Nace el jurista José Juan Pintó Ruiz, decano emérito del ICAB y vicepresidente del Consejo General de la Abogacía Española

El 16 de abril de 1927, nació en Barcelona el jurista y financiero José Juan Pintó Ruiz, decano emérito del Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB), fue abogado, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona, vicepresidente del Consejo General de la Abogacía Española, académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y legislación de España, de la de Cataluña, de la Academia de Ciencias Económicas y Financieras y de la de Doctores.

Además, fue presidente del ISDE y de la Fundación La Caixa, además de patrono de múltiples fundaciones.

Su padre fue uno de los prestigiosos abogados barceloneses del primer tercio del siglo XX. Su abuelo había nacido en el municipio ilerdense de Mollerusa (en lengua catalana Mollerussa y la calle donde sigue la casa en la que vivió, mantiene el nombre de Paseo de Torre Pintó.

José Juan Pintó dedicó su vida a su familia y al Derecho bajo los principios de la fe cristiana. Francisco Marhuenda, director de La Razón, le definió como una persona de gran generosidad. Quienes le conocieron le recuerdan desde el alba, tecleando su vetusta máquina de escribir en su galería del barcelonés Paseo de Gracia. Aseguran que “parecía que tenía prohibido utilizar la palabra ‘no’. Siempre era un ‘sí’, siempre dispuesto a ayudar, a dar el consejo solicitado, sin esperar nada a cambio”. Una de sus grandes virtudes era el saber comer, le gustaba degustar los platos de la cocina clásica, sencilla, sin florituras, pero gozaba más ir al monte para recoger setas. Un buen amigo recuerda que “al inicio de la década del 1980, en la cara norte de la sierra del Cadí, cerca del acceso al Túnel, entonces en construcción, como nos guiaba en busca de «rovellons» (níscalos) y lo grato era ver, tras indicar a alguno de sus acompañantes que mirara «allí», en un claro entre pinos negros o abetos, su clásica sonrisa, sin abrir la boca, con los labios bien apretados, gozando de que uno de sus acompañantes fuera feliz recogiendo aquel fruto de la tierra que él había descubierto, pues era más feliz, viendo como otros llenaban su cesto, que el suyo propio. Evidencia patente de su generosidad”.

Con su esposa, Montserrat Sala y Albareda, pintora de reconocido talento, tuvo siete hijos, de ellos cinco varones y dos chicas: Montse, abogada y directora de ISDE, y Carmen, en la industria del metal. Todos los hijos, salvo Javier, prestigioso médico internista, son abogados de éxito: José Juan, especialista en derecho del deporte; Alejandro colegiado en Madrid y Barcelona y fundador y presidente de Difusión Jurídica; Jorge, académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación Española, ejerciendo la abogacía a caballo entre Barcelona y Madrid y directivo de ITTI High Tech lnstitut; y Daniel en Barcelona fundador del acreditado Bufete Pintó Sala.

Para saber más: Francisco Marhuenda. En La Razón.26.08.2020