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La firma

De Orwell a la Proposición de Ley de Medios actual, un recorrido por el concepto de ‘libertad’

Cuando el concepto de libertad deja de existir

(Imagen: E&J)

Sara Zarzoso

Redacción E&J




Tiempo de lectura: 2 min

Publicado




La firma

De Orwell a la Proposición de Ley de Medios actual, un recorrido por el concepto de ‘libertad’

Cuando el concepto de libertad deja de existir

(Imagen: E&J)



Nunca he tenido una memoria prodigiosa, y si me acuerdo del comienzo de El Quijote o de Cien años de soledad es por pura cabezonería y, quizá, porque, seamos realistas, se repiten más que los Aurelianos Buendía. Sin embargo, hay una frase literaria que leí hace algo más de ocho años y que nunca he olvidado —bendita desmemoria la mía— cuya autoría se le puede atribuir al maestro George Orwell, autor de Rebelión en la granja y de 1984. Dice así: “¿Cómo vas a decir ‘la libertad es la esclavitud’ si el concepto de libertad ha dejado de existir?”.

La primera vez que leí estas palabras no era más que una adolescente cautivada que leía a Eric Arthur Blair porque el hecho de que hubiera escrito una novela cuyos protagonistas eran cerditos me tenía ensimismada. Por aquellos tiempos también acababa de descubrir el significado de la palabra ‘distopía’ y disfrutaba imaginándome posibles conspiraciones donde el poder no estaba en manos de corruptos, sino en las de extraños humanoides que nos habían conquistado. Fue hace tan solo un par de años cuando, recordando aquella frase que tanto me había intrigado, me entró un impulso irracional por desentrañar su significado.



La libertad es la esclavitud. Li – ber – tad. Si nos enfocamos en la etimología de la palabra, ésta proviene de latín libertas, libertatis, que se refiere a una condición de quien es libre política y jurídicamente. Extraño contraste al lado de la palabra ‘esclavitud’, de origen griego. Tan contradictorio. La frase prosigue: “…si el concepto de libertad ha dejado de existir”. ¿Es posible que un concepto deje de existir? Realmente, ¿si todas las personas del mundo dejan de pensar en algo, ese algo se desvanece?

Estuve durante horas dándole vueltas a aquella oración. Preguntándome si los seres humanos somos realmente libres. Si en algún momento de la historia, donde el contexto hacía necesaria una reestructuración político-social, los mandatarios de cualesquiera que fuere el país intervenido hubieran conseguido abolir un concepto tan abstracto y discutido como el de la ‘libertad’. Dile a Edmundo Dantés, quien consiguió escapar del Castillo de If donde estaba condenado a morir, que realmente no era libre porque todos sus actos como conde los había llevado a cabo encadenado a un grillete que tenía por nombre la palabra Vendetta.



Y ahora en España el Gobierno se plantea —y ya ha presentado una Proposición de Ley en el Congreso— aprobar una Ley de Medios. Un texto que regule, controle y “democratice” lo que los periodistas publicamos cada día en los diarios. Y entonces me vuelve a la cabeza la frase de Orwell que, simulando una nación controlada por el Hermano Mayor, donde el Estado manipula la verdad y limita el derecho a informar y ser informado, me hace reflexionar sobre los peligros de un control excesivo sobre ciertos derechos fundamentales.



Entonces cada vez veo más posible que el concepto de ‘libertad’ se haya podido distorsionar tanto que, lo que hoy en día consideramos que es libertad, en verdad pueda llegar a ser una esclavitud camuflada: un camaleón déspota riéndose a carcajadas. Somos esclavos de nuestros miedos, de nuestros actos. Somos esclavos de nuestras leyes, de nuestros Eros y de nuestros Thanatos. Y si a eso le sumamos el hecho de que, cada año, la creciente sensibilidad social atenta contra el individualismo y la cruda realidad, temo que llegue el día en que olvidemos lo que de verdad debería significar la palabra ‘libertad’.

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