«Es el momento de una auténtica y deseada transformación»
Candidatura al CGAE, otro punto de inflexión
Fachada del Consejo General de la Abogacía Española. (Imagen: CGAE)
«Es el momento de una auténtica y deseada transformación»
Candidatura al CGAE, otro punto de inflexión
Fachada del Consejo General de la Abogacía Española. (Imagen: CGAE)
Estamos en un momento decisivo para la abogacía y para la Justicia en general. Se percibe en la reivindicaciones de sectores de juristas (LAJs, jueces y funcionarios) que tuvieron lugar durante el pasado año y que siguen estando presentes este año. Unos 11.000 abogados se manifestaron hace escasos meses en Madrid. También se han creado nuevas asociaciones y movimientos de abogados para realizar reivindicaciones. Se agrupan distintas sensibilidades para un fin común: mejorar la situación de la abogacía y de la Justicia en general. Las próximas elecciones a la presidencia del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), el próximo 28 de junio, van a ser decisivas en este contexto.
Los medios de comunicación parece que empiezan a interesarse por cómo funciona realmente la Administración de Justicia y por la situación real del desarrollo de la profesión de la abogacía, sobre todo la de oficio. Empiezan a hablar de la Justicia más allá de los casos “mediáticos” de los famosos o de los casos que, por su violencia o circunstancias, puedan generar especial interés. Realizan análisis de la situación del desarrollo de la profesión de la abogacía, de la situación de los juzgados, de la repercusión en la ciudadanía y en el desarrollo de los derechos fundamentales. La prensa, ese claro reflejo de la evolución de una sociedad.
También se empiezan a tratar los problemas reales en su verdadera dimensión. Los ciudadanos están detrás de cada caso que entra en los juzgados —sean defendidos por un abogado de oficio o particular— y son ellos, los ciudadanos, los que se ven más afectados por la mala situación de la Administración de Justicia, por la tardanza en los juzgados, porque el abogado particular o de oficio no pueda ver las actuaciones, porque el señalamiento de su juicio sea dentro de cinco años, porque el recurso se resuelva en dos años, porque el funcionario esté ausente en el juzgado y nadie te facilite el expediente, etc. Estamos siendo conscientes de nuestra realidad y por eso estamos empezando a cambiarla.
Algo ha ocurrido, los distintos operadores jurídicos estamos hartos ya de aguantar y sufrir el abandono de las instituciones y de los políticos, se respira un ambiente de hartazgo y parece que es el momento de una auténtica y deseada transformación.
Las próximas elecciones a la presidencia del CGAE, del próximo 28 de junio, son decisivas para llevar a cabo esta transformación tan necesaria y reivindicada por todos los sectores de juristas desde hace ya tanto tiempo. He presentado mi candidatura porque soy consciente de la importancia de las instituciones para lograr las mejoras necesarias en el día a día de la profesión. Las elecciones para elegir al presidente o presidenta del CGAE se van a celebrar en un contexto delicado. La abogacía tiene que hacer frente a importantes cuestiones de primer interés, que paradójicamente han estado abandonadas durante muchos años.
La Mutualidad y el Turno de Oficio, claves
Por un lado, hay que afrontar el problema de la Mutualidad. El CGAE no puede ponerse de lado y debe tomar una posición activa para llegar a definir qué soluciones reales hay para que los abogados tengamos una jubilación digna, y una situación que no nos haga sentir que la Mutualidad es una entidad ajena a nuestros intereses, incluso contraria a los mismos. Hay que estudiar un acercamiento con soluciones reales para todas las situaciones y sensibilidades, y el CGAE tiene que estar dispuesto a asumir esta función.
El desarrollo y mejora de las condiciones del Turno de Oficio es otra asignatura pendiente desde hace muchos años. La importancia de la Justicia gratuita en una sociedad democrática es de primer orden. Hace escasos días se publicaba un artículo en el que se afirmaba que España es el tercer país de Europa donde peor se paga a los abogados de oficio. Muchos son los temas a mejorar en el Turno de Oficio: el abono de la cobertura social, el abono de los desplazamientos, dietas, nocturnidad, festivos, la subida de baremos razonable, el abono de todas las actuaciones, la actualización del IPC, los derechos frente a los clientes, la derivación de las tareas de gestión en el expediente de justicia gratuita y en los cobros, y un largo etcétera derivado de un insultante y vergonzoso abandono desde hace muchos años. El CGAE tiene que activar sus recursos institucionales para lograr los objetivos de desarrollo del Turno de Oficio acordes con los niveles de dignidad propios de un Estado de Derecho.
También el desarrollo de los derechos de toda la abogacía a la hora de ejercer se encuentra con obstáculos en los juzgados que el CGAE debe afrontar y remover para llegar a esa calidad en la dignidad del ejercicio de la profesión, que a día de hoy no tenemos. Las esperas en los juzgados no siempre están justificadas y la abogacía tiene que lograr que se respeten los horarios y el trato en los juzgados, así como que se logre una calidad en el desarrollo de la profesión propio de un Estado democrático y de Derecho.
No podemos seguir manteniendo a las instituciones adormecidas y debemos activar nuestros recursos para promover el desarrollo necesario en los derechos fundamentales y lograr las condiciones de trabajo dignas y adecuadas para el desarrollo de la función de la abogacía y de la Justicia en general.
Estos son los motivos por los que presento mi candidatura y creo que son las razones que deben «presidir» en el CGAE, porque el CGAE es un órgano vital para llevar a cabo esta evolución tan necesaria para la abogacía, la Justicia y la ciudadanía en nuestro Estado de Derecho.