El Tribunal Supremo de EE.UU. aprueba una ley que acabará con más del 80% de los abortos en Texas
El Tribunal Supremo de EE.UU. aprueba una ley que acabará con más del 80% de los abortos en Texas
Por cinco votos frente a cuatro el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha confirmado la legalidad de la Texas Senate Bill 8, oficialmente denominada como ‘Ley del Latido del Corazón’, norma que limitará al máximo exponente la práctica del aborto en el estado de Texas.
Los cinco jueces que apoyaron la ley fueron nominados durante los mandatos de George W. Bush y Donald J. Trump, mientras que los otros cuatro lo fueron en época de Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama.
La aprobación de esta ley sienta un precedente inédito en el país norteamericano, siendo clave el momento desde que se puede identificar el latido del corazón del feto. Esta norma ha sido aprobada en otros estados como Georgia, Mississippi, Kentucky and Ohio, con la diferencia de que estas se han topado con desafíos legales a la hora de aplicarse.
Por lo tanto, la ley que fue firmada el pasado mes de mayo por el Gobernador republicano de Texas, Greg Abbot, ha acabado por materializarse. De acuerdo con Abbot, esta ley contó con el beneplácito de políticos demócratas y republicanos de Texas y “garantiza que la vida de cada niño no nacido que tenga un latido se salvará de los estragos del aborto».
Por medio de esta ley se prohíbe, categóricamente, practicar el aborto una vez la actividad cardiaca comienza a ser identificable biológicamente y el corazón se forma. La ley no hace distinción en los casos de incesto y de violación.
La ley trata de definir lo que significa un latido del corazón del feto: “la actividad cardíaca o la contracción rítmica constante y repetitiva del corazón del feto dentro del saco gestacional” (“Fetal heartbeat means cardiac activity or the steady and repetitive rhythmic contraction of the fetal heart within the gestational sac”).
Si bien es cierto que esta ley no prohíbe practicar el aborto después de la sexta semana de gestación, permite demandar con una sanción mínima de 10.000 dólares a todo aquel que practique el aborto o, incluso, induzca o colabore en cualquier acción que desemboque finalmente en la práctica de este.
Como consecuencia de la legalidad de esta norma en el estado de Texas, se prevé que acabe provocando un descenso relevante de los abortos, ya que entre el 85%-90% de los abortos se realizan a partir de la semana sexta de gestación.
La medida llevada a cabo por el Tribunal Supremo estadounidense ha generado opiniones dispares por todo el país. Varios jueces aseguran que esta ley puede ser impugnada en un tribunal federal. En cambio, quienes defienden la norma arguyen que, tal y como está redactada, únicamente los tribunales de Texas pueden pronunciarse sobre el asunto y sólo en el contexto de las demandas contra quienes violen la ley, ya sea practicando directamente los abortos, o colaborando en su consecución.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, considera que la ‘Ley del Latido del Corazón’ “viola descaradamente el derecho constitucional”, en referencia al pronunciamiento del mismo Tribunal Supremo en el caso Roe V. Wade (emitido en 1973, por la cual consideró legal la práctica del aborto durante las 24 semanas de gestación, aproximadamente el momento en que un feto puede sobrevivir fuera del útero). Fue a partir de esta resolución cuando se comenzó a legalizar el aborto en Estados Unidos.
Biden aclaró, aparte, que esta ley perjudicará “el acceso de las mujeres a la atención sanitaria que necesitan”, siendo las mujeres de raza negra y con menos ingresos las más afectadas.
Las propuestas legislativas nacidas para restringir el aborto no son una novedad reciente dentro de la nación americana. Entre los años 2011 a 2019 varios estados promulgaron 483 restricciones al aborto, de acuerdo con el Guttmatcher Institute, tratando de aplicar medidas limitativas al mismo: requisitos de notificación o consentimiento parental en caso de menores, limitaciones a la financiación pública, periodos de espera obligatorios antes de la realización de un aborto, entre otras acciones.
Aborto en Texas
De acuerdo con el Texas Health and Human Services, en el año 2020 se contabilizaron 55.175 casos de aborto a residentes del estado de Texas, siendo las franjas de edad más practicadas las comprendidas entre el los 20-24 años (16.315), 25-29 años (15.7790) y 30-34 años (10.496).
Por otra parte, y con relación a la procedencia racial, se practicaron más números de abortos entre los miembros del colectivo hispano (19.981), negro (16.400) y blanco (14.525). Un 84% de los pacientes a los que se les practicó el aborto contaban con ocho semanas, o menos, de embarazo.
Prácticade abortos en el estado de Texas Fuente: www.hhs.texas.gov año 2020 (en puntos azules: abortos a residentes tejanos; en cruces azules: abortos a residentes tejanos fuera del estado de Texas; cruces rojas: abortos a residentes de otros estados o personas sin identificar).
Aborto en España
Si bien es cierto que el aborto se legalizó en nuestro país en 1985 por medio de la Ley Orgánica 9/1985, tanto esta como las otras leyes posteriores no guardan relación alguna con respecto a la cuestión clave auspiciada por la ley tejana: el latido del corazón del feto.
Cabe recordar que la ley española actual sobre el aborto (Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo) permite interrumpir el embarazo dentro de las primeras 14 semanas de gestación del feto (art. 14), siempre y cuando el paciente que pretenda abortar haya sido debidamente informado (art. 14.a) y que haya transcurrido el plazo de tres días desde la información mencionada anteriormente y la intervención (art. 14.b).
Esta ley permite practicar el aborto más allá de las veintidós semanas de gestación en dos supuestos (Exposición de motivos II, párrafo 10):
- Cuando se detecten anomalías fetales incompatibles con la vida.
- Cuando se detecte en el feto una enfermedad extremadamente grave e incurable en el momento del diagnóstico y así lo confirme un comité clínico.
Por otra parte, todo aquel profesional sanitario que practique el aborto a una mujer sin su consentimiento será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años e inhabilitación especial para ejercer cualquier profesión sanitaria (art. 144 del Código Penal).