En 2023 seguirá viva la guerra por el talento entre los despachos de abogados
El caché que algunos socios oscila, solo en la parte fija, de los 100.000 a dos millones euros
En el 2023 parece que se le dará continuidad a la dinámica de los dos últimos años (Foto: E&J)
En 2023 seguirá viva la guerra por el talento entre los despachos de abogados
El caché que algunos socios oscila, solo en la parte fija, de los 100.000 a dos millones euros
En el 2023 parece que se le dará continuidad a la dinámica de los dos últimos años (Foto: E&J)
Los dos últimos años marcados por la pandemia han marcado el grado máximo de competitividad entre los bufetes. Junto al relevo generacional en la dirección de los despachos, la incorporación de socios con clientes y otros profesionales ha sido notable. La guerra por el talento parece que tendrá continuidad en este recién estrenado 2023.
En esta oportunidad opinan para Economist & Jurist dos directores de RRHH con amplia trayectoria en la gestión de despachos que no recuerdan una actividad tan frenética de contrataciones en esta etapa postpandemia. Las opiniones de Javier Mourelo y Blanca Rodríguez son muy seguidas en foros y redes sociales por su conocimiento del mercado a lo largo de las últimas dos décadas.
Por otro lado, la figura de Sancho Peña, uno de los headhunters de mayor prestigio en nuestro país, también sirve de contrapeso para conocer la opinión de estos expertos, en muchas ocasiones punto de relación directo entre el despacho que quiere hacer una búsqueda concreta y el profesional que en muchos casos está dispuesto a escuchar ofertas interesantes.
Hay que seguir siendo competitivo
Javier Mourelo, con una carrera profesional notable en el mundo de los recursos humanos, gestionó Clifford Chance en el periodo de 2001 a 2015, de asentamiento y expansión de esta firma. Ahora es el director de personas de la firma de servicios profesionales RSM. Solo en la parte legal incorpora cada año medio centenar de profesionales.
“En los próximos años seguiremos asistiendo a este movimiento en los despachos de abogados, con independencia de la evolución de la economía. Las firmas buscan los mejores profesionales para seguir siendo competitivos. El movimiento se ha constatado en todas las posiciones”, ha destacado el experto.
Así, destaca los cambios generacionales en algunas firmas: “Las incorporaciones de Jesús Remón, como socio presidente de Uría Menéndez; Iñigo Erláiz, en Gómez-Acebo & Pombo; o José Giménez en Linklaters, entre otros despachos, han marcado el cambio generacional en los despachos y previsiblemente una forma nueva de entender la abogacía”.
Otra área en la que ha habido cambios notables ha sido en la de desarrollo de negocio, marketing y comunicación, que se ha convertido en clave. Victoria Cerdán, dejó Squire Patton Boggs para liderar desde hace unos días esta área en Montero & Aramburu Abogados y su expansión. Antes Ana Tortosa se incorporó a BDO Abogados; Ana Nogales a Clifford Chance; Catalina de Pablos dejo Bird & Bird por CMS Albiñana Suárez de Lezo; Beatriz Cacho aterrizó en Clyde & Co; y Margarita Diaz en Elzaburu
Para Mourelo, “las perspectivas para este año son similares. Los perfiles que se buscan son muy parecidos por los despachos que son empleadores. Profesionales con experiencia y cartera de clientes que destaquen en áreas como M&A, laboral y fiscal y también abogados que ayuden a desarrollar el derecho tecnológico en las firmas”.
Esta tendencia, que llegó a nuestro país no hace mucho, “ya se percibía en los últimos diez años en EEUU y Reino Unido, países que siempre marcan tendencias en la gestión de despachos y del talento. En firmas como la nuestra hacemos encuestas de clima laboral para conocer el grado de satisfacción de nuestros profesionales y así detectar alguna posible salida”.
En cuanto a las salidas de estos profesionales, Mourelo destaca que hablamos de profesionales muy demandados en el mercado. Muchos de ellos buscan opciones de desarrollo profesional. La retribución económica sigue siendo importante en muchos casos, aunque no es el único. Al mismo tiempo estos profesionales lo que buscan más flexibilidad en su trabajo que no es solo el uso del teletrabajo, sino también tener capacidad de gestión de su tiempo”.
En esta evolución del mercado de fichajes, se constata que en algunas ocasiones el despacho contratante incorpora al abogado en cuestión con parte de su equipo: “Son movimientos más habituales que obliga a las firmas a reaccionar rápido. Se trata de replicar ese éxito en otro bufete donde el abogado seleccionado busca contar con su equipo”.
En este escenario, movimientos se han visto en algunas situaciones, como los casos de Teresa Zueco y su equipo, que dejaron DLA Piper para asumir la Squire Patton Boggs; o el caso reciente de Mercedes Romero y su equipo de procesal que abandonó DAC Beachcroft para reforzar esta práctica en Ontier: “Es importante contar con una estrategia para evitar estas fugas de profesionales”.
Gestión de personas proactiva
Blanca Rodríguez, directora de RRHH de CMS Albiñana & Suarez de Lezo, ha conocido la gestión de personas desde diferentes perspectivas. Ocho años en una firma grande como Cuatrecasas para luego ser headhunter en Ackerman Internacional en Chile, durante tres años y regresar a España, donde tras una etapa breve de coach ejecutivo con socios y asociados de despachos, se incorporó a este bufete para darle una vuelta al departamento de recursos humanos desde la proactividad.
Reconoce que “tras un periodo de fichajes para impulsar nuevas áreas de especialidad o reforzar equipos y un año en el que hemos reforzado nuestra estrategia de employer branding y atracción de talento enfocamos 2023 como un año en el que poner el foco internamente en aspectos más relacionados con el desarrollo, la formación y el equipo para hacer crecer y cuidar todo ese talento que convive en el despacho”.
A su juicio, a nivel de abogacía general, «este año será más tranquilo en el tema de las incorporaciones. Seguiremos viendo situaciones en las que el socio se marcha con parte de su equipo a otra firma. Eso significa que la vinculación de ese equipo no está con el despacho sino con el socio, cuestión que puede evitarse con determinados trabajos internos dentro del bufete”.
Desde su punto de vista, “una función clave en un área de talento es la canalización de las diferentes realidades de la firma, ser capaces de entender las diferentes motivaciones y necesidades del equipo en función de su edad, área, seniority o perfil e impulsar que todos trabajemos en la misma dirección”.
Otra cuestión clave que este acometiendo es la “profesionalización y visibilizar las áreas de staff poniendo en valor el trabajo invisible para acompañar con éxito la transformación y que esté alineada con él con negocio”.
A su juicio, “es clave que los socios no sientan que los cambios les suponen mucho esfuerzo adicional y quitarles carga burocrática, para eso es fundamental generar confianza en el equipo de soporte realizando no solo una labor eficiente sino también proactiva para aportar valor”.
“Ese valor se aporta en aspectos como la gestión el conocimiento, la transformación digital, la gestión y el impulso del talento, el control de gestión o la planificación financiera, el desarrollo de negocio y todo eso que a veces no se ve o valora en su justa medida pero que es fundamental para que todo funcione”, aclara.
Desde su punto de vista, el reto de muchos despachos pasa por “integrar los cambios necesarios y las nuevas tendencias en legal Project management y transformación digital con la resistencia al cambio de los sectores mas tradicionales de las firmas o con menos habilidades digitales”
Respecto a las salidas, Rodríguez subraya que “es el momento de cuidar a los profesionales fomentando mucho la comunicación para poder anticiparnos a cualquier salida de estos profesionales. En las firmas se combinan los socios más antiguos, de tradición que impulsan la cultura del bufete, con otros más jóvenes que se incorporan al despacho y que incorporan su visión al partnership”.
En su opinión “en esas salidas a otras firmas, el aspecto económico es secundario respecto a otros factores. Primero, hay otras motivaciones que tienen que ver con el desarrollo profesional de carrera, salvo aquellos abogados que no estén retribuidos conforme a mercado. Es importante gestionar las expectativas de estos profesionales ante determinadas decisiones.
La proactividad de los head hunters
Para Sancho Peña, partner de Page Executive y responsable del área de legal y fiscal de esta multinacional en España, área que creó en el seno de este head hunter desde donde su área de actividad gestiona la incorporación de socios a distintos bufetes y abogados in house en puestos de secretaria general, “buscamos profesionales por encima de 100.000 euros a los 2 millones a nivel salarial en su retribución fija”.
En los dos últimos años esta firma de servicios profesionales elevó su facturación global de 55 a 70 millones en nuestro país, “pese a la situación actual de inflación y crisis el tejido empresarial se sigue moviendo y los fondos siguen teniendo dinero. Eso ha generado mucha contratación. A nivel jurídico, el 95% de los socios y socias de despachos están dispuestos a escuchar ofertas dependiendo del proyecto”.
Este experto constata la gran actividad que hay en el mercado de fichajes de estos profesionales: “No siempre este abogado que sale a otra firma ha hecho un análisis a fondo de a dónde va. Ahora es más frecuente que algunos de estos profesionales te contacten para saber cómo está el mercado. Otros hacen contactos directos con las propias firmas de abogados”.
Desde esta perspectiva, “las búsquedas más frecuentes son las de socios con cartera de clientes que puedan demostrar sus números a nivel de operaciones financieras que hayan cerrado. En algunas ocasiones el socio sale acompañado de parte de su equipo de cara a poder mantener ese ritmo de actividad y productividad, cuestión más habitual en este tipo de contrataciones de gran nivel”:
De cara a este 2023, Sancho Peña cree que seguirá la actividad importante en la captación de profesionales solventes de primer nivel: “Las perspectivas de cara los seis próximos meses son muy buenas en esta actividad. Se da por supuesto la excelencia técnica del socio y la necesidad que tenga dotas comerciales para ampliar su cartera de clientes”.
En su opinión, “es posible que se ralenticen las operaciones de M&A en este ejercicio, pero seguirá habiendo demanda de profesionales relacionados con esta actividad, reestructuraciones, fiscal o Corporate”.
Respecto a la motivación de salir a otras firmas, “no es tanto un tema económico como de proyección profesional, en determinados despachos la práctica de Corporate y M&A tiene más visibilidad que otros bufetes. Así ha pasado con la salida del socio de Uría Menéndez, Alex Ferreres a Linklaters, competencia directa, o la de Francisco Málaga de dicho despacho a White & Case, otra firma global, en los últimos días”.