Nace José Barbey Prats, abogado, político y economista

Durante la Segunda República fue subsecretario de Economía

Sede del ICAB. (Foto: Guía Singular)

El 4 de agosto de 1894 nació José Barbey Prats, abogado, político y economista. Fue miembro de la Junta del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona y como todos ellos deportado por el Directorio civil del gobierno de Primo de Rivera. Falleció en Barcelona en octubre 1945.

Tras cursar la carrera de Derecho en la Universidad de Barcelona, obtuvo el doctorado y sus brillantes notas le permitieron entrar, como pasante, en el bufete del olotino Jaime Bofill y Mates, aunque la pasión de éste más que la abogacía era de la política, el periodismo y la literatura, en la que utilizaba el pseudónimo de Guerau de Liost, siendo su obra cumbre La montaña de las amatistas.

En este ambiente, José Barbey se encontró tentado por la política y en 1920 fue concejal del Ayuntamiento de Barcelona por la Liga Regionalista. Dos años más tarde fue uno de los fundadores de Acción Catalana y en 1930 miembro de la dirección de este partido. Después fue miembro del Partido Catalanista Republicano. Durante la Segunda República fue subsecretario de Economía.

En 1924 el gobernador civil de Barcelona prohibió a Amadeo Hurtado, decano del Colegio de Abogados, que la anual Guía Judicial que editaba el Colegio se imprimiese en lengua catalana. Buscando un pacto Hurtado dimitió y siguió con la vía diplomática, sin resultado. Elecciones, nuevo decano Raimundo de Abadal y nueva Junta, entre ellos José Barbey que dieron cumplimiento a un acuerdo de la Asamblea Colegial de mayo 1924 de no publicar la Guía mientras no se permitiera hacerlo en catalán. Al negarse la Junta a imprimirla en lengua castellana, el 5 de marzo 1926, una Real Orden cesaba a la Junta y nombraba una nueva presidida por Joaquín Dualde, entre ellos Alberto Bernís, que al no aceptar el nombramiento entró en prisión y procesado por desobediencia.

Los antiguos miembros de la Junta -los elegidos democráticamente- fueron desterrados, Abadal, Valls, Blajot a la provincia de Castellón y José Barbey a Barbastro y también dispersos por la provincia de Huesca, Ripoll, Carrasco, Durand, Bastardas; Casgran y Ribalta a la de Teruel. El destierro duró dos meses, pues las gestiones de un obispo dieron buenos resultados. En febrero 1930 fueron elegidos Bernis y los desterrados.