Las consecuencias del «brexit» para los miembros británicos del TJUE
Las consecuencias del «brexit» para los miembros británicos del TJUE
El éxodo de Reino Unido de la Unión Europea tendrá efectos directos sobre el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), ya que sus tres miembros británicos -dos jueces y una abogada general-, tendrán que abandonar sus funciones en el alto tribunal a partir del próximo 31 de enero, que es cuando se pronostica -a tenor de las explicaciones dadas por Boris Johnson- que Reino Unido hará efectiva su salida de la Unión Europea.
Christopher Vajda, de 64 años, Ian Stewart Forrester, de 74 años, y Eleanor Sharpston, de 64 años, que son los magistrados que representan a su país en el TJUE, perderán esa condición en las próximas semanas, produciéndose así una situación anómala, ya que durante los últimos 66 años UK ha venido aplicando el derecho de la UE en su territorio. Derecho entreverado con el doméstico británico, que hasta el presente ha sido su referente.
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El TJUE, presido actualmente por el belga flamenco Koen Lenaerts fue creado en 1952 y a posteriori el Tratado de Lisboa amplió su alcance jurisdiccional. Su misión es controlar la legalidad de los actos de las instituciones que conforman la UE, velar porque los estados miembros respeten las obligaciones establecidas en los tratados e interpretar el derecho de la Unión a solicitud de los jueces nacionales.
Algunas de las cuestiones prejudiciales planteadas por magistrados españoles han tenido gran repercusión, como la nulidad de las cláusulas suelo, de las cláusulas abusivas en contratos hipotecarios o la aplicación del principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres en materia de Seguridad Social
El TJUE, hasta este momento, se compone de 63 jueces, divididos en dos tribunales, que tienen diferentes denominaciones: el Tribunal General y el Tribunal de Justicia. 28 de esos jueces sirven en el Tribunal General (antes denominado Tribunal de Primera Instancia), cuya competencia se circunscribe a la resolución de determinadas demandas presentadas por particulares, empresas, organizaciones y asuntos de competencia. Cada uno de esos jueces es nombrado por el gobierno respectivo de cada país de la Unión.
El escocés Ian Stewart Forrester sirve, desde septiembre de 2015, en el Tribunal General, por designación del gobierno británico, y tenía mandato de seis años -como todos– hasta este próximo año, pero no podrá seguir.
La instancia superior se denomina Tribunal de Justicia y está formada, también, por 28 jueces. En ella cumple su cometido el inglés Christopher Vajda desde octubre de 2012.
El Reino Unido también cuenta con uno de los once abogados generales del TJUE, la jurista inglesa Eleanor Sharpston, cuya función es la de asistir a los magistrados desde 2006. Seis de los once abogados generales son elegidos por Alemania, España, Francia, Italia, Polonia y Reino Unido; los cinco restantes son nombrados por los 22 países restantes por orden alfabético.
La figura del abogado general nada tiene que ver con los abogados, fiscales o abogados del Estado españoles.
Aunque no toman parte en las deliberaciones del Tribunal, su función es la de aportar su opinión jurídica con imparcialidad e independencia a través de dictámenes; la mayor parte de las veces, el tribunal falla en la línea del abogado general.
España cuenta con cuatro representantes en el TJUE: Rosario Silva de Lapuerta, magistrada desde 2003 en el Tribunal de Justicia, Manuel Campo Sánchez-Bordona, abogado general desde septiembre de 2015, Ignacio Ulloa Rubio -en el Tribunal General-, desde septiembre de 2013, y Alfredo Calot Escobar, secretario del Tribunal de Justicia desde octubre de 2010.