Connect with us
La firma

La cara oculta de las VPO en España: promesas y dificultades

"Este mercado habitacional es un terreno fértil para diversos problemas"

(Imagen: E&J)

José Montero de Cisneros

Presidente de Montero de Cisneros Abogados




Tiempo de lectura: 3 min

Publicado




La firma

La cara oculta de las VPO en España: promesas y dificultades

"Este mercado habitacional es un terreno fértil para diversos problemas"

(Imagen: E&J)



En España existen más de tres millones de viviendas protegidas, por término medio, una de cada diez viviendas son de protección oficial, cifra que marcó en 2007 un techo de construcción. La adquisición de este tipo de vivienda se percibe como una solución viable para muchas familias que buscan acceder a un hogar a un precio asequible. Las viviendas de protección oficial (VPO) están diseñadas para ofrecer viviendas a precios regulados para personas con ingresos limitados, siguiendo criterios establecidos por las comunidades autónomas. Sin embargo, más allá de las promesas de accesibilidad económica, este mercado habitacional es también un terreno fértil para diversos problemas que pueden afectar profundamente a los compradores.

Uno de los retos más frecuentes al comprar una VPO en España es la falta de transparencia y equidad en el proceso. Aunque estas viviendas son un recurso importante para atender la demanda de sectores más desfavorecidos económicamente, las complejidades burocráticas y las regulaciones estrictas pueden crear barreras significativas. A menudo, los compradores potenciales encuentran que las normativas y los requisitos son confusos o no se explican con claridad, lo que puede llevar a malentendidos y errores costosos.



Las cooperativas, encargadas de la construcción y venta de estas viviendas, juegan un papel crucial en este contexto. Sin embargo, no todas cumplen debidamente con las normativas específicas de las VPO, lo que puede resultar en cláusulas contractuales desfavorables o incumplimientos. Estos problemas usualmente se presentan en forma de contratos con términos abusivos o plazos de entrega que no se respetan, dejando a los compradores en una situación de incertidumbre y desprotección.

Un aspecto particularmente preocupante es el relacionado con los sobrecostes. A pesar de las regulaciones que establecen precios máximos, existen numerosos casos en los que compradores han sido presionados para pagar más allá de lo estipulado, ya sea mediante «extras» no contemplados en el contrato original o modificaciones que no fueron solicitadas por el comprador. Estos sobrecostes no solo erosionan la ventaja económica inicial de optar por una VPO, sino que también cargan al comprador con obligaciones financieras inesperadas.

Por otro lado, el tema de los retrasos en los plazos de entrega es un problema recurrente, lo que añade más tensión al proceso. Las constructoras a menudo prometen fechas de entrega poco realistas con el fin de asegurar la venta, pero cuando los proyectos se retrasan, los compradores se encuentran en una posición precaria, pagando los costes de financiación o alquiler temporal adicionalmente. Esto no solo afecta la estabilidad financiera de las familias, sino que también puede causar estrés y ansiedad significativos.



Además, las cooperativas, que son un modelo común en la promoción de VPO, no están exentas de irregularidades. En algunos casos, los compradores se han enfrentado a cooperativas que, debido a una mala gestión financiera o administrativa, no pudieron cumplir con las condiciones de entrega o incluso se declararon en quiebra, dejando sin hogar a quienes ya habían invertido considerables sumas de dinero.

(Imagen: E&J)

Otro aspecto esencialmente ignorado por muchos es la dificultad para revender o alquilar estas propiedades una vez adquiridas. Las VPO están sujetas a estrictas regulaciones que limitan el precio de la reventa e incluso pueden imponer un plazo mínimo antes de que se pueda llevar a cabo tal transacción. Esto puede restringir severamente la movilidad y flexibilidad financiera del propietario, convirtiendo lo que inicialmente parecía un paso lógico en una carga.

En el fondo, uno de los mayores problemas en torno a las VPO es la falta de información y asesoramiento adecuado. Muchos compradores se embarcan en el proceso sin el acompañamiento de profesionales que puedan interpretar y guiar a través de la maraña legal y administrativa presente en este tipo de transacciones. Sin el apoyo de abogados o agentes inmobiliarios especializados, los riesgos de terminar atrapado en una situación desfavorable son significativamente altos.

El panorama actual de las VPO en España evidencia una necesidad urgente de revisar y mejorar las prácticas operativas en torno a estas viviendas. Aunque este modelo de vivienda es una opción clave para muchas familias, los problemas asociados exigen medidas más rigurosas en términos de transparencia, gobernabilidad y protección al comprador. Es imperativo que tanto el gobierno como las promotoras tomen medidas para asegurar que el proceso sea justo, claro y beneficioso para todos los involucrados.

El sector de la vivienda protegida debe evolucionar para volverse una verdadera solución al problema de la vivienda en lugar de ser otro obstáculo en el camino hacia la estabilidad. Sin cambios estructurales y una supervisión efectiva, las VPO seguirán siendo una promesa con demasiadas complicaciones y riesgos, dejando a los compradores en una encrucijada entre la esperanza de un hogar asequible y el temor a los problemas que puedan surgir.