Nace Rafael Altamira y Crevea, historiador y Catedrático de Historia del Derecho
Entre 1921 y 1940 formó parte del grupo de nueve jueces del Tribunal Internacional de La Haya
Rafael Altamira y Crevea (Foto: RAH)
Nace Rafael Altamira y Crevea, historiador y Catedrático de Historia del Derecho
Entre 1921 y 1940 formó parte del grupo de nueve jueces del Tribunal Internacional de La Haya
Rafael Altamira y Crevea (Foto: RAH)
El 10 de febrero de 1866 nace en Alicante Rafael Altamira y Crevea, historiador y Catedrático de Historia del Derecho.
Tras cursar el bachillerato en su ciudad natal, termina la licenciatura de Derecho en la Universidad de Valencia y el doctorado en la Universidad Central de Madrid, con la tesis titulada Historia de la propiedad comunal. Oposita y gana la Cátedra de Historia del Derecho Español en la Universidad de Oviedo en 1897.
Niceto Salmerón le encarga dirigir el periódico republicano La Justicia. Autor de Historia del derecho español; Mi viaje a América, Historia de España y de la civilización española; Psicología del pueblo español; Cuestiones obreras, Máximas y reflexiones, entre otras
Fue miembro de diversas corporaciones como de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación; Real Academia de Historia; Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia; Real Academia de Ciencias Morales y Políticas; Academia Checa de ciencias Letras y Arte; Sociedad Geográfica de Lisboa; Sociedad Histórica de Massachusetts; Instituto de Coímbra; Instituto Internacional de Sociología de París; y entre otras de la Fundación Carnegie para la Paz. Entre 1921 y 1940 formó parte del grupo de nueve jueces del Tribunal Internacional de La Haya. Se exilio en México donde falleció en 1951
Su ideario de que la convivencia entre todas las comunidades se debe conseguir con una nueva fórmula educativa que fomente, no solo el concomimiento intelectual, sino también la educación para obtener la paz, así como para conseguir una sociedad participativa, abierta, y solidaria, hizo que Isidro Fabela, magistrado del Tribunal Internacional de Justicia de la Haya pidiera para Altamira, en 1951, el Premio Nobel de la Paz. Antes, de 1908 a 1912 ya lo había propuesto el rector de la Universidad de Oviedo, F. Canella y en 1933 el profesor M. Lehéritier de la Universidad de París.
En el Museo del Prado se exhibe su retrato firmado por Sorolla. Varias ciudades lo han apadrinado, como Alicante, Elche, Oviedo, El Campello, etc.