El ‘rey de las criptomonedas’, declarado culpable por defraudar 8.000 millones de dólares

El juicio mediático del reconocido empresario Sam Bankman-Fried ha llegado a su fin tras un mes de deliberaciones en Nueva York. El responsable de los intercambios de criptomonedas de FTX ha sido declarado culpable por fraude y lavado de dinero por lo que se enfrenta a una pena máxima de 110 años, aunque los expertos creen que se reducirá a unas décadas. El fallo se fijará para el 28 de marzo del próximo año, un tiempo vital para el abogado de Bankman-Fried, que tratará de luchar por su inocencia.

El acto celebrado en Nueva York tuvo una duración de cinco horas en las que hubo tiempo suficiente para presentar pruebas contra uno de los ex multimillonarios más jóvenes del mundo ya que Sam tan solo tiene 31 años. Asimismo, el resultado del proceso legal ha devastado a la comunidad de las criptomonedas debido a que su rostro suponía una gran ayuda para este nuevo mercado que tantas críticas denuesta.

El culpable vivió momentos de gloria antes de que su conocida empresa, FTX, quebrara y las autoridades comenzasen a investigarle. La entidad poseía un valor de 32 mil millones de dólares, pero tras su ruina en noviembre del año pasado, se dio a conocer que faltaban 8 mil millones de dólares en fondos de clientes.

FTX (Foto: Bitcoinsesus)

El fiscal del proceso Damian Williams aseguró que Sam había sido capaz de perpetuar uno de los mayores fraudes financieros en la historia de los Estados Unidos cuyo objetivo era convertirlo en la mayor influencia de este tipo de divisas o, como le gustaba denominarse a él, el ‘rey de las criptomonedas’.

Condena y regulación

Bankman-Fried se ha enfrentado a siete cargos de fraude y blanqueo de dinero ya que existen indicios de que había mentido a inversores y prestamistas, además de extraer miles de millones de dólares de lo que era su empresa. Destacó el jurado que se mostró cansado de las mentiras del acusado ya que alegaron no tener paciencia para ello.

Sam Bankman-fried (Foto: CoinDesk)

A pesar de declararse inocente, el fallo -que será fijado el 28 de marzo del próximo año- le ha condenado a una pena máxima de 110 años por los cargos anteriormente mencionados. El abogado de Sam, Mark Cohen, ha manifestado que seguirá luchando por su cliente ya que el resultado ha sido decepcionante para un hombre que no ha actuado con mala fe.

El juicio ha destacado por la atención mediática que ha despertado en todo el país ya que los principales reguladores de la primera potencia del mundo han descrito el mercado de las criptomonedas como un lugar lleno de criminalidad por lo que instan a establecer normativas, un hecho que dista mucho de la realidad a corto plazo.