Mujeres: escalando el Everest de las togas
"El sector legal sigue sin plena igualdad"
Mujeres: escalando el Everest de las togas
"El sector legal sigue sin plena igualdad"
A lo largo de las últimas décadas, la presencia femenina en el sector legal ha crecido de manera significativa. Hoy en día, cada vez más mujeres se gradúan en Derecho, acceden a la abogacía o procura y ocupan cargos judiciales. Sin embargo, este avance no ha eliminado los desafíos que enfrentan dentro de las profesiones jurídicas. A pesar de los logros, las barreras estructurales y culturales siguen limitando su plena igualdad en el sector.
Uno de los principales retos es la falta de equidad en los puestos directivos. Aunque hay muchas abogadas y juezas en ejercicio, aún son pocas las que alcanzan posiciones de liderazgo en grandes despachos, fiscalías o tribunales superiores.
Los datos muestran que los socios mayoritarios en firmas legales siguen siendo hombres, y que el acceso a magistraturas de alto nivel avanza a un ritmo más lento de lo deseado, datos que no se entienden si los comparamos con los del número de juezas y magistradas, abogadas ejercientes en los Ilustres Colegios de Abogacía de todo el país o de mujeres estudiantes de Grado de Derecho en las Universidades españolas.
A esto último se le conoce como el fenómeno de la pirámide jurídica. Esta pirámide, nos indica que son menos los hombres en el sector legal (al contrario de profesiones tecnológicas), pero siendo menos, ocupan las mejores posiciones en despachos y altos cargos. Ello puede implicar desmotivación de jóvenes talentos femeninos, pero este problema no es sólo de nuestro país, lo compartimos con naciones vecinas.
Otro obstáculo importante es la conciliación entre la vida profesional y personal. El Derecho es una disciplina exigente, con jornadas largas, presión y formación constante, lo que suele dificultar la compatibilidad con la maternidad y la vida familiar. Muchas abogadas terminan optando por ser freelance, por áreas menos demandantes o, en el peor de los casos, abandonan la profesión ante la falta de apoyo para equilibrar ambas esferas. Debemos plantearnos si estamos ante un problema social o cultural.
Para superar estos retos, es fundamental seguir promoviendo políticas de igualdad, impulsar el liderazgo femenino y garantizar condiciones laborales que permitan una conciliación real. La Justicia no solo debe aplicarse en los tribunales, sino también en la estructura del propio sistema legal. Solo así se logrará un sector verdaderamente equitativo, donde el talento y la capacidad sean los únicos factores determinantes del éxito y no el género.
Los letrados de Derecho de Consumo parafraseamos con frecuencia a John F. Kennedy ya que él pronunció: “Todos somos consumidores”. Hoy, me gustaría terminar esta tribuna utilizando otra frase suya: “Yo no digo que todos sean iguales en su habilidad, carácter o motivaciones, pero sí afirmo que debieran ser iguales en su oportunidad para desarrollar el propio carácter, su motivación y sus habilidades”.
