Hugo Cortada: “La IA es un superpoder para que los empleados puedan ser más productivos”

La Inteligencia Artificial (IA) supone un gran cambio en todos los sectores de la sociedad. Varios expertos manifiestan que este tipo de tecnología causará alteraciones más significativas que las que se produjeron con la Revolución Industrial. Herramientas como el ChatGPT consiguen demostrar su potencial al ser capaces de redactar textos en escasos minutos sobre el tema que el usuario desee. En este sentido, el director de desarrollo de negocios de Serimag, Hugo Cortada Sola, ha dado respuestas a Economist & Jurist sobre las incógnitas que supone implementar algunos de los servicios que ofrece la IA en los despachos de abogados.

El profesional destaca que la compañía en la que presta servicios lleva más de diez años trabajando con IA, ya que la consideran un medio para lograr hacer cosas que de otra manera resultarían imposibles. “Conseguir lo que hasta ahora se ha hecho, pero de una manera más eficiente”, ha manifestado Cortada. Asimismo, el objetivo de la empresa es expandirse hacia otros sectores como el de la abogacía ya que, hasta ahora, han trabajado en la banca.

(Foto: E&J)

Los clientes que desean contratar este tipo de servicios buscan partners especializados en aspectos concretos que sean de su interés, por ello, el director de desarrollo de negocios aclara que en su empresa se han especializado en un dominio muy concreto como es «transformar documentos en datos a través de la IA y prestar un servicio a medida en la casa del cliente y con unos niveles de ciberseguridad altísimos”. El compromiso de Serimag con la seguridad es vital ya que comprenden el riesgo y los daños que supone la pérdida de información en las empresas o firmas legales.

Ventajas de la IA

Cortada menciona que, principalmente, son tres los beneficios que aporta la IA a los despachos de abogados o a cualquier otra entidad.  “Son básicamente costes, tiempos y nivel de precisión”, afirma el profesional. Además, señala que las personas que se dedican a este tipo de tareas se equivocan en un 2 o 3 por ciento, mientras que el sistema que ellos han desarrollado se compromete por contrato a un acierto del 99 por ciento o más.

El sector legal supone un gran interés, ya que ven oportunidades de mercado al ayudar a los profesionales de la abogacía en sus tareas diarias respecto a la gran cantidad de documentos que deben revisar. De esta manera, «se concede al abogado más tiempo para realizar otras labores más relevantes«, afirma Hugo Cortada, lo que a su vez significará que los clientes también se ven beneficiados, puesto que al reducir los tiempos de espera, obtienen soluciones más rápidamente.

Miedo a la tecnología

Ante el posible rechazo de una parte de los profesionales de la abogacía que no se posicionan muy a favor de la implementación de la Inteligencia Artificial en las firmas legales, el director de desarrollo de negocios de Serimag  afirma que este tipo de tecnología «no es un riesgo o una amenaza», sino que, por el contrario, «es un superpoder para que sus empleados puedan ser más productivos«.

Cortada se muestra compresivo ante dicho posible rechazo ya que en la abogacía, que destaca por ser un negocio basado en las relaciones humanas, es normal que se tenga cierta reticencia a tecnologías como la IA o a la automatización de procesos. Serimag asegura que, «como proveedores de tecnología para grandes empresas, lo que siempre recomiendan es contratar empresas especializadas, probadas en el mercado y hacer pequeñas pruebas en actividades que lo permitan ganar, poco a poco, la confianza de los más suspicaces».

(Foto: Serimag)

Normativa vs. Innovación

Cortada expone que: “la historia nos demuestra que la innovación siempre ha ido por delante de la regulación”. Además, advierte que considera crítica la no involucración de los usuarios dentro de la regulación y asegura que un individuo que esté regulando una normativa debería contar con aquellas instituciones o personas a las que está dirigida, pues esta es la única forma que se le ocurre para que la innovación y la regulación intenten caminar lo más a la par posible.

Aun así, el profesional se muestra pesimista ya que es muy difícil que se llegue a un punto en el que la regulación esté a tiempo ya que la innovación avanza a ritmos muy acelerados y en direcciones no previsibles. Cortada insiste en que esta herramienta, “no reemplaza al abogado, sino que es una ayuda que descarga de las tareas más monótonas”.