Alexander Salvador: “La abogacía joven debe tener coraje”

Alexander Salvador ha sido elegido nuevo presidente del Grupo de la Abogacía Joven (GAJ) del Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB). El nuevo presidente del GAJ va a estar al frente de esta organización, que agrupa a más de 6.000 abogados jóvenes de Barcelona, durante dos ejercicios. En una entrevista con Economist & Jurist realizada vía correo electrónico, este abogado, especialista en Derecho Digital, hace un repaso de su programa de gobierno, así como de algunas cuestiones de actualidad relacionadas con la abogacía joven.

La hoja de ruta de Salvador y su equipo se va a centrar en tres objetivos principales que, a su juicio, tienen que ser impulsados: la democratización de la formación jurídica, la necesidad de reforzar la voz de los jóvenes abogados, así como la importancia de fomentar el debate de las ideas.

Para la consecución de los mismos “empezaremos por trazar un plan formativo anual de altísima calidad y, sobre todo, gratuito, explica Salvador, quien aclara que “queremos que la falta de recursos económicos nunca sea un desincentivo para que los abogados más jóvenes estén en constante formación”.

Asimismo, entre los planes de su Comité Ejecutivo, compuesto por 16 abogados y abogadas, está “seguir impulsando el papel de los jóvenes abogados en el ICAB, mediante nuestra participación activa con todas las comisiones y secciones que conforman la columna vertebral de la institución”. En este sentido, afirma que “los jóvenes abogados queremos ser motor del cambio. Por ello, nuestra intención es mantener reuniones constantes con ellos para trazar y construir puentes de colaboración”.

En última instancia, el nuevo presidente del GAJ Barcelona apuesta por abrir la asociación a la sociedad. “Nuestro papel no debe quedar circunscrito, únicamente, al interior del ICAB”, señala. En este sentido, afirma que “abriremos las puertas del ICAB a la sociedad civil joven de Barcelona. Esta es la casa de la ciencia jurídica, del rigor, pero, también, sede del debate, de la palabra y de la libertad de expresión”.

Alexander Salvador. (Foto: GAJ de Barcelona)

Para lograr este objetivo quiere establecer nexos con otras organizaciones civiles de la ciudad Condal “para poner encima de la mesa aquellos debates que preocupan a los jóvenes”. En este caso se refiere a la “precarización laboral, de horarios y sueldos, la igualdad real de oportunidades entre hombres y mujeres, o de la salud mental”.

La responsabilidad de los jóvenes

Salvador destaca que el papel de los jóvenes en el devenir de la abogacía es “crucial”, ya que “en unos pocos años estaremos en los timones de despachos y asesorías jurídicas. Y aquí la responsabilidad de trazar el rumbo será nuestra”. A la hora de perfilar cuál tendría que ser ese rumbo, este abogado cree que hay que tener en cuenta muchos elementos, desde la gestión y liderazgo de equipos al diseño de carreras profesionales, de horarios y sueldos de las nuevas generaciones. También hace referencia a “la percepción de la sociedad respecto a la profesión y su dignidad, del pricing de nuestros honorarios, de defender una profesión que haga respetar a ultranza nuestra deontología, que plante cara a cualquier intromisión profesional”.

En este sentido, se muestra rotundo al afirmar que “creo que la abogacía joven ha de tener coraje. Debemos ser valientes para poner encima de la mesa cuestiones a veces espinosas o incómodas”. “Mi intención”, explica, “es liderar una abogacía joven desacomplejada, que plantee debates que propicien un cambio de mentalidad en los compañeros”.

Problemas de los abogados jóvenes

Hablando de poner sobre la mesa asuntos espinosos, Alexander Salvador denuncia que “la abogacía joven viene asediada, históricamente, por un problema endémico como es la precarización laboral”. Desde su punto de vista, “no podemos continuar permitiendo el abuso laboral hacía muchos compañeros en sus primeros años de ejercicio, como la existencia de falsos autónomos, horas no cotizadas o no retribuidas”.

A su juicio, “la abogacía joven puede arrojar luz a esta realidad tan sombría”. Refuerza esta idea con el relato de algunas de las acciones llevadas a cabo por la abogacía joven de Barcelona bajo el mandato de su predecesor al frente de la organización, Albert Jané. Recuerda que en 2020 llevaron al Senado “la precaria situación laboral de muchos abogados y abogadas en nuestro país”. Según explica, siguen manteniendo reuniones con los principales partidos políticos del arco parlamentario para hacerles llegar su agenda.

Nuevo Comité Ejecutivo del GAJ. (Foto: GAJ de Barcelona)

Entiende Salvador que la solución a los problemas debe llegar “por conseguir cambios reales, por pequeños que sean”. Pone como ejemplo lo logrado en 2020 por AJA Madrid, GAJ Barcelona y CONEDE, “que con su presión lograron la realización de un examen de abogacía online en plena pandemia ante el aplazamiento sine die del mismo por parte del Ministerio de Justicia”. Entre estos cambios “reales y efectivos a favor de la abogacía” también destaca “la declaración del periodo de Navidad como inhábil, conseguido por la Confederación Española de la Abogacía Joven (CEAJ), liderada por la presidenta Maia Román”.

Precisamente una de las últimas polémicas que han afectado a los abogados más jóvenes ha sido los fallos que se han detectado en el examen de acceso a la abogacía. En opinión de Salvador, “la realización del examen de abogacía nunca ha estado, desde sus inicios, libre de polémica”.

Señala que “la situación como la de la presente convocatoria no es nueva para nosotros. Por ello, “desde hace años, conjuntamente con nuestros compañeros de AJA Madrid y CONEDE, tenemos en nuestro punto de mira la actual idiosincrasia del examen de abogacía, así como sus convocatorias. En estos próximos meses, mi intención es reunirme con mis homólogos de AJA Madrid (Alberto Cabello) y CONEDE (Jesús Ruíz Poveda) para abordar cómo podemos garantizar definitivamente la debida protección de los intereses de nuestros futuros compañeros de profesión”.

Salvador no tarda en demostrar que no le importa poner sobre la mesa asuntos espinosos y hace referencia al bloqueo el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Sobre este asunto afirma que “creo compartir la misma opinión que la mayoría de mis compañeros juristas; independientemente de su generación”. “Hay un cierto desánimo generalizado ante una situación tan intolerable. La actual situación de bloqueo del CGPJ requiere de generosidad por parte de nuestros representantes políticos. Pero, también, de altura política para implementar las recomendaciones del Informe GRECO respecto al sistema de elección del CGPJ”, destaca.