Una abogada y su clienta se enteran del contenido de la sentencia ¡por la prensa!
La letrada ha presentado una queja ante el TSJ de Aragón para que se investigue quién filtró el fallo
(Foto: Medium)
Una abogada y su clienta se enteran del contenido de la sentencia ¡por la prensa!
La letrada ha presentado una queja ante el TSJ de Aragón para que se investigue quién filtró el fallo
(Foto: Medium)
La abogada Isabel Lafuente Velilla fue designada por el Turno de Oficio para defender a una mujer que había sufrido una agresión sexual por parte de su expareja, siendo su labor la de ejercer la acusación particular.
Después de que se celebrase el juicio, como suele habitual, su clienta, nerviosa por el desenlace de su asunto, preguntaba a menudo a su abogada si tenía novedades sobre la publicación de la sentencia. No obstante, su letrada, como viene realizando durante los más de 25 años de ejercicio, le anunció que, tan pronto como le notificaran a la misma el fallo, se lo haría saber de inmediato.
“Al ser consciente del carácter violento de su agresor, tenía mucho miedo de que lo pusieran en libertad, por las represalias que pudiera tomar por haberle denunciado”, advierte Lafuente.
En la mañana del pasado viernes 8 de abril, la víctima volvió a preguntar a su abogada. En cambio, de nuevo, la respuesta volvió a ser negativa: no había ninguna novedad en relación a su caso.
“Mi sorpresa fue cuando poco después contactaron conmigo su madre y ella misma, ambas muy airadas, porque sus familiares y amigos les estaban llamando constantemente y mandándoles capturas de la noticia publicada en diferentes medios esa misma mañana”, anuncia la letrada. “Debieron entender que yo las quería engañar”, agrega.
Sus familiares y amigos les estaban llamando constantemente y mandándoles capturas de la noticia publicada en diferentes medios
Además, la noticia fue publicada con todo lujo de detalles y develaba la identidad de la pareja sentimental de la víctima. “Se publicó el nombre y apellidos del investigado, de tal forma que al haber mantenido una relación sentimental con mi defendida de más de dos años, todos sus amigos, familiares, incluso compañeros de estudio que conocían a su agresor y el nombre de éste, pudieron enterarse con detalle de los límites que en uso de su libertad personal y dentro de su relación sentimental, había consentido o estaba dispuesta a consentir; incluso se han podido enterar, con precisión obscena, de los detalles en que consistió la agresión sexual sufrida, y que mi defendida considera altamente vergonzante para ella”, sostiene Lafuente.
Para intentar comprender qué es lo que había ocurrido, la abogada entró en el expediente de Avantius y observó que se había publicado la sentencia ese mismo día, el 8 de abril de 2022, pero no iba a ser notificada hasta el próximo lunes, el 11 de abril de 2022.
Esta parte quiere que se depuren responsabilidades con el fin de que este hecho no vuelva a ocurrir
“Es decir, que a esta letrada, personada en la causa como acusación particular de una de las partes del procedimiento, que precisamente es la que defiende a la víctima que lleva año y medio en tratamiento psicológico; víctima que está asustada y expectante por si pusieran en libertad a su agresor; no se le permite ver el contenido de la sentencia y, sin embargo, los diferentes medios de prensa ya han tenido acceso a esa resolución”, alerta Lafuente. Lo anterior “hace sospechar que ha habido una filtración de la sentencia y esta parte quiere que se depuren responsabilidades con el fin de que este hecho no vuelva a ocurrir, por el perjuicio causado a mi cliente y a mí misma”, expone.
Queja ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón
Fruto de lo anterior, la abogada ha presentado formalmente una queja ante el presidente del TSJ de Aragón en la que peticiona que se abra una investigación para aclarar quién es el responsable de que se haya filtrado el sentido del fallo a la prensa antes incluso de que las partes personadas tuviesen acceso a la resolución dictada.
Por un lado, respecto al perjuicio causado a su clienta, la letrada considera que la publicación vulnera el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen de la víctima, recogido en el art. 18 de la Constitución Española y desarrollado en la Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, ya que aunque no se revela el nombre de la mujer, si se descubre quién fue su pareja sentimental durante varios años y, por tanto, sus familiares, amigos y compañeros de estudio la relacionan directamente con él.
La publicación vulnera el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen de la víctima
Por otro lado, respecto al perjuicio causado a la propia letrada, Lafuente evidencia en su escrito la situación tan desagradable y de impotencia que ha padecido a causa de la filtración del fallo. “Además de restarme credibilidad a los ojos de mi cliente y su familia, me costó mucho tiempo invertido en escuchar reproches, hacer aclaraciones, justificaciones y muchos ratos desagradables hurtados a mi trabajo y a mi vida familiar”, concluye la abogada ejerciente en Zaragoza.