El 77,9% de los abogados considera importante que los despachos tengan su propio código de vestimenta y protocolo
El 77,9% de los abogados considera importante que los despachos tengan su propio código de vestimenta y protocolo
El 41,2% de los encuestados confirmaron que su despacho de abogados sí tiene marcadas unas pautas de vestimentas que les son exigibles a sus miembros en sus relaciones tanto con la propia firma
Después de que más de 1.000 lectores respondiesen satisfactoriamente a la encuesta lanzada por Economist & Jurist durante el pasado mes de abril en el primer estudio sobre vestimenta y protocolo en despachos de abogados, hoy, lunes 21 de junio, desvelamos los resultados de los tres primeros interrogantes allí presentados.
Cumpliendo con nuestro compromiso adoptado el pasado viernes, convocamos al lector a seguir los resultados del primer estudio sobre vestimenta y protocolo en despachos de abogados los cuales se irán publicando escalonadamente los próximos lunes 28 de junio y 5, 12 y 19 de julio.
Mayoría a favor del dress code
En primer término, la respuesta a la pregunta que encabeza la aludida encuesta nos deja una conclusión rotunda.
En concreto, a la pregunta de si considera importante que los despachos de abogados tengan un código de vestimenta (dress code) y protocolo, el 77,9% de los encuestados se mostraron a favor de que las firmas de abogados marquen sus propias líneas de vestimenta y protocolo.
Así, solo el 22,1%, es decir, 223 de los 1.023 encuestados, mostraron su negativa a la hora de que los despachos de abogados marquen sus pautas en materia de protocolo y dress code.
¿Recomendado u obligatorio?
En segundo lugar, en relación a la pregunta de si en su firma de abogados tienen algún protocolo de vestimenta recomendado y obligatorio para sus miembros, las diferencias porcentuales se igualaron.
En particular, el 41,2% de los encuestados confirmaron que su despacho de abogados sí tiene marcadas unas pautas de vestimentas que les son exigibles a sus miembros en sus relaciones tanto con la propia firma, como con sus clientes y terceros en general. En cambio, fueron más (el 58,8%) los que reconocieron que su firma ni les recomienda ni les obliga a vestir de una determinada forma a la hora de ir a la oficina o reunirse con clientes, por ejemplo.
Dress code no definido
Llegando a los últimos resultados que desvelaremos en el artículo de hoy, en tercer lugar, a nuestros lectores les preguntábamos si en sus despachos de abogados tenían un código de vestimenta perfectamente definido.
Pues bien, nuevamente, a través de una importante mayoría, el 72,6% de los encuestados confesaron que en su firma no existe un dress code perfectamente definido.
Así las cosas, frente a las anteriores evidencias cabría preguntarse lo siguiente: si la mayoría de nuestros abogados no tienen un código de vestimenta preestablecido, ¿por qué no es habitual encontrarnos a abogados que acudan a su oficina en calzado deportivo, vaqueros, camisetas, sudaderas, shorts o bermudas?
Pues bien, aventurándonos a ponerle respuesta, en primer lugar, podríamos apuntar que los abogados saben en qué escenario se mueven y con quiénes se rodean a diario. Es decir, los porcentajes arriba señalados evidencian que a un abogado no hace falta que le recomiendes u obligues vestir de una determinada manera, son ellos los que, por voluntad propia, eligen por una vestimenta más formal o informal según su agenda. Por ejemplo, no tendría ningún sentido ir a la oficina en camiseta y calzado deportivo si eres consciente que cerca del mediodía tienes que acudir a los Juzgados o por la tarde tienes programadas varias reuniones con clientes.
En segundo lugar, también se desprende la confianza depositada y la seguridad de las firmas en sus abogados. Es decir, a pesar de que no exista un dress code preestablecido, el abogado sabe cómo debe ir a la oficina a diario, qué debe ponerse para reunirse con clientes, cómo debe vestirse a la hora de acudir a las sedes judiciales y qué prendas se salen de lo “formal”.
Por último, a pesar de lo señalado en líneas anteriores, el primer dato contundente que nos deja este primer análisis del estudio sobre vestimenta y protocolo en despachos de abogados es que casi el 80% de los encuestados se mostraron a favor de que las firmas de abogados marquen sus propias líneas de vestimenta y protocolo. ¿Será por comodidad a la hora de vestirse cada mañana? ¿Será por saber qué está y qué no está prohibido vestir expresamente? ¿O quizás será sencillamente por evitar situaciones incómodas y desagradables que puedan darse entre los miembros que se incorporen a la firma?