El Congreso aprueba la Ley de Vagos y Maleantes
El proyecto de esta ley se encargó a Mariano Ruiz-Funes junto a Luis Jiménez de Asúa
Mariano Ruiz-Funes. (Foto: Wikipedia)
El Congreso aprueba la Ley de Vagos y Maleantes
El proyecto de esta ley se encargó a Mariano Ruiz-Funes junto a Luis Jiménez de Asúa
Mariano Ruiz-Funes. (Foto: Wikipedia)
El 5 de agosto de 1933 el Congreso aprueba la Ley de Vagos y Maleantes que sustituía las normas anteriores de carácter administrativo que perseguían conductas contrarias a la moral.
El proyecto de esta ley se encargó a Mariano Ruiz-Funes junto a Luis Jiménez de Asúa que ya había dado a la estampa diversos artículos sobre la actuación pre-delictual. Para conseguir su aprobación, los políticos hicieron tantas enmiendas que al redactado aprobado Jiménez de Asúa lo calificó de más casuístico, incompleto, menos elegante, flexible y de extrema dureza. El pueblo la bautizó «La Gandula», al referirse, el texto, a los holgazanes con el nombre de «vagos habituales». Entró en vigor en 1935 tras el Reglamento que preparó el conde de Romanones. Con nuevas e innecesarias modificaciones lo que ya había advertido diciendo «que las Cortes hagan su ley que yo haré mi Reglamento«.
El elenco de aplicación de la ley era muy amplio, de ebrios habituales a rufianes y proxenetas pasando por quienes sirvieren a menores de catorce años bebidas en colegios o establecimientos públicos, también a quien ocultara su verdadero nombre con documentos falsos. Los juzgados no daban abasto a tantos procedimientos, ni en poder cumplir las resoluciones que consistían en curas de templanza, asilos curativos y trabajos forzados en granjas y asentamientos agrícolas.
El gobierno de Lerroux hizo construir cuatro colonias penitenciarias, una en la guineana isla de Annobón y otras en Burgos, Cádiz y Alcalá de Henares-está fue la única que se puso en funcionamiento-. Cuando el primero de agosto de 1936 Juan de Borbón, acompañado de su hermano Jaime, y autorizados por su padre, Alfonso XIII, llegaron a España para incorporarse a las batallas de la recién iniciada Guerra Civil, desde Cannes, ocultando sus verdaderos nombres documentos falsos, no se les aplicó la mentada ley sino que el general Dávila, en Burgos, les convenció para que volvieran al exilio.
El 15 de julio de 1954 se incluyeron en la ley a los homosexuales. En 1970 se cambió el nombre por el de Ley sobre peligrosidad y rehabilitación social. En 1978 se suprimió de la norma «los actos de homosexualidad». La ley de 23.11.1995 aprobando el nuevo Código Penal, derogó aquellas normas tan específicas.