la presión constante.
Dividir los casos complejos en fases específicas permite al abogado organizarse mejor y evitar abrumarse. A continuación, dejamos los pasos que se han de seguir para desmigar un caso complejo y hacerlo más llevadero.
Las tres fases en las que dividir un caso grande
Investigación inicial
El primer paso que se debe abordar a la hora de dividir un caso complejo es recopilar toda la información necesaria, esto incluye también, revisar tendencias y entrevistar a testigos, es decir, recoger todos los daros necesarios para entender a fondo los hechos del caso. Centrarse en esta fase antes de abordar el caso, permite establecer una base sólida evitando distracciones.
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