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Cambios en la política de privacidad de WhatsApp: ¿qué hay de nuevo realmente?

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Cambios en la política de privacidad de WhatsApp: ¿qué hay de nuevo realmente?

WhatsApp arrancó el 2021 publicando la actualización de su política de privacidad, en la que se detalla todo lo relativo al tratamiento que lleva a cabo de los datos personales de los usuarios de la aplicación



Las consecuencias de este anuncio no se hicieron esperar y, poco después, los medios ya se hacían eco del efecto desbandada que la noticia había provocado entre los usuarios. Muchos de ellos decidieron inmediatamente sustituir WhatsApp por otras aplicaciones de mensajería instantánea, movidos por el recelo y la desconfianza que las nuevas condiciones les provocaban. Este fenómeno tuvo un carácter especialmente masivo en Estados Unidos, quizá porque los cambios afectaban en mayor medida a los residentes en este país que a los usuarios europeos; quizá porque Telegram y Signal, sustitutivos de WhatsApp, gozan en el continente americano de mayor presencia que en Europa, o quizá debido a la influencia de opiniones como la de Elon Musk, CEO de Tesla, quien el 7 de enero recomendara abiertamente en Twitter el uso de Signal. Probablemente, por una combinación de todos estos factores.

WhatsApp, Telegram y Signal (FUENTE: BBC)



En cualquier caso, y ante este panorama, WhatsApp no tardó en recular. A los pocos días hacía pública su intención de posponer la entrada en vigor de los cambios en su política, pasando del 8 de febrero hasta mínimo el mes de mayo. La intención, al parecer, es utilizar este lapso temporal como margen para poder transmitir a los usuarios una información más completa y detallada acerca de las implicaciones que el nuevo texto tendrá sobre su privacidad.

A estos efectos, WhatsApp ha publicado recientemente una serie de aclaraciones en forma de “FAQs”, que hacen especial hincapié en la idea de que la aplicación no permite a la compañía visualizar mensajes privados ni escuchar llamadas de voz, incidiendo en este sentido sobre la seguridad que ofrece el sistema de cifrado de extremo a extremo empleado para proteger los mensajes. Pero ¿debería ser esta la única –o la principal– preocupación de los usuarios?

¿Qué implican en realidad las novedades para la privacidad de los usuarios?

La novedad más destacada de las nuevas condiciones relativas al tratamiento de los datos personales tiene que ver, esencialmente, con un incremento significativo en la cantidad de datos de sus usuarios que WhatsApp pretende compartir con Facebook.



Así, quienes decidan continuar utilizando la aplicación tras la fecha en que finalmente entre en vigor la nueva política de privacidad, deberán asumir que WhatsApp podrá compartir con Facebook no solamente la dirección IP y la información relativa al servicio, sino también la forma en que aquel interactúa con el resto de los usuarios y con su dispositivo móvil, entre otros posibles datos.

Sin embargo, estos cambios no afectarán a todos los usuarios por igual. De hecho, la normativa europea no permite que los datos personales sean comunicados por parte de WhatsApp a Facebook o a otras empresas del grupo, ni ahora ni cuando comiencen a aplicarse los nuevos términos, y ello con total independencia de que estos aceptasen una política de privacidad donde se previese expresamente esta posibilidad. La razón no es otra que el blindaje que proporciona en este aspecto a los ciudadanos europeos el Reglamento General de Protección de Datos (“RGPD”), que impide el intercambio de datos entre empresas –también entre aquellas pertenecientes a un mismo grupo– sin la correspondiente legitimación.

No obstante, no son pocos quienes consideran que las nuevas condiciones de privacidad de WhatsApp resultan opacas y confusas, y su aplicación a la práctica en Europa, todavía incierta. Si bien los términos del RGPD son claros, han sido varios los europarlamentarios y las autoridades de control que han trasladado a la Comisión Europea su preocupación por la situación. La Agencia Española de Protección de Datos (“AEPD”), en esta línea, ha declarado encontrarse en proceso de análisis de los nuevos términos, de cara a cooperar con las demás autoridades europeas en una respuesta conjunta. Los usuarios europeos, por su parte, tendrán que esperar para obtener información transparente y fiable sobre cómo piensa tratar WhatsApp sus datos personales en el futuro.

¿Son más seguras otras aplicaciones similares?

El anuncio de la nueva política, tal como se ha expuesto, trajo consigo un sentimiento de inquietud entre muchos usuarios, que se materializó en que las principales alternativas en aplicaciones de mensajería instantánea, como Telegram y Signal, volvieran a encabezar la lista de descargas los días posteriores a la noticia, en un auge del número de personas que decidieron abandonar a la que alberga hoy más de 2.000 millones de usuarios activos mensuales, en busca de mejores opciones.

Sin entrar a valorar las funcionalidades que cada aplicación permite o no, parece claro que el inferior volumen de datos personales que ambas recaban y tratan en comparación con WhatsApp, tal y como se puede observar en cada una de sus políticas de privacidad, puede convertirse sin duda en el principal factor de decisión para estos nuevos usuarios.

En la siguiente tabla-resumen se recoge brevemente una comparativa entre las categorías de datos personales que trata cada una de las aplicaciones de mensajería más populares:

SIGNAL TELEGRAM WHATSAPP
Número de teléfono
Contactos
Localización
Información de contactos
Identidad del usuario
Identidad del dispositivo
Información de rendimiento e interacción
Información de diagnóstico
Información de pago
Datos publicitarios
Otros contenidos del usuario

En general, tanto Telegram como Signal son mucho más restrictivas en cuanto a la cantidad de información que recaban y tratan, lo cual implica una diferencia fundamental con respecto a WhatsApp. Además, el hecho de que, por ejemplo, tanto Telegram como Signal no comuniquen datos a terceros, o que no se contemple la posibilidad de mostrar publicidad en estas plataformas, junto a otras diferencias en el servicio ofrecido, implica que su uso tenga un menor impacto en materia de privacidad, y por tanto, que estas se configuren como opciones mucho más garantistas en relación con la información de sus usuarios.

Queda por ver si WhatsApp modificará nuevamente su política de privacidad durante los próximos meses, y en qué sentido se van a pronunciar las autoridades europeas en relación con este asunto. Del mismo modo, está por comprobar si WhatsApp logrará convencer a parte de los usuarios para que vuelvan –o al menos, a los europeos–, con su estrategia de enarbolar el discurso de que su privacidad no se va a ver afectada.

Lo que sí parece cierto, a juzgar por el revuelo causado, es que a los usuarios cada vez les importa más cómo tratan sus datos personales los gigantes tecnológicos. Todo indica, así pues, que a WhatsApp no le queda más remedio que pensar muy bien cuál va a ser su siguiente paso en este sentido, al estar ahora ya no solo en el punto de mira de las autoridades de control sino también en el de sus propios usuarios.

Autores: Javier Torres y Ángela López, abogados de ECIJA

Javier Torres es Privacy / IP Lawyer en ECIJA.

Ángela López, Privacy & Cybersecurity IT & IP Lawyer en ECIJA

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