José Juan Pintó recibe un homenaje póstumo en la Real Academia de Jurisprudencia
El acto se celebró el pasado 25 de abril, junto a los familiares, amigos y personalidades allegadas al desaparecido jurista
Ponentes encargados de rendir homenaje a José Juan Pintó (Foto: RAJYL)
José Juan Pintó recibe un homenaje póstumo en la Real Academia de Jurisprudencia
El acto se celebró el pasado 25 de abril, junto a los familiares, amigos y personalidades allegadas al desaparecido jurista
Ponentes encargados de rendir homenaje a José Juan Pintó (Foto: RAJYL)
“No hay un cargo más honroso para un académico que realizar la elegía in memorian de un compañero fallecido”, manifestó Rafael Navarro Valls, vicepresidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España (RAJYL), ante la sede de dicha institución, repleta y expectante ante el ansiado homenaje a una de las magnas figuras del Derecho en los últimos tiempos: José Juan Pintó Ruiz. Su discurso fue racional, cadente y también emotivo, teniendo el magnetismo del dominio de la palabra. Y fue de interés para todos los presentes, académicos y no académicos.
Javier Pintó, hijo del desaparecido José Juan, retrató a su padre “desde el amplio sentido del ser humano”, desde la experiencia: “Quiso ser a lo largo de su infancia -relató- un profesional de campos tan dispares como deportista, aviador, bombero e ingeniero“. Y en la íntima música del conocimiento familiar, hasta nos descubrió a su compositor preferido: “Se emocionaba con la energía que le transmitía la quinta sinfonía de Beethoven”.
Manuel Pizarro, presidente de la RAJYL, esbozó desde la sencillez el vínculo que le unía con Pintó: “Disfrutaba al llevarlo al AVE por el placer de prolongar un rato más junto a él”. Porque el protagonista, aunque desaparecido, se hacía presente durante el acto, por su sapiencia, y por sus resortes humanos.
La aclamada pintora Montserrat Sala Albareda, viuda del insigne, acogió con abrazos a todos los asistentes. Fue la que hizo del ambiente un ambiente familiar.
Todos sus hijos estuvieron presentes en primera fila, ufanos ante unos honores que los que son viva extensión vital, hecha verbo: Alejandro Pintó, presidente de Economist & Jurist Group, con el resuelto ademán del emprendedor; Jorge Pintó, presidente de ITTI High Tech Institute, con la elegancia del jurisconsulto ponderado; Montse Pintó, diputada del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona, gentil y acogedora; José Juan Pintó, presidente de Pintó Ruiz, henchido de satisfacción; Daniel Pintó, socio director del bufete Pintó Sala, dador de continuidad a la profesión de la familia; y Carmen Pintó Sala, directora de Menes Construcciones, encandilada ante el homenaje.
Después de las intervenciones, el acto se dispersó como un chubasco en el océano de un saber recóndito y jurídico. La familia siguió con la familia y los asistentes empezaron a hablar como se habla después de una misa: con el sosiego de la renovación.
Estuvo José María Alonso, decano del ICAM, con su voz-batuta de la abogacía de la Villa y Luis Martín Mingarro, quien lo fuera durante 14 años, intercambiando palabras con más distinguidos. Como Pedro González-Trevijano, cabeza encargada de defender nuestros derechos fundamentales; y Enrique Arnaldo, magistrado del Constitucional, quien tiene recién encomendada la misma noble misión, como la tuvo María Encarnación Roca Trías, que ya dispone en su semblante el apacible gesto del sosiego.
Juan José Sánchez Puig, CEO de ISDE, tiene la tarea de traer la formación a los Pintó del mañana. Y conversaba con Francisco Marhuenda, que tiene un ojo en la Redacción y otro en el claustro de profesores, pues lleva su razón a los estudiantes en disciplinas como la Historia del Derecho.
Antonio Fernández de Buján, catedrático de Derecho Romano en la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del Consejo Asesor de Economist & Jurist dignificó póstumamente a nuestro Cicerón.
Vino con paz, pues no sonaron las sirenas de lo castrense, por desgracia en boga, José Palazuelos, Letrado de la Administración de Justicia de la Sala Quinta del Supremo.
David García Ferrero, consejero de ITTI High Tech Institute, con la diligencia del buen padre de familia, vino a mostrar su respeto.
Se pasó como fedatario del hecho no exento de orgullo Pablo Capel, director de esta edición en la que leen. O Paloma Rodrigo, miembro del Consejo Asesor de Economist & Jurist.
El parqué pardo claro se convirtió en una alfombra persa de leyes. Quizás sonó la Quinta Sinfonía. Y todos nos fuimos en paz.