La candidatura de Raúl Ochoa apuesta por potenciar la mediación

Raúl Ochoa, candidato a decano en las elecciones del ICAM que se van a celebrar el próximo 20 de diciembre, ha anunciado que su candidatura va a poner su empeño en reforzar los procesos de mediación. El líder de la plataforma Activa el cambio asegura que “los colegiados juegan un papel importante en los procesos de mediación y constituyen una pieza clave para que éstos lleguen a buen puerto”.

A juicio de Ochoa, “son los mediadores, en su quehacer diario, los que demandan precisamente más de la intervención y la implicación de los propios abogados antes, durante y después del procedimiento”. Entiende el candidato que “no es verdad que el abogado, iniciado el proceso de mediación, pierda la dirección técnico-jurídica del asunto. Al contrario, puede poner todo su saber jurídico precisamente para la resolución rápida y eficaz de una disputa”.

La candidatura de Raúl Ochoa asegura que, de ganar las elecciones, va a propiciar que el ICAM tome todas las medidas que sean necesarias para potenciar la importante función negociadora de los abogados, “porque en un altísimo porcentaje de ocasiones, esa virtud y ese rasgo termina evitando conflictos y llevando, en definitiva a éstos, a buen fin”.

Desde ‘Activa el Cambio’ se defiende precisamente la colaboración y cooperación entre abogado y mediador, porque el primero siempre estará en condiciones de poner su pericia, su sabiduría, su técnica y su buen hacer en el acuerdo final y, desde luego antes, en el asesoramiento.

Raúl Ochoa entiende que “en un momento en el que, como es notorio, una gran cantidad de compañeros y compañeras buscan desarrollo profesional, salidas y ampliación de la cartera de clientes y los servicios de sus despachos, el abogado que conoce y confía en la mediación puede incluir en su portfolio un área de trabajo más para ofrecer a sus clientes y eso, sin ninguna duda, constituye una fuente de valor añadido y una nueva línea de negocio”.

En este sentido, frente a “ciertos esquemas de pensamientos anquilosados y que han de ser superados precisamente con el aliento de los profesionales del Derecho, Ochoa entiende que “hay un triunfo cuando el abogado es capaz de encarrilar un conflicto hasta el punto de que el desenlace constituye una victoria para todas las partes”.