Una huelga inevitable

El turno de oficio es un servicio público que proporciona asistencia jurídica gratuita a personas que no pueden permitirse contratar a un abogado y procurador. En España, este servicio es esencial para garantizar el acceso a la justicia de todas las personas, independientemente de su situación económica.

El problema radica en la minimización de recursos destinados por la Administración para pagar las actuaciones de los letrados y procuradores que se encuentran dados de alta en el turno, sin olvidar que, si no existieran abogados adscritos voluntariamente, todos los colegiados vienen obligados a prestar el servicio.

Tras la crisis del 2008 tuvo lugar una bajada muy importante de los honorarios (que no indemnización) que los abogados y procuradores del turno de oficio recibían, y que no ha sido actualizada a pesar del tiempo transcurrido. A ello se suma que los profesionales del turno de oficio vienen obligados a trabajar en numerosos procedimientos de forma absolutamente gratuita, trasladando así una carga que por mandato constitucional corresponde al Estado, a los profesionales que, a pesar de trabajar por cuenta ajena, no se les da de alta en el régimen general de la Seguridad Social y que están obligados a pagar sus cotizaciones, sin seguro de accidentes ni otros muchos derechos laborales básicos.

Desde principios de año, la abogacía ha venido manifestándose, llegando a estar unida como nunca antes había sucedido.

La gota que ha colmado el vaso ha sido el anuncio, por parte del Ministerio de Justicia, de una subida de un miserable 5% en los baremos del turno de oficio, a lo que sólo se puede contestar con un ¡basta ya!

No aceptamos limosnas. Es imprescindible revisar todo el sistema. Y es fundamental que la abogacía de oficio pueda participar directamente en la negociación de los baremos. No podemos aceptar que en el siglo XXI se paguen limosnas para cubrir un servicio público esencial.

Por todo ello, y porque es necesario fijar un mínimo legal para todo el territorio nacional, todos los abogados de España, coordinados en toda la Nación, hemos alzado nuestras voces, que han sido atendidas por el Sindicato de Abogados, el cual ha convocado una huelga para el próximo 21 de noviembre de 2023.

El experimento de Galicia fue todo un éxito, pero esta vez iniciamos una huelga indefinida de todos los profesionales del turno de oficio.

La huelga será legalmente convocada por este sindicato, y a ella se ha invitado a adherirse a todas las asociaciones. Algunas de ellas han dado la callada por respuesta, por lo que sus asociados terminarán preguntando a sus juntas directivas por qué asociaciones que incluyen en sus términos “defensa” o “turno de oficio” no van a una lucha, imposible de evitar, en defensa de la abogacía y procuraduría de oficio.

La situación de los profesionales que trabajan en el turno de oficio, sacrificando su tiempo y recursos a un coste ridículo, ha empeorado en los últimos años. La pandemia, las huelgas en la Administración de Justicia y la pésima coyuntura económica nacional desde hace décadas, hace que la situación haya empeorado, exigiendo a los profesionales aumentar desmesuradamente el trabajo en el turno de oficio con unos ingresos que apenas permiten cubrir gastos.

La situación endémica del turno de oficio, y la situación de abandono de las instituciones que presuntamente nos representan (Colegios de Abogados, CGAE, Consejos de Colegios), hacen inevitable esta huelga.

Todavía hay compañeros que temen ir a la huelga, por considerar que los profesionales de turno de oficio, como autónomos, carecen de este derecho, por lo que desde este Sindicato infundimos tranquilidad e información a través de nuestra web.

Se pude participar a través de los grupos de whatsapp que se han creado, bien coordinando, bien difundiendo la huelga.

Todos somos uno y en este momento más que nunca toca defendernos.