María José Menéndez (Ashurst): «La abogacía de los negocios es un entorno que no obstruye las ambiciones profesionales de hombres ni mujeres»
María José Menéndez (Ashurst): «La abogacía de los negocios es un entorno que no obstruye las ambiciones profesionales de hombres ni mujeres»
La abogacía no es ajena a las dinámicas sociales. Por ello, y ahora más que nunca, nosotros los letrados y el resto de la sociedad estamos interesados en conocer cuál es la situación actual de la mujer dentro de la abogacía.
Preguntamos a María José Menéndez, socia y directora de operaciones corporativas de Ashurst en Europa Continental, Oriente Medio y África, directora del departamento de Derecho mercantil de Ashurst España.
Es una de las profesionales más destacadas en la industria aseguradora en España y cuenta con gran experiencia en arbitraje nacional e internacional. Debido a su amplia trayectoria y su prestigio como abogada de M&A, Maria José es designada con frecuencia para actuar como árbitro en asuntos mercantiles.
P.- ¿Cómo has visto la evolución de la mujer abogada en el sector legal desde que comenzaste tu carrera profesional?
Afortunadamente, desde que yo empecé hasta hoy el número de abogadas y su visibilidad dentro del sector se ha incrementado muchísimo. Hay un buen número de abogadas senior y socias en los despachos y se ha normalizado que las socias accedan a puestos de responsabilidad dentro las organizaciones.
Tanto los despachos como los clientes han superado en gran medida los prejuicios que existían hace dos o tres décadas. Hoy nadie se extraña de que una mujer lidere el equipo legal que asesora en una gran operación o un pleito importante; ya no se espera de manera paternalista, como se hacía entonces, que las abogadas renuncien o posterguen su carrera profesional y se limiten a asumir un papel secundario en los despachos.
«Hoy nadie se extraña de que una mujer lidere el equipo legal»
P.- ¿Qué factores crees que han hecho que mejore el papel de la mujer en el sector legal?
R.- La mujer en la abogacía de los negocios ha progresado a la par que ha avanzado en otros ámbitos profesionales, porque en su mayor parte ese cambio se deriva de la evolución social. A medida que la sociedad occidental ha ido acogiendo modelos más modernos de familia y de mujer, se ha asumido con cada vez mayor naturalidad que la mujer ejerza profesiones que antes solo desempeñaban los hombres.
Por otro lado, la abogacía de los negocios (y el mundo de los negocios en general) es un entorno que no obstruye las ambiciones profesionales de hombres ni mujeres porque se rige por los resultados: si un profesional, sea hombre o mujer, demuestra sus cualidades y aporta valor, el cliente y el despacho tratan de favorecer y retener a esa persona porque redunda en su propio interés. El entorno actual, muy competitivo, hace que la meritocracia prevalezca frente a cualquier prejuicio.
«La abogacía de los negocios es un entorno que no obstruye las ambiciones profesionales de hombres ni mujeres»
P.- ¿Cómo ves a la nueva generación de mujeres abogadas?
R.- Las nuevas generaciones de abogadas tienen una actitud positiva en relación con su carrera: asumen los retos con ambición, sin complejos, y se plantean las opciones de su actividad profesional con madurez. Son flexibles y realistas a la hora de valorar los aspectos personales y familiares que inciden sobre su capacidad de trabajo: por ejemplo, el reparto de tareas con sus parejas o las circunstancias profesionales de cada miembro de la pareja.
Sin embargo, a veces les falta adquirir un poco más de consciencia del mundo de los negocios en el que se desenvuelve su actividad. Las abogadas suelen centrarse mucho en los aspectos técnicos del trabajo y menos (o menos que sus colegas masculinos) en las oportunidades del mercado y las tendencias estratégicas. Ese seguimiento del mercado y desarrollo de oportunidades es importante para avanzar en la carrera y las abogadas no siempre son conscientes de ello.