La oportunidad del abogado solo.
La oportunidad del abogado solo.
El Congreso se estructuró en varias mesas redondas que abordaron temas cruciales para el arbitraje. (Imagen: ICAB)
Para bien o para mal los próximos dos años que vienen son una extraordinaria oportunidad para los SOLOS. La recesión económica y el estrechamiento del mercado en liquidez de los clientes hace que éstos observen con mayor simpatía y mejores ojos a los pequeños despachos, que antaño. Pero no nos equivoquemos, siguen queriendo la misma calidad y hay que dársela, sino no compraran, porque todos tienen poco dinero y lo quieren emplear bien, es decir, de la forma más eficiente posible, porque esa es la regla de la crisis
¿Quieren calidad técnica?, por descontando, pero la calidad que realmente van a valorar es la calidad percibida, la atención al cliente, y en ese punto los abogados SOLOS tienen sus fortalezas, pero también sus debilidades.
Desde el punto de vista de atención al cliente, la fortaleza del SOLO en cercanía es obvia. Puede y debe dar mucho más calor al cliente, más relación y en consecuencia trabajar mejor el valor de la confianza.
Desde el punto de vista de precio, es obvio que existe una ventaja por la propia estructura de costes de un SOLO que permite unos márgenes superiores a los que antaño ahogaban al pequeño despacho. Pero también es cierto que para que el cliente acepte los nuevos precios del SOLO se necesita crear el valor suficiente para que los pague,( por menores que sean estos precios en relación a los del despacho de mayor tamaño que pagaba antes), y ese valor sólo se crea con el reconocimiento a la experiencia y valor del SOLO. Y esa experiencia debe ser visible y parametrizable. Para ello es necesario ser encontrados, tener presencia, ser visibles, así se parametriza el expertise por parte de un cliente, por la fama del abogado, y hoy por primera vez en la historia la fama se puede conseguir con trabajo y presencia en.INTERNET
Pensarlo bien, NUNCA hasta hoy el abogado SOLO había podido tener a su alcance varios clientes que en sólo 5 minutos pudiesen telefonearle y contactar con él por lo que saben de él a través de Internet. Esa posibilidad minimiza el marketing de relación de antes, tan necesario para la fama, y permite que el SOLO pueda tener su gloria con una presencia adecuada y trabajada en Internet por él mismo o descansada sobre el trabajo de otros a un precio razonable (éstos otros solo en tecnología no en contenidos que siempre deben ser elaborados por el propio abogado).
Resuelto el problema de la forma y el canal de crear ese valor que dará oportunidad a los SOLOS de un mayor precio por sus servicios, queda el problema del Cómo y lo cierto es que ahí no hay mucha salida.
No nos engañemos, hoy en día no se puede ser un buen abogado generalista, eso ya pasó, si acaso se puede ser un buen abogado que distribuye asuntos entre grandes expertos, pero el gran abogado que sabía de todo, está en vías de extinción desde el punto de vista de la rentabilidad, ( que lo siento, es el que cuenta). Hoy los clientes cada vez quieren que el abogado sepa más y más de cada vez menos cosas y eso aboca a la especialización, no entendida como especialización de derecho sino como especialización de materia. Se trata más de seguir el camino de algo ya escrito en este blog:
El abogado hoy para ser eficaz necesita ser especialista no sólo en derecho, sino en el negocio del cliente, debe comprender la lógica del mercado en el que se mueve y sobretodo sentirse parte del “staff” del cliente cuando trabaja para él. En un tiempo en el que los “consejos
legales” suelen limitar las posibilidades de avanzar, el cliente premia el servicio legal de quién le entiende y le ayuda a encontrar la solución que precisa.
Vistas las fortalezas del SOLO ante esta oportunidad y como trabajarlas queda el tema de las debilidades, y ahí el tiempo y la falta de staff o equipo forman una parte importante del problema y para resolverlo una vez más sólo queda el apalancamiento en la tecnología. El cloud computing obviamente puede ser la salida, pero para ello necesita un cambio en la actitud y aptitudes de los abogados, que necesitan dejar de ver peligros, contratar proveedores razonables en términos de precio y seguridad de datos y backups y sobretodo de comprender que incorporar nuevas tareas a sus procesos de trabajos de forma disruptiva y de dejar de pivotar su labor diaria únicamente sobre la producción son actitudes que no marcan un ocaso sino más bien un nuevo amanecer.
Ahí esta la Revolución de los SOLOS, es su oportunidad, de ellos depende aprovecharla y naturalmente dentro de dos años hablaremos de otra cosa. Así es el mundo hoy.
Por Josan Garcia. Blog de gestión de despachos de abogados