Los tópicos más populares en la abogacía
El 81% de los encuestados consideran que es un sector serio o aburrido
(Diseño: E&J)
Los tópicos más populares en la abogacía
El 81% de los encuestados consideran que es un sector serio o aburrido
(Diseño: E&J)
Alrededor del mundo de la abogacía se han instaurado una serie de tópicos. Desde Economist & Jurist hemos querido realizar una encuesta para saber cuáles son los más comunes. Lanzando 7 preguntas (6 de ellas dicotómicas y la última de carácter abierto).
El primer dato que nos arroja la encuesta es que el 96% de los encuestados (abogados) perciben que dentro del sector existen una serie de tópicos. ¡Vamos a conocer cuáles son los tópicos más comunes!
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¿Es un sector serio o aburrido?
Sobre esta premisa, el 81% de los participantes consideran que es un sector serio o aburrido. ¿A qué se debe?
Esto puede ser consecuencia de que en el sector jurídico el acervo lingüístico está enfocado al uso de tecnicismos aplicando un vocabulario formal, lo que supone que parte de la población lo asocie a estos adjetivos, debido a su falta de conocimiento en el sector.
En la práctica, puede resultar “aburrido” leer cantidades tediosas de documentación, redactar papeleo, consultar continuamente leyes y mantener siempre una compostura, imagen y elegancia en todo lo que haces, pero eso no hace más o menos divertida una profesión.
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¿Sector antiguo o encorsetado en costumbre anacrónicas?
El 85% de los encuestados consideran que la abogacía es un sector antiguo o encorsetado en costumbres anacrónicas. ¿A qué se podría deber esto?
Todo lo vinculado al marco legal parte de un punto de vista “antiguo” esto puede ser ya que la base fundamental en España es la Constitución, y esta se remontan a 1978, por lo que su interior puede estar considerado por la sociedad como “arcaico” debido a que en ciertos aspectos no se concatenan con la sociedad actual.
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¿Se caracterizan por alto estatus social?
Un 61% de los participantes piensan que la abogacía como una actividad que goza de buena reputación en la sociedad.
Un abogado es un profesional que participa en la defensa de la Justicia, realizando una función social.
Este parámetro también lo han vinculado a la remuneración económica de esta profesión. Los encuestados reflejan en la pregunta abierta, que los salarios de los letrados están sobrevalorados.
Tópicos a través de la pregunta abierta:
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Inteligentes
Preguntando a los encuestados sobre adjetivos con los que asocian a los abogados, apreciamos que la palabra “inteligentes” se repite constantemente.
¿Por qué la sociedad los considera inteligentes? Como es conocido, la carrera de Derecho requiere disciplina, esfuerzo y sacrificio, ya que el temario es muy amplio y, por tanto, un estudiante de este grado sabe que durante sus años como estudiante deberá primar el estudio al tiempo de ocio.
La inteligencia y la abogacía son dos términos que siempre han estado unidos.
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Soberbios y altivos:
Según la Real Academia Española, la soberbia se define como “Altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros”. Pero, ¿quién no quiere ser favorito sobre los demás?
Esta creencia va unida a otros estereotipos como la superficialidad. La forma de vestir puede ser un aspecto influyente sobre este tópico, ya que los abogados se caracterizan por ir de “punta en blanco”. Según un estudio de la Universidad Estatal de California, el traje es un elemento que produce efectos psicológicos asociados a la elegancia o a la toma de decisiones.
En nuestro estudio sobre Vestimenta y protocolo en los despachos de abogados analizamos cómo las firmas siguen eligiendo el traje de chaqueta para representar sus labores profesionales de cara a dar una buena imagen. Está demostrado científicamente que, llevar traje se relaciona a cargos de liderazgo.
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Frios/ sin sentimientos
Otra de las acepciones que han compartido nuestros encuestados en la pregunta número 8 es la siguiente: los abogados son personas frías y calculadores, sin sentimientos.
Esta creencia tiene cierta realidad, y es que la profesión lo requiere así. Un abogado no puede permitir que sus sentimientos, vivencias personales e inclinaciones de cualquier tipo le influyan en sus labores profesionales. Todo va a depender de la rama de especialización del derecho que el abogado ejerza, pero, generalmente, los tratan temas sociales, penales, civiles o laborales, entre otros, que afectan de manera directa a un tercero, el cliente, deben tratarse desde la objetividad.