El 2.704, la maldición del lotero sevillano de «La Europa»
Fue condenado a 22 años de prisión por intentar estafar
(Imagen: Traspaso de Loterías)
El 2.704, la maldición del lotero sevillano de «La Europa»
Fue condenado a 22 años de prisión por intentar estafar
(Imagen: Traspaso de Loterías)
El 29 de agosto de 1956 le fue notificada al lotero Miguel, de 72 años y que ya llevaba más de cuatro años privado de libertad, la sentencia de la sección tercera de la Audiencia de Sevilla que le condenó a 22 años de prisión. El recurso al Tribunal Supremo no modificó la pena. Al menos, esta vez, se puede comprender la conocida frase del presidente de los Estados Unidos Thomas Jefferson que dijo que:»la lotería es un impuesto de gobierno al desconocimiento de las matemáticas», para el lotero y otros dos no fue un impuesto, sino su ruina.
Miguel (que por el derecho al olvido se omiten sus apellidos) regentaba en la capital sevillana la Administración de Loterías nº 15 La Europa, también la nº 5 sita en la Plaza Nueva y la nº 16 de la calle de San Pablo de las que eran titulares sus familiares. Al acercarse la fecha del popular sorteo de navidad de 1951, puesto de acuerdo con otros dos, que también fueron condenados, ordenó imprimir 120.000 papeletas de una peseta cada una de varios de los números de los que poseían todos o algunos décimos. Las vendieron a personas que no podían invertir las doscientas pesetas en un décimo.
Llegó el 22 de diciembre y, en contra de sus planes, el 2.704 fue agraciado con el premio gordo y el 2.703 con la aproximación. De ambos habían vendido más boletos que los décimos que los cubrían. En los días inmediatos siguieron tomando malas decisiones, cobrando los décimos y escondiendo el dinero.
El tema, ha sido estudiado en diversas facultades de Derecho, dado que la intención de los condenados era estafar una peseta a cada persona que les comprara una papeleta. Habrían sido multitud de faltas, no delitos, de cuantía una peseta que el Código Penal solo permite cumplir tres veces la máxima pena impuesta, es decir, a lo sumo tres meses de arresto. Pero apareció la teoría del delito masa que se produce cuando la intención no consiste en atentar contra una víctima concreta sino contra todos los que se presten a las malas artes del actor delictivo.