‘Felices’ vacaciones
“La Administración de Justicia ha tocado fondo”
(Foto: E&J)
‘Felices’ vacaciones
“La Administración de Justicia ha tocado fondo”
(Foto: E&J)
Agosto. Llegan las más que merecidas vacaciones para la inmensa mayoría de los profesionales dedicados a trabajar por y para la Justicia. Aunque este año es muy distinto a otros. Y es que no conozco a ningún compañero que reciba con optimismo o alegría dicho periodo vacacional. Hoy nos sentimos más tristes que nunca ante la situación que vive nuestro sistema de Justicia. A todos los niveles. Desde el juzgado unipersonal del pueblo más pequeño hasta el Consejo General del Poder Judicial, pasando, cómo no, por el Tribunal Constitucional y nuestro Tribunal Supremo.
La abogacía ha transitado durante más de seis meses por el desierto de nuestros juzgados y tribunales, soportando huelga tras huelga. Primero fueron los LAJ, y hasta ahora mismo los funcionarios. Todos ellos, ejercitando su legítimo derecho a la huelga, han socavado profundamente el derecho a la tutela judicial efectiva de los ciudadanos. Y, cómo no, el derecho al trabajo de los profesionales, de la abogacía en particular. La consecuencia más evidente es que se están produciendo cierres de despachos de compañeros que no han podido soportar el cese de sus ingresos a causa de las que, insisto, pudieran ser legítimas reivindicaciones de dichos miembros de la maquinaria judicial.
Si tales consecuencias son muy graves, el enorme perjuicio en la confianza a la de por sí “mala prensa” de la Justicia en España, ya es prácticamente irreversible.
Llegan, como digo, las ansiadas vacaciones, y tenemos la sensación de que cuando llegue el mes de septiembre vamos a estar mucho peor, si ello es posible. Todo hace indicar que no será fácil que los mencionados colectivos tengan un interlocutor con quien poder negociar una solución global. Jueces, fiscales, letrados de la Administración de Justicia y también, por qué no decirlo, nosotros, los abogados, ya que somos parte fundamental e imprescindible de la Administración de Justicia.
Y es que acabamos de celebrar unas elecciones generales y el panorama que se presenta es cuanto menos incierto.
No cabe duda, la Justicia es una cuestión de Estado absolutamente prioritaria para quienes estamos implicados en su funcionamiento. El problema es que a nivel político se ha evidenciado, una vez más, que no importa en absoluto.
Se hace imprescindible un pacto de Estado por la Justicia, similar al del año 2001, pero esta vez para aplicarlo. Los principales partidos políticos tienen la obligación de alcanzar un acuerdo global para, de una vez por todas, afrontar los grandes retos de nuestro sistema de Justicia. Y contando como actores fundamentales con los profesionales. O se cuenta de verdad con la abogacía o no existirá pacto alguno que pueda paliar la situación de la Justicia en España.
No hay excusas. Para la Justicia no caben ideologías ni intereses de partidos, si lo que se pretende es que exista una real y efectiva separación de poderes. Eso es lo que queremos, en eso confiamos. Si no se pretende ese objetivo, es necesario que se diga claramente para que todos sepamos a qué atenernos.
Por tanto, conocemos la situación, conocemos los problemas, y tenemos la solución. Se está poniendo encima de la mesa por todos los colectivos participantes en la Administración de Justicia. Sólo hay que alcanzar ese pacto de Estado por parte de quien tiene en su mano efectuarlo.
Mientras tanto, llegamos al mes de agosto. Sin ganas de nada. Con mucho temor a lo que pueda suceder a la vuelta de las felices vacaciones. Y casi sin esperanza. La Administración de Justicia ha tocado fondo, y sabemos que nos arrastra a las profundidades con ella.
Llegará septiembre, y seguiremos siendo los mismos. Y volveremos a confiar en que todo mejore, y que nuestros gobernantes quieran priorizar la Justicia en cuanto garantía del propio estado de derecho. Espero entonces tener razones para poder escribir unas letras con mucha más alegría que la que ahora siento.
Y es que, sin duda, parafraseando al poeta, y si se nos permite la esperanza, “La Justicia es un arma cargada de futuro”.
Mientras tanto, feliz descanso para todos.