La implementación progresiva de la IA en despachos de abogados y asesorías jurídicas hará más eficientes a estas organizaciones

La llegada de la inteligencia artificial (IA) generativa en despachos de abogados, asesorías jurídicas de empresa o profesionales, está transformando la gestión del conocimiento, cómo se utiliza la información y cómo se pueden optimizar esos procesos para ser más eficientes en el trabajo diario. De esta manera, se están definiendo nuevos roles y redefiniendo nuevas habilidades para los profesionales jurídicos.

Hay una nueva forma de relacionarse con los clientes donde el marco legal es clave. Esa es una de las conclusiones alcanzadas en el ‘Legal Management Forum 2024’ sobre la llegada de la inteligencia artificial, debate organizado por la Fundación Aranzadi LA LEY e Inkietos, think tank de la abogacía de los negocios.

Robert Mahari, ingeniero y doctor en Derecho por el MIT Media Lab & Harvard Law School, experto en Computational Law, ha sido el encargado de inaugurar la sesión plenaria con su ponencia ‘Welcome to Legal Mission Control’, donde habló de los abogados del mañana.

En esa ponencia este experto expuso las conclusiones de sus investigaciones, que permiten anticipar cómo serán los perfiles profesionales típicos de la abogacía del futuro potenciados por la IA generativa; y cómo las herramientas de análisis predictivo anticipan la probabilidad del sentido de las resoluciones judiciales y la duración de los pleitos, facilitando el trabajo del jurista.

Ese debate moderado Cristina Retana, directora de Contenidos e Innovación de Aranzadi LA LEY y patrona de su fundación, ha contado con la participación de Santiago Mediano, presidente y socio cofundador de Santiago Mediano Abogados; Cristina Mesa, socia del departamento de Propiedad Industrial e Intelectual en Garrigues; Alicia Muñoz, directora de Gobierno, Regulación y Asesoría Jurídica de Banca Comercial de Santander España; y Raúl Rubio, socio de Propiedad Intelectual, Industrial y Tecnología de Pérez-Llorca, promotor de The Legal School, centro de formación de Derecho TIC.

Raúl Rubio habló de la relación de lo abogados con la IA: “Es fundamental tener la mente abierta ante algo tan innovador como es la inteligencia artificial que se va a modificar de manera gradual. En general, los despachos de abogados estamos afrontando este cambio. Estamos en la fase de experimentación, de analizar distintas herramientas y casos de uso. Las asesorías jurídicas de empresa están invirtiendo en ello; el reto del presupuesto está encima de la mesa como elemento limitador. A nivel personal hay muchos perfiles porque la gestión del cambio siempre es un reto para cualquier profesional”.

Mientras tanto, Alicia Muñoz fue preguntada por las brechas digitales entre las distintas generaciones que coexisten en Banco de Santander. La directora de Gobierno, Regulación y Asesoría Jurídica de Banca Comercial del Santander recordó que “la transformación tecnológica de bufetes y empresas es también una forma nueva de hacer las cosas. Necesitamos otras competencias o skills para afrontar estos procesos en los que estamos inmersos, y un liderazgo en cada organización que sepa gestionar este cambio. Entre esas habilidades está el prompting, hacer las preguntas adecuadas. En una asesoría jurídica las posibilidades del uso de la IA son importantes. Se trata de ser más eficiente”.

En el caso de Santiago Mediano, el presidente y socio cofundador del despacho de abogados que lleva su nombre opinó que “no parece que vaya a afectar a la contratación de perfiles juniors los distintos chats legales o asistentes que están emergiendo desde la IA en estos momentos”. Mediano cree que “la IA va a generar una redefinición de roles y de contenidos de sus tareas. Algunas tareas pueden hacerse ahora desde los ordenadores y la IA. Eso no significa que todo lo que pueda hacer un abogado junior lo puede hacer un sistema de inteligencia artificial. Es posible que el currículum de un joven abogado vaya a cambiar. Los despachos serán ahora más eficientes, aunque no ganen más dinero”.

Santiago Mediano, Alicia Muñoz, Cristina Mesa y Raúl Rubio, fueron los ponentes del debate sobre inteligencia artificial, moderado por Cristina Retana. (Imagen: Legal Management Forum)

IA y Propiedad intelectual

En su intervención, Cristina Mesa habló de los riesgos inherentes en materia de propiedad intelectual sobre la IA: “Hay que hacerse tres preguntas. Una relativa al entrenamiento donde se utiliza mucha información, a veces protegida por derechos de propiedad intelectual. La cuestión es si hay una infracción legal si se utilizan estos contenidos sin permiso. Todo depende del país en el que estés, en Estados Unidos estos temas se amparan en el fair use o uso justo. Hay muchas demandas pero no tenemos sentencias sobre estos temas”.

La socia del departamento de Propiedad Industrial e Intelectual en Garrigues recordó que en la Unión Europea ha habido una sentencia, en un juzgado de primera instancia en Hamburgo, que ha aplicado las excepciones de test and data mining para permitir estos entrenamientos con inteligencia artificial. “Lo que no queda claro es cómo lo interpretaran los tribunales. En este fallo, el entrenamiento se consideró licito porque se hizo con una finalidad científica, queda saber que pasará sobre el uso comercial de estos entrenamientos”.

Otra cuestión que plantea esta jurista es “qué sucede si los resultados que obtenemos se parecen a una obra preexistente. Habrá que analizar caso por caso para saber si estamos ante una infracción”. Por último, otro tema que preocupa desde la PI es la propiedad de lo que generan estos resultados: “A día de hoy los resultados generados por herramientas de IA no son protegibles desde la normativa de propiedad intelectual, lo que puede generar problemas de monetización de dichas obras”.

Alicia Muñoz explicó los casos de usos de la IA en estos momentos “el sector financiero ha sido pionero en la transformación digital. Hemos logrado mejorar nuestra eficiencia interna y ayudar en el trabajo a nuestros profesionales. Nosotros, a nivel de secretaría general, iniciamos un proceso de transformación en el año 2020. Lo primero que hicimos fue formar a nuestros profesionales en competencias digitales para que se involucraran en ese cambio tecnológico. Con esta tecnología mejoramos la mayor parte de nuestros procesos internos para luego introducir herramientas de IA, donde el uso de datos es fundamental”.

El debate sobre la IA generativa dejó claro que los abogados harán las cosas de otra manera más eficiente con estas herramientas. (Imagen: Legal Management Forum)

La importancia del Reglamento de IA

Sobre el Reglamento de IA, recién aprobado, fue Santiago Mediano quien comentó algunos detalles: “Es una pieza normativa pionera a nivel mundial que ha generado otras iniciativas legislativas en otros países. Este Reglamento pretende proteger al ser humano y a los consumidores clasificando a todos los operadores a los que añade un nivel de responsabilidad diferente. Dichos operadores deben testar que su desarrollo respeta el Reglamento de IA y protege los derechos fundamentales de las personas. Así se clasifican los sistemas de inteligencia artificial en función de su riesgo con el ser humano en cinco categorías”.

Este jurista cree que este Reglamento plantea una serie de problemas relacionados con el uso de los datos personales; también en la interacción de la IA generativa con la propiedad intelectual. Al mismo tiempo la próxima directiva de protección de consumidores abordará los sistemas de IA. Y es que, a juicio de Mediano, “hay que seguir desarrollando otras normas complementarias a este Reglamento de IA. Esto va a hacer que tengamos que estudiar la norma a fondo porque va a entrar en vigor de forma progresiva desde el próximo mes de febrero”.

Cristina Mesa comentó cómo las empresas y organizaciones están diseñando una política de uso de estas herramientas de IA en el seno de las organizaciones: “Estas políticas de uso deben definir la política decisoria de la organización; qué sistemas se contratan y para qué se contratan. A partir de aquí es esencial formar a los trabajadores en estas herramientas. Deben revisar el trabajo de esta tecnología porque también en ocasiones se equivocan. Es fundamental la supervisión humana, sobre todo cuando hay derechos fundamentales en juego”.

Los ponentes hablaron de la IA para finalizar el debate y señalar si realmente es una revolución o una evolución en estos momentos. Raúl Rubio cree que “lo que va a marcar la situación es el uso de los datos que se haga, en términos de volumen o de importancia: “Las grandes estructuras van a tener un acceso mayor a esos datos. Vamos a un proceso de datificación del derecho que va a cambiar la manera de ejercer la abogacía. Además el uso de estas herramientas podrá mejorar la productividad de cualquier abogado en un contexto de mayor especialización de los servicios legales”.

Tecnologías a medida para los despachos

Para Alicia Muñoz “consultando a CHATGPT parece claro que abordamos la evolución tecnológica y la revolución en la forma de hacer las cosas. Habrá que ver si el uso de la IA nos hace ser más productivos y a realizar tareas que aporte valor. Los abogados no vamos a desaparecer, aunque vamos a trabajar de forma diferente”.

Por su parte, Cristina Mesa ve más la evolución con el uso de la IA, al igual que Santiago Mediano, quien añade que “ya se hablaba en los trabajos de Torres Quevedo en el siglo XX de la inteligencia artificial. Gracias a estos expertos estamos hoy aquí en este nuevo horizonte”.

De nuevo el ‘Legal Management Forum’ ha sido punto de encuentro de juristas y profesionales de la gestión. (Imagen: Legal Management Forum)

Entre los asistentes a este evento se encontraban José María del Rio, director LegalTech de Economist & Jurist, y Yahaira Agredo, directora de marketing de E&J, quienes comentaban al finalizar el debate las incidencias de este. “La implementación de herramientas de inteligencia artificial en el sector legal está transformando la manera en la que los despachos de abogados y asesorías jurídicas operan. Estas tecnologías ofrecen diversas funcionalidades, desde la automatización de tareas repetitivas hasta el análisis predictivo de casos y la generación de documentos legales”, comentaba del Rio.

“Entre las herramientas más destacadas se encuentran las bases de datos jurídicas con IA integrada, como Global IA, que permite a los profesionales acceder de forma sencilla y rápida a información jurídica relevante. Esta solución facilita la localización ágil de jurisprudencia, doctrinas, formularios y legislación, optimizando el tiempo y recursos de los abogados, y mejorando la eficiencia en la prestación de servicios legales.”

Por su parte, Albert Ferre, vicepresidente y director general de Global LegalTech Hub, estuvo pendiente de ese debate. La próxima semana, los días 23 y 24 de octubre, tendrá lugar en el Espacio de Telefónica de Madrid el GLTDay, en formato híbrido, donde Economist & Jurist, como partner del evento, tendrá un espacio para recibir a invitados, partners y empresas. “Ahora mismo hay mucho más debate que implementación a nivel de despacho sobre herramientas de IA. Está costando mucho que se implemente porque hay muchos límites tanto internos como externos”, señalaba Ferre.

Desde su punto de vista, “habrá que ver las primeras experiencias en los bufetes y cómo se van implementando. En los próximos dos o tres años podremos comprobar si tienen algún efecto en la cuenta de resultados. Es previsible que esos despachos que implementen dicha tecnología tengan esos resultados en su cuenta de explotación, diferentes a otros que no lo hagan. Las firmas grandes tienen más capacidad de revisar y utilizar herramientas de este tipo, pero las firmas medianas tienen que ir más a tiro hecho y pensárselo mejor”.

Marisa Méndez, psicóloga especializada en el sector legal y ex abogada, es consciente de los valores de la IA para mejorar la eficiencia interna de la organizaciones y las relaciones con los clientes: “Igual que podemos medir nuestro bienestar con herramientas de IA,  no podemos olvidar el otro lado de la IA que puede crear profesionales con ansiedad y adicciones. Esta adicción a la tecnología no es nueva, pero puede tener otro desarrollo en con el uso de la IA de forma recurrente”.

Esta experta recuerda que “con la adicción evitamos algunos recuerdos que nos incomodan y esa evitación nos permite despejarnos o entretenernos. A partir de aquí estas vulneraciones biológicas pueden caer en adicciones. Lo que más me preocupa de esta actividad es la sobrecarga cognitiva que nos puede dañar a corto y largo plazo, pero sobre todo, que nos haga desconectarnos de las personas. Los humanos necesitamos la conexión social para poder generar un estado de calma y seguridad».