El decano del colegio de Girona y ex presidente del CICAC sobre el procés “Todo empezó mal. Y acabará peor, pase lo que pase”
El decano del colegio de Girona y ex presidente del CICAC sobre el procés “Todo empezó mal. Y acabará peor, pase lo que pase”
Carles McCragh, es decano del Colegio de Abogados de Girona, abogado, ex Presidente del Consell Advocacia Catalana. y Vicepresidente de la Fundación DDHH Abogacía Española muy cercano al juicio del procés que se celebrará la próxima semana en Madrid, nos ha concedido una entrevista sobre todo lo que se esta viviendo en estos días previos
¿Por qué el CICAC quiere enviar “observadores” al juicio del procés que se celebra la próxima semana en Madrid?
Bueno, ello fue debido a una petición efectuada por la comisión de Defensa del ICAB que hizo una solicitud en este sentido al CICAC. En este macroproceso, tanto por razones jurídicas como políticas, son muchos los abogados que están interesados en seguir este juicio directamente, y se acreditará a unos compañeros para que lo puedan llevar a cabo. No son observadores, sino abogados interesados y acreditados para que puedan asistir al juicio “en persona”. Institucionalmente no pueden emitir opinión alguna.
La opinión de colegios como el de Madrid o Málaga, es absolutamente contraria al envío de observadores pues entienden que este proceso ya cuenta con todas las garantías propias de un Estado de Derecho además de ser un proceso retrasmitido por los medios de comunicación, ¿qué piensa sobre esto, y sobre la discusión abierta entre el decano Alonso y el decano y presidente del CICAC Ignasi Puig sobre el procés?
Yo creo que en virtud de la libertad de expresión todo el mundo tiene el derecho a manifestar su opinión; otra cosa es que sea oportuna, o no, según cada cual lo crea. Entiendo también que el Estado y la judicatura tiene pleno interés en que el juicio reúna todas las garantías, pues su prestigio está en juego. Pienso que durante el proceso, el Tribunal procurará guardar cuidadosamente las garantías de los encausados y de la defensa. Otra cosa es si anteriormente al juicio se han garantizado adecuadamente estos derechos, pero de ello ya se encargará la defensa de ponerlo en evidencia, si es que ello se ha producido. Si durante el juicio se produjeran incidencias, serán las defensas, en las que debemos confiar totalmente y no interferir en su trabajo, las que lo pondrán de manifiesto. Ellos tienen su estrategia, son magníficos abogados y abogadas y debemos dejarles trabajar. Incluso debemos guardarnos nuestras opiniones en este momento o, en todo caso, desde que empiece el juicio. En cuanto a la discusión de que se habla, no creo que sea tal. Puede haber discrepancias o diferencia de opiniones, pero se efectúan siempre dentro del respeto y el compañerismo que caracteriza a los Colegios y a los decanos.
Según hemos sabido la decisión de enviar “observadores”, se aprobó por el pleno del CICAC antes de acabar el año ¿fue una decisión unánime?
Fue una decisión muy debatida, pero cualquier decisión que se aprueba en el Pleno del CICAC, es defendida por todos los consejeros de forma unánime.
¿Cuál es su opinión sobre todo este proceso?
La utilización de la justicia para intentar solucionar problemas políticos que no han sido capaces de resolver los propios políticos, por falta de diálogo, por falta de confianza, por falta de voluntad y de amplitud de miras, o por intereses electorales, me parece una muy mala solución. La peor de todas. La mejor es la que nunca pudo llevarse a cabo: sentarse, hablar, conocer bien los fundamentos del otro, negociar, buscar soluciones, promover la concordia. No se ha hecho, y ello es un debe gravísimo de los políticos de ambos lados. No creo que a los jueces les guste tener que ser ellos los que intervengan para resolver las malas decisiones de la política y de los políticos de un país.
¿Seguirá y acompañará a los presos durante el juicio?
No. Ellos tienen sus abogados, que son de toda confianza. Hay que dejar que la gente trabaje con tranquilidad. Lamento, eso sí, que durante todo el juicio la mayor parte de los que serán juzgados estén presos: ello dificulta, si no limita, el efectivo derecho de defensa: largos traslados, dificultades en las entrevistas anteriores y posteriores a cada sesión entre los encausados y sus abogados… Había soluciones y alternativas para esto que no fuera así.
¿Cómo cree que acabará todo esto?
Ninguna cuestión política que haya de finalizar con la actuación de la justicia puede acabar bien. Todo empezó mal. Y acabará peor, pase lo que pase. La sentencia seguramente creará aún más discordancia entre dos sociedades que necesitan un entendimiento, una solución digna y, si fuera posible, darse un abrazo.