Dos fallecidos en accidentes laborales en Zestoa y Zarautz
(Foto: Archivo)
Dos fallecidos en accidentes laborales en Zestoa y Zarautz
(Foto: Archivo)
Dos trabajadores perdieron ayer la vida en sendos accidentes laborales registrados en Zestoa y Zarautz. En el primero de ellos, la víctima era un empleado del sector forestal que resultó alcanzado por un árbol, en tanto que en el otro el fallecido fue un trabajador de la construcción que murió tras desplomarse una grúa. En su caída, la estructura impactó contra un caseta y causó lesiones a un segundo operario. Las víctimas eran naturales de Marruecos, aunque residían en Urrestilla y Urretxu respectivamente. Instituciones y sindicatos lamentaron las muertes y exigieron medidas «efectivas» para evitar estos siniestros.
En Zestoa, la víctima era un varón de 50 años natural de Marruecos que sufrió lesiones de carácter muy grave tras ser golpeado por un árbol mientras, al parecer, realizaba labores de tala forestal en un pinar afectado por la enfermedad de la banda marrón, situado a unos quinientos metros de la carretera que desde Aizarna conduce hasta Errezil, por el alto de Etumeta.
El suceso, según indicaron fuentes del Departamento Vasco de Seguridad, tuvo lugar minutos antes de las diez de la mañana. A esa hora Sos-Deiak recibió la llamada de un particular que informó de la caída de un árbol sobre un trabajador forestal, al que había causado lesiones de carácter muy grave.
Osalan ha abierto sendas investigaciones para conocer las circunstancias de lo sucedido
Al lugar acudieron sanitarios de una unidad medicalizada que, pese a las maniobras de reanimación que se le practicaron al operario, no lograron que recuperara el pulso. También se desplazaron a la zona unidades de los bomberos forales del parque de Urola-Kosta, así como agentes de la Ertzaintza y también un helicóptero de la Policía Vasca para la posible evacuación de la víctima, dado que el cuerpo se encontraba en un paraje alejado y de difícil acceso. Finalmente, el cuerpo fue rescatado de la zona a bordo de un todoterreno de la Ertzaintza y posteriormente conducido al Instituto de Medicina Legal de San Sebastián al objeto de serle practicada la autopsia.
Instituciones y centrales sindicales exigen medidas efectivas para evitar esta clase de siniestros
En el momento del suceso, la víctima, de 50 años, natural Marruecos y residente en Urrestilla, se hallaba junto a otros compañeros que intentaron socorrerle y fueron los primeros en dar la voz de alarma. Tras el siniestro, inspectores del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales se personaron en el lugar y llevaron a cabo una investigación para determinar las causas de lo sucedido.
Caída desde una grúa
El segundo de los accidentes mortales tuvo lugar minutos después de las dos de la tarde, en una construcción de villas en la zona conocida como Añorbe Bidea de Zarautz, en la carretera al camping y a la zona de Talaimendi.
En circunstancias que asimismo son objeto de una investigación por parte de los técnicos del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, el trabajador cayó desde un altura de unos treinta metros cuando, al parecer, se hallaba encaramado a una grúa. Según fuentes consultadas, el empleado, de 31 años, natural también del Marruecos, aunque residente en Urretxu, realizaba labores de revisión cuando de manera sorpresiva la estructura comenzó a inclinarse hasta que finalmente terminó por desplomarse.
En su caída, parte del armazón metálico impactó contra una caseta de obra, en cuyo interior había varios trabajadores comiendo. No obstante, todos ellos pudieron salir a tiempo y alejarse de la zona en la que se produjo el impacto, después de un compañero que permanecía en el exterior se percatase de lo que sucedía y avisase a los que estaban almorzando. No obstante, uno de los trabajadores fue alcanzado por alguna pieza que salió despedida y resultó herido.
El personal sanitario desplazado al lugar nada pudo hacer por el trabajador fallecido, en tanto que prestó al herido las atenciones que precisaba antes de proceder a su evacuación a un centro sanitario. En la zona en la que se produjo el accidente se construye actualmente una urbanización formada por varias villas.
Evitar los accidentes
Instituciones y sindicatos lamentaron los fallecimientos de los dos trabajadores y transmitieron sus condolencias a familiares y compañeros de las víctimas. «Los accidentes laborales hay que evitarlos cueste lo que cueste y por encima de todo, ya que la seguridad laboral ha de ser una prioridad en cualquier tipo de trabajo», afirmaron en un comunicado las Juntas Generales de Gipuzkoa, que estiman «indispensable seguir impulsando campañas sobre salud laboral y seguridad en el trabajo, así como la exigencia del cumplimiento de las normas de prevención de riesgos laborales».
El sindicato ELA, por su parte, exigió al Gobierno Vasco «la inmediata adopción de medidas de control y seguimiento estricto de los incumplimientos de las empresas de la legislación en prevención de riesgos laborales». En un comunicado, la central llamó a organizarse en los centros de trabajo para «luchar contra esta lacra que esta costando la vida a más de medio centenar de personas al año en Euskal Herria». El sindicato recordó que con estos nuevos fallecimientos «ya serían 18 las personas que habrían perdido la vida en sus puestos de trabajo» en el País Vasco.
LAB, por su parte, denunció que empresas e instituciones «continúan sin adoptar medidas en el sector forestal para evitar muertes» como la sucedida en Zestoa. El sindicato abertzale transmitió en un comunicado su apoyo y solidaridad a los familiares y allegados del fallecido, que, según ha afirmado, es el segundo que se contabiliza en este sector en lo que va de año. «¿Dónde están nuestras administraciones ante la sangrante situación de este sector?», se preguntó LAB, que criticó que «todos los años sucedan este tipo de accidentes sin que se pongan medidas eficaces».
La Federación de Industria de CC.OO. Euskadi efectuó un llamamiento a concentrarse mañana contra la siniestralidad laboral en Zarautz. En un comunicado, la central afirmó que los dos siniestros «podrían haber sido evitados si se exigiese un cumplimiento de la legislación actual sin medias tintas».