Entregados los Premios ASNALA-Santander Justicia en un acto de reivindicación de los abogados laboralistas

Como en otras ocasiones, la Escuela de Práctica Jurídica de la Universidad Complutense volvió a albergar la celebración del Premio ASNALA-Santander Justicia al mejor laboralista del año, donde una parte importante de la comunidad jurídica hizo acto de presencia para homenajear a los premiados

Este año, el galardón fue a parar a manos de Rosa Zarza, socia responsable del área laboral de Garrigues y Bernardo García, abogado de UGT, con un premio póstumo a Fernando Valdés, catedrático de Derecho del Trabajo y exmagistrado del Constitucional, que recogió una de sus hijas.

Este premio es uno de los de más prestigio del ámbito del mundo jurídico en general y del Derecho del Trabajo en particular, tanto por la calidad de sus premiados, donde aparecen los profesores Luis Enrique de la Villa o Juan Antonio Sagardoy, como la magistrada del TJUE Lourdes Arastey, muchos años en la Sala Social del Supremo que recibió este premio el pasado año 2022.

El premio lo otorga anualmente un jurado presidido por el propio Luis Enrique de la Vila Gil y del que formaban parte Ana Gómez, presidenta de ASNALA; Ana Isabel Benavides, directora corporativa de Relaciones Laborales de Banco Santander, los magistrados de la Sala IV del Supremo Ángel Blasco, Antonio Sempere, Ignacio García-Perrote, y Juan Antonio Sagardoy, catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social.

Junto a ellos María Emilia Casas, catedrática de Derecho del Trabajo y Seguridad Social; María Luisa Segoviano, magistrada del Tribunal Constitucional; María Luz García, magistrada de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo; Martín Godino, socio-director de Sagardoy Abogados, y Yolanda Valdeolivas, catedrática de Derecho del Trabajo y Seguridad Social y of counsel en Pérez-Llorca.

Sala en la que se han entregado los premios. (Foto: ASNALA)

En búsqueda de la igualdad

Las palabras de Ana Gómez, presidenta de ASNALA y socia de Ceca Magán Abogados, sirvieron para abrir el acto señalando la evolución del papel de los abogados laboralistas “profesionales claves en cualquier organización y ahora indispensables para ayudar a las empresas a desarrollar sus políticas de igualdad y mitigar la brecha salarial entre hombre y mujer”.

Recordó cómo una abogada de la talla de Rosa Zarza “ha roto todos los techos de cristal, como responsable de la práctica laboral mundial de Garrigues, la primera firma legal en Europa. Y al mismo tiempo Bernardo García ha sido un ejemplo del buen hacer como abogado de sindicato de los intereses de los trabajadores. Un abogado de trato exquisito frente a sus rivales”.

Por su parte, también tuvo palabras para Fernando Valdés jurista español fallecido el pasado mes de marzo y maestro de muchos laboralistas. Recordó que, a lo largo de su carrera, donde uno de sus profesores fue el propio Luis Enrique de la Villa, fue inspector de trabajo catedrático de Derecho del Trabajo y magistrado del Tribunal Constitucional, muy volcado al campo de la negociación colectiva.

En su intervención, Isabel Winkels, vicedecana del ICAM, recordó la relación estrecha existente entre la entidad colegial y ASNALA en los últimos años y avanzó que la propia Ana Gómez había sido elegida como presidenta de la sección laboral del ICAM. Una sección en que ya hay inscritos 3.648 abogado y es una de las más activas del colegio madrileño.

También incidió en la importancia de desarrollar políticas de igualdad en las empresas y como el propio ICAM tiene su Comité de Igualdad del que Winkels es la cabeza visible. “Tenemos que ir a una sociedad paritaria con menos desigualdades, ahí los abogados laboralistas sois claves”.

Luis Enrique de la Villa, catedrático del Derecho del Trabajo y presidente del Jurado de los premios. (Foto: ASNALA)

Abogados de toga muy especiales

Por su parte, Luis Enrique de la Villa glosó la figura de los premiados. “Rosa y Bernardo son dos abogados de toga, lo que define su personalidad como profesionales y su esfuerzo en algunas ocasiones para lograr la concordia. Cada pleito es distinto e intentan dar lo mejor de ellos”.

De Valdés hizo un detallado resumen de su carrera profesional “porque he sido uno de sus mentores, de lo cual me siento orgulloso. Fue mi discípulo en el CEU en los años sesenta y ya me confesó su idea de dedicarse al Derecho del Trabajo, cuestión que hizo de forma sobresaliente logrando la Cátedra de Derecho del Trabajo en Valladolid en 1977. Fue uno de los estudiosos de la negociación colectiva en nuestro país”.

También reconoció que ha sido maestro de algunos de los laboristas actuales como Jesús Lahera, Ana García Murcia y del que juristas de prestigio como Miguel Rodríguez-Piñero, presidente honorario de la AEDTSS y la expresidenta del Constitucional María Emilia Casas actual, presidenta de la AEDTSS glosaron su figura de jurista total y su trayectoria como magistrado del Tribunal Constitucional, donde hizo una notable defensa de las relaciones institucionales.

Los premiados fueron breves en sus intervenciones, en el caso de Rosa Zarza, recordó que el premio que recogía era un premio de equipo “un equipo que lidero y del que me siento orgullosa de su trabajo porque ofrece una capacidad de trabajo y un comportamiento ético de primer nivel, porque el trabajo que realizamos es el de explicarle a nuestro cliente los cambios laborales que se avecinan y darles el asesoramiento jurídico que necesitan”.

Al mismo tiempo, destacó que la abogacía laboralista ocupa un papel clave en el mundo que vivimos y que junto a la judicatura son dos elementos claves de nuestra sociedad democrática. De ahí que sea clave estudiar y respetar sus resoluciones judiciales, que ayudan mucho a entender cuestiones que no quedan claras por el legislador.

A su juicio, “es muy importante en este terreno apostar por la formación porque ayuda al profesional a conocer todas las nuevas normas que vienen y a los ciudadanos a no quedarse atrás. Es muy importante que se siga invirtiendo en formación a todos los niveles”.

Rosa Zarza recibe el premio de manos de Julia Fernández, directora de Negocio No Residentes y Colectivos en el Banco de Santander. (Foto: ASNALA)

Por su parte, Bernardo García, abogado de UGT al que conocimos en junio del 2019 en la macrocausa de 532 riders, compartiendo la defensa de esos repartidores con abogados de la talla de Enrique Lillo de CCOO, entre otros y teniendo de oponente a Román Gil, socio de Sagardoy, confesaba públicamente que le hizo mucha ilusión que el profesor De la Villa le llamase para comentarle que era uno de los ganadores de este premio.

En su turno de agradecimiento, recordó que ser abogado de sindicato implica, entre otras cosas, defender los intereses de los trabajadores tanto en vía judicial como en procesos de negociación colectiva “pero no por ello hay que dejar de respetar al adversario que tienes enfrente. Ser mediador del SIMA y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos y de otras universidades te ayuda a ver las relacionales laborales de otra manera”.

En otro momento de su intervención glosó la figura de otros juristas como son los casos de Fernando de Miguel, uno de los que más animó a Bernardo a ser abogado, de Manuel de la Rocha, diputado y abogado, presente en la sala con el que comparte despacho en la firma Gran Vía 63, y el que fuera magistrado del Tribunal Supremo Aurelio Desdentado.

Un merecido aplauso recibió Laura Valdés, hija de Fernando Valdés quien recogió en su nombre este Premio ASNALA Santander Justicia a título póstumo. “Nuestro padre siempre fue un ejemplo de integridad y honestidad, valores que nos inculcó a sus tres hijos desde muy joven. Ha sido un espejo en el que mirarse y estamos muy agradecidos de ese reconocimiento”, afirmó.

Bernardo Garcia recoge el premio ASNALA Santander Justicia de manos del profesor De la Villa. (Foto: ASNALA)

Junto a ella, Jesús Lahera, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad Complutense explicaba a Economist & Jurist que “su posición de maestro de distintas generaciones de iuslaboralistas se refleja en la dirección de numerosas tesis doctorales y en la presencia universitaria de numerosos discípulos y discípulas”.

“Ha ofrecido así, el maestro, no sólo oportunidades profesionales, sino un sustento emocional, a la vez que un respeto por la libertad del discípulo, en el acuerdo y en la discrepancia, en ocasiones en la controversia y debate. La pluralidad, las distintas sensibilidades y heterogeneidad de esta escuela académica de Fernando Valdés es buen reflejo de ello, así como el agradecimiento de más de 60 amigos y amigas profesores universitarios en dos libros homenaje en 2014 y en 2022”, apuntaba.

Según este jurista “tuvo una vida llena de plenitud, con la capacidad de transmisión de sus dones a tantas personas, si no a la propia sociedad. Con la celebración de su vida y el pesar de su pérdida, mostramos también así nuestro profundo afecto y ánimo a su mujer, Berna, que estuvo a su lado toda la vida hasta el último instante, y a sus hijos, Laura y Fernando”.

Preocupa la huelga de la justicia

En los corrillos tras la entrega del premio los temas de conversación eran varios, la huelga de los juzgados seguía siendo un tema referente porque se siguen suspendiendo juicios como confirmaba Fernando Ruiz, socio de Deloitte Laboral a este periodista.

Al mismo tiempo los laboralistas debatían sobre el Estatuto del Becario, fruto del acuerdo de la vicepresidenta Yolanda Díaz con los sindicatos UGT y CCOO y que abre una polémica porque a estos jóvenes estudiantes habrá que darles una compensación económica. El debate está en que esa compensación puede hacer que muchas universidades frenen esas prácticas si hay que compensarlas.

El adelanto electoral era otro de los temas de conversación, sobre todo por los proyectos de ley que se han quedado sin aprobar y normativas como la recientemente aprobada Ley de Protección al Denunciante que esta coja al faltarle la figura de la Autoridad Indepediente de Protección al Informante.

Laura Valdés recoge premio a su padre de manos de Ana Gomez, presidenta de ASNALA. (Foto: ASNALA)

Entre los asistentes una destacada representación del mundo del derecho laboral como los socios de despachos como Alfredo Aspra de Labormatters Abogados Antonio Pedrajas, socio director Abdón Pedrajas Littler; Fernando Ruiz, socio de laboral de Deloitte Legal; Alicia Moro, Román Gil y María Jesús Herrera por parte de Sagardoy y Esteban Ceca Magán, socio fundador de Ceca Magan Abogados

Por parte de Garrigues acudió una amplia representación de abogados de la firma para compartir este momento tan especial con su socia directora. como Rafael Giménez-Arnau, expresidente de FORELAB, Ignacio Esteban y Clara Herreros, entre otros representantes que destacaban la gran capacidad de Rosa Zarza y su forma de gestionar esa área Laboral “donde todos somos importantes y se nos escucha”.

Del mundo académico y judicial también una representación más que notable con la asistencia de los catedráticos de Derecho del Trabajo, Jesús Lahera, discípulo del malogrado Fernando Valdés; Jesús Mercader, catedrático de la Universidad Carlos III; Tomás Sala, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Valencia o Juan Antonio Sagardoy, padre del Estatuto de los Trabajadores, quienes hicieron uno de los corrillos para recordar con el profesor De la Villa y los momentos vividos por ellos.

En el caso de Bernardo García, también estuvo arropado por distintos juristas relacionados con UGT, como fueron los casos de Enrique Lorenzo, Luis Fernando Luján, vicesecretario general de Política Sindical de UGT; Luis Pérez Capitán, amén del diputado y abogado Manuel de la Rocha con el que García comparte en estos momentos despacho de abogados.

Respecto a la Judicatura, también acudieron a la entrega de premios Antonio Cervera; magistrado del Juzgado de lo Social de Madrid; Concepción Esther Morales, magistrada suplente TSJ Madrid; María Aurora de la Cueva,–presidenta Sala Social TSJ Madrid; Ricardo Bodas, exmagistrado de la Sala IV del Supremo y muchos años al frente de la sala Laboral de la Audiencia Nacional, y Susana María Molina, magistrada del TSJ de Madrid.