Lucas y Andy se separan, como la racionalidad y la ley
"El dúo se separa, como la cordura y el Derecho"
(Recursos: RTVE)
Lucas y Andy se separan, como la racionalidad y la ley
"El dúo se separa, como la cordura y el Derecho"
(Recursos: RTVE)
Lo de Lucas y Andy, que no al contrario, es una licencia de este bardo. Simplemente así tiene cadencia la cosa y no perpetra un crimen contra su lengua. Ahora fluye, tiene un nexo. Porque esto va de nexos, como el que ahora desaparece entre las instituciones y la democracia; entre el Derecho y la cordura.
La mala salud de Lucas ha precipitado el cisma de este dúo tan menesteroso que hizo época, allá en los inicios del siglo, con su Son de Amores: arquetipo generacional para los millennials y alegoría macho de esa España. Ahora, la mala salud del Poder Judicial le dirige a un aislamiento por algo más que un virus: el abuso constante del Poder Ejecutivo. Cohabitan separados, tras la correspondiente orden de alejamiento.
Perdona si pregunto por cómo te encuentras, pero me han comentado que te han visto sola, rezaba la letra de su one-hit wonder. Se referían entonces, premonitorios sin saberlo —casi todos los genios desconocen sus prodigios—, a la soledad de la judicatura frente a los excesos del legislador, maltratador en la sombra, ávido de atropellos selectivos a cualquier agente fiscalizador de sus propios excesos.
Comentan que ya no te pones esa ropa, que te favorecía y te hacía tan mona, seguía la tonadilla, en una clara alusión a cómo luce desvestida y harapienta la Justicia, otrora majestuosa con su espada reluciente, balanza equilibrada y oportuna ceguera voluntaria. Hoy, yace lastimera, sin estoque —así se adaptó a España—, sin contrapeso, con ojo medio abierto.
El dúo gaditano, historia viva de la nación, se separa, como lo hace la cordura y el Derecho; la racionalidad y la ley, con otra canción, que no de flamenquito, sino réquiem funesto, la ley de amnistía, definitivo fin de siècle de la separación de poderes, si alguna vez la hubo.