¿Son las medidas del Gobierno acertadas o estamos abocados al rescate?
¿Son las medidas del Gobierno acertadas o estamos abocados al rescate?
Estamos ante una grave situación económica. Todos los organismos mundiales así lo vaticinan. El último informe de la WEO de abril de 2020 del Fondo Monetario Internacional ha manifestado que este año la economía mundial experimentará la mayor recesión económica conocida.
Y yo me pregunto, ¿Estamos haciendo los deberes o vamos a suspender el curso con los perjuicios que ello supone para todos los ciudadanos de este país?
Hemos sido las cobayas de un Gobierno que ha experimentado con nosotros con mecanismo prueba-error, llegando a la situación actual, uno de los países del mundo con más índices de infectados, mayor mortalidad, y mayores restricciones de confinamiento, con una batería de Decretos-ley de difícil asimilación.
¿Tan difícil era haber realizado una fase primera de contención, cuando realmente, nos enteramos de la situación que venía?, ¿tan difícil era realizar tests masivos a la población y confinar a los infectados?
¿Hemos sobrepasado esta fase de contención? Considero que sí, pues ahora tendríamos que volcarnos en la fase de estabilización, en la que ya no sería necesario prolongar el estado de alarma, si actuamos con prudencia y efectividad.
Ahora más que nunca, deberíamos realizar políticas y análisis de índices de contagios y tests masivos a la población, para que el país vuelva a funcionar paulatinamente. Sería también necesario incrementar el gasto sanitario para garantizar que los sistemas de salud estén dotados de capacidad y recursos adecuados. Ahora se necesita un Gobierno fuerte y cohesionado que otorgue seguridad a los ciudadanos y garantice que va a cubrir sus necesidades, ¿lo tenemos? ¿Pueden nuestros pensionistas estar tranquilos, los más afectados de esta crisis sanitaria?
Hay que implementar políticas económicas de incentivación de mercado hasta final de año, medidas fiscales como la exoneración de impuestos a las empresas que puedan demostrar una bajada de ventas superior al 30% de su facturación, políticas laborales basadas en extender la tarifa plana de los 50 euros a todos los autónomos que demuestren una bajada sustancial de sus ventas de más del 30%, extender el pago de los ERTE y crear contratos bonificados para la contratación masiva de trabajadores por un periodo de dos años, hasta que el mercado pueda regularse por sí solo. Y por último, políticas financieras y monetarias, basadas en primer lugar, en el pago de las administraciones a sus proveedores con rapidez y agilidad, y en segundo lugar focalizadas directamente en las empresas, para inyectar liquidez a los autónomos y pymes, evitando así el cierre de los mismos.
En caso de necesidad o cierre, apoyo a los empresarios, con leyes claras concretas y sencillas, para proceder a la presentación de los concursos de acreedores y acogimiento a la Ley de Segunda Oportunidad.
En síntesis, hay que eliminar la burocracia, y crear una económica ágil y saneada, que dé confianza a los inversionistas exteriores para incrementar nuestra demanda y evitar la desaceleración.
Siendo realistas, estas medidas no nos van a salir gratis. Cuando acudamos a Europa a solicitar financiación, y si no presentamos una ofensiva contundente con un Gobierno fortalecido, al final seremos rescatados, con un PIB decreciendo en el mejor de los escenarios hasta un 15% y en el peor en un 20%, una previsión de crecimiento para el 2021 del 2,5% y un incremento de las tasas de desempleo en las mejores previsiones de un 18 % y en el peor escenario incluso pudiendo llegar hasta un 30 %, según las últimas cifras evaluadas.
¿Estamos preparados para ello? La ciudadanía productiva sí. Veo con optimismo, como nuestros comerciantes y empresas se preparan con efectividad para luchar contra el post Covid, con medidas de prevención, sistemas de desinfectado, implementando el teletrabajo, en las circunstancias que es posible, etc, pero, ¿Están nuestros gobernantes actuales, preparados para acompañarnos en esta etapa de lucha por la recuperación económica?
Juzguen ustedes.