Fallece el abogado y catedrático de Derecho Administrativo, Gaspar Ariño, padre del derecho público económico

Lo anunciaba en un tuit Eugenio Ribón, decano electo del Colegio de la Abogacía de Madrid, la fatal noticia del fallecimiento de Gaspar Ariño Ortiz, abogado y Catedrático de Derecho Administrativo en la tarde de este jueves a consecuencia de un derrame cerebral a la edad de 86 años. Hubiera celebrado su onomástica este viernes, dia de Reyes.

Nuestras más sinceras condolencias a toda la familia de Gaspar Ariño. La Abogacía ⁦@icam_es⁩ lamenta la pérdida de un extraordinario compañero e insuperable catedrático y jurista. Su obra, sus enseñanzas y su recuerdo siempre nos acompañarán. DEP pic.twitter.com/zkS4BPbIbw

— Eugenio Ribón (@EugenioRibon) January 5, 2023

Por deseo expreso de la familia, los restos mortales de este ilustre jurista estarán en el tanatorio de Pozuelo hasta hoy sábado 7 de enero, donde a partir de las 15:45 tendrá lugar el entierro.

Ariño, al que se le pudo ver el pasado 20 de diciembre ejerciendo como abogado colegiado del ICAM su derecho a voto, ha estado prácticamente en activo hasta el final de sus días al frente de su propio despacho que puso en marcha en 1972, volcado en la contratación pública, energía y telecomunicaciones como elementos claves de su carrera como jurista.

De izda a dcha: Ana Ariño, hija de Gaspar; Gaspar Ariño, homenajeado; y José Ignacio Monedero, amigo personal y abogado del Estado en excedencia (Foto: familiares de Gaspar Ariño)

Días antes, en los actos del 425 aniversario de la creación del Colegio de Abogados de Madrid, recibía la medalla de honor, por sus más de cincuenta años de ejercicio como abogado en un emotivo acto.

Junto a él fueron galardonados Luis Zarraluqui y Beatriz Monasterio, a título póstumo, junto a Juan Alfonso Santamaría, Bernardo M. Cremades, Mª Ángeles Amador Millán, Santiago Muñoz Machado, César Pinto Cañón, Francisco Javier Cremades, Enrique Arnaldo y Begoña Villacís.

En 1972 fundó el bufete Ariño y Asociados especializado en cuestiones de derecho público que luego cambió a Ariño y Villar hasta el año pasado. En este último año se convirtió en Gaspar Ariño y Asociados, con la misma fórmula de contar con catedráticos y profesionales de sólida trayectoria se integraron  en el despacho, que desde sus inicios ha asesorado a la Administración, así como a particulares, empresas e instituciones españolas y extranjeras en áreas muy diversas.

En este despacho coincidió con Jose Luis Villar Ezcurra y Rafael Ariño socios directores del despacho durante más de veinte años. Este último ahora socio de público y regulatorio en el despacho Ceca Magán Abogados, quien destaca de su tío como jurista: “Sus profundas convicciones tanto a nivel jurídico como políticas. Nunca dejó de trabajar porque decía que el trabajo le hacia sentirse joven”,

Un adelantado de su tiempo

En el haber de Ariño, la primera Ley de Contratos del Sector Publico que data de 1965 que realizo con la colaboración de otro gran letrado José Ignacio Monedero Gil, padre de José Ignacio Monedero Montero de Espinosa, abogado del Estado en excedencia y hasta hace poco Secretario de la Junta de Gobierno del ICAM.

Antonio Garrigues y Gaspar Ariño, tras la celebración de los Premios Aptissimi de ESADE (Foto: Archivo)

José Ignacio Monedero Montero de Espinosa atiende a Economist & Jurist para glosar la figura de su amigo Gaspar, gran colaborador de su padre: “Trabajaron juntos muchos año, Gaspar prologó la tesis de mi padre sobre la teoría del contrato del Estado, lo que hizo forjar un gran amistad entre ellos. Se ha ido uno de los referentes del derecho administrativo en los últimos cincuenta años”.

Para este jurista, “hemos perdido un gran pensador liberal que tenia unas dotes innatas como conferenciante. Siempre estuvo muy volcado al derecho administrativo económico, fue de los primeros que abordó el tema de las privatizaciones. Su obra bibliográfica es muy extensa, tanto a nivel jurídico como de contenido político”.

Para Alberto Dorrego, socio director de público de Eversheds Sutherland en España, “es una gran perdida. Uno de los grandes de nuestra disciplina. Fue el creador de una escuela distinta, la del Derecho Administrativo Económico, es decir el derecho de los sectores regulados y del estudio de la intervención del Estado en la actividad económica. Fue un pionero en esta materia”.

Desde su punto de vista, “Gaspar Ariño fue uno de los precursores en este enfoque del Derecho Administrativo. Un enfoque que hoy en día es esencial en la abogacía de los negocios que ahora se construye alrededor de los grandes sectores regulados como son energía, telecomunicaciones, transporte, salud etc.».

El perfil de jurista global

A lo largo de su carrera profesional ha sido autor de más de 35 libros y más de 80 artículos científicos. El Prof. Ariño ha trabajado en los más variados temas del Derecho Público: contratación administrativa, organización institucional, planificación, régimen local y, sobre todo, en los últimos años, Derecho de la economía, especialmente en los campos de energía eléctrica, petróleos y carburantes, abastecimiento de aguas, empresas de transporte y telecomunicaciones.

Gaspar Ariño siempre demostró sus dotes de orador. Aquí agradeciendo el premio que recibió de ESADE (Foto: Archivo)

Gaspar Ariño aglutinó una triple dimensión, poco frecuente entre sus colegas: la dimensión académica, que desarrolló durante muchos años en cuatro Universidades españolas y numerosos cursos en otros centros de enseñanza superior, españoles y americanos; la dimensión profesional como fundador y director de un estudio legal muy conocido en España; y finalmente su experiencia política como miembro del Parlamento español entre los años 1989 y 1993.

Asimismo, fue desde 1984, columnista habitual en dos grandes periódicos españoles: el diario ABC y el diario Expansión. Por uno de sus artículos recibió en 1987 el premio Luca de Tena, uno de los más prestigiosos galardones de la prensa española.

En este último año publico dos nuevas obras: La batalla de los precios y la reforma de los mercados eléctricos, editado por Aranzadi y que salió al mercado el pasado mes de noviembre, una obra que pretendía explicar los últimos acontecimientos de los mercados eléctricos y gasistas y sus elevados precios; y con anterioridad, La revolución del hidrogeno, nuevo vector del sistema eléctrico, también editado por Aranzadi, como libro clave que realiza un análisis jurídico de la regulación del sistema eléctrico presidido por la irrupción del hidrógeno como elemento disruptivo.

A lo largo de su extensa carrera profesional recibió varios galardones de instituciones públicas y privadas, entre ellos, el Premio Aptissimi concedido por el Club de Derecho Esade Alumni, como homenaje a su trayectoria como jurista; el Premio Luca de Tena (1985), el de la Energía otorgado por el Club Español de Energía (1998) y en el Premio de Ensayo de la Fundación DMR (2004).

Fue presidente de honor de la Asociación Española de Derecho de la Energía (AEDEN) y desde 2010 de ASIER. También vicepresidente del Foro de la Sociedad Civil desde 2009. Perteneció a varios consejos consultivos, entre ellos, el de Privatizaciones.

Al mismo tiempo fue diputado por Valencia del Partido Popular (de cuyo Comité Ejecutivo Nacional fue integrante) en la IV Legislatura, formando parte, además, de la Comisión Constitucional (diciembre 1989-abril 1993) y vocal de la Comisión de Industria, Obras Publicas y Servicios (diciembre 1989-octubre 1991).

Una trayectoria  académico sobresaliente

Sobre su trayectoria académica mencionar que en 1958 se licenció con las máximas calificaciones, en Derecho por la Universidad de Valencia. Con posterioridad, tres años después, era contratado por la Universidad Complutense de Madrid como profesor ayudante.

En ese periodo de tiempo se introdujo en la Catedra de Garrigues de Derecho Mercantil estando durante algunos años en esta jurisdicción hasta que se dio cuenta que su pasión era lo publico, acuñando la frase de que “lo público estaba por hacer”.

En 1967 obtiene el doctorado en la Universidad de Madrid. Su director de tesis, a quien consideró su maestro, fue José Luis Villar Palasí, otro administrativista de primer nivel. Formaban parte del tribunal evaluador, además del director, los catedráticos Luis Sánchez Agesta, José María Naharro Moral y Aurelio Guaita Martorell.

Un año más tarde se incorpora al claustro de profesores de la Universidad Complutense de Madrid.

En 1970, el Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge su nombramiento como profesor numerario de la asignatura de «Régimen jurídico de la acción administrativa» en la Escuela Nacional de Administración Pública. Este mismo año asume la dirección adjunta del Instituto de Estudios Administrativos (IEA), creado por Villar Palasí. Es cesado en febrero de 1974.

En el periodo que va desde 1972 a 1978 obtiene por concurso la condición de profesor agregado numerario de Derecho Administrativo en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.

Tres años después es becado durante un año como profesor visiting en la Brookings Institution (Washington) para estudiar la administración educativa.

1976-77. Durante un curso académico disfrutó de una beca Fulbright Commission para trabajar como consultor en la RAND Corporation en Santa Mónica (California).

En ese viaje los que le conocen señala que descubrió el derecho económico. En ese periodo de tiempo conoció a la que seria su mujer y a su vuelta  en España trabaja en temas regulatorios eléctricos porque le contrata Iñigo Oriol, presidente de Iberdrola.

En el periodo que va desde 1978hasta 1980 es nombrado catedrático en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Laguna (BOE núm. 304, de 21 de diciembre). Con posterioridad ocupa la cátedra de Derecho Administrativo en la Universidad de Barcelona y dos años después en 1982 accede a la cátedra de Derecho Administrativo en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid

Sería en 1988 cuando es designado Catedrático de Universidad, por concurso, en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid. Su vinculación con la universidad madrileña se mantuvo hasta 2006, año de su jubilación, a los 70 años.

Desde 2010 hasta la fecha, Gaspar Ariño también dio su opinión en temas candentes que le han venido ocupando de muchos modos durante años como: la reforma de las cajas de ahorros, la Corona, la independencia de Cataluña, la regeneración de la democracia y los populismos políticos. Sobre todos ellos ha publicado una serie de libros de gran calado.