El hartazgo de los autónomos en España: «Lo dejo»
El hartazgo de los autónomos en España: «Lo dejo»
Cada cierto tiempo, María piensa en colgar el hábito de autónoma y empezar a trabajar en una fábrica donde amigos y amigas llevan décadas. Para ella todo son dolores de cabeza, pagos y llegar a fin de mes justa.
Tiene problemas en la espalda, serios. También una afección en las manos pero aunque el médico le pide que le repose, ella sabe que si no abre su negocio, no habrá ingresos y luego hay que pagar. María es un nombre ficticio, pero cada vez más son los autónomos que muestran vía redes sociales su realidad: vivir es un lujo para ellos.
¿Una huelga de autónomos? Una utopía
Hace unos meses, una chica de 30 años contaba por Twitter qué había significado para ella darse de alta como autónoma: gastos, pocos ingresos y vivir en una permanente angustia. No se trata de dramatizar, sino de reflejar una realidad, a veces no queda otra salida que montar el negocio tú porque no hay empresa dispuesta a contratarte.
Entre las realidades que todos los autónomos conocen, su preocupación también era la de sentirse desprotegida y no poder contar con una unión real de los autónomos y una propuesta a pie de calle para exigir derechos y una cotización por ingresos reales.
El problema para que haya una movilización: la diversidad entre los autónomos
Y cuando hablamos de diversidad, hablamos de que dentro de este colectivo hay peluqueras, traductores, notarios, taxistas y así hasta el infinito y obviamente, no todos tienen problemas a la hora de afrontar los gastos.
El 10 de noviembre habrá elecciones y otra vez, los autónomos serán los protagonistas de muchos discursos y promesas que quedarán en el aire. Y urge saber qué medidas se van a tomar para que según la profesión, ser autónomo no sea sinónimo de vivir para trabajar y tener incluso menos derechos que un asalariado.
Las nuevas generaciones que están probando la hiel de trabajar por cuenta propia, ya saben que eso de ser tu propio jefe suena muy bien, hasta que te topas con la realidad y si no cuentas con un número generoso de clientes, parece que tu vida se limita levantarte cada mañana para pagar.