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Entrevistas

Julio Aguado: “No debiera haber lugar para sentimientos ni patriotismos en los consejos de administración”

El nuevo presiente de Balms Abogados asegura que la firma va a seguir potenciando la búsqueda de nuevos socios internacionales

Julio Aguado (Foto: Balms Abogaos)

Andrés Lara

Director de Economist & Jurist




Tiempo de lectura: 6 min

Publicado




Entrevistas

Julio Aguado: “No debiera haber lugar para sentimientos ni patriotismos en los consejos de administración”

El nuevo presiente de Balms Abogados asegura que la firma va a seguir potenciando la búsqueda de nuevos socios internacionales

Julio Aguado (Foto: Balms Abogaos)



Julio Agudo fue designado el pasado mes de enero nuevo presidente de Balms Abogados, despacho que fundó en 1989 junto a su anterior presidente, Juan Luis Balmaseda de Ahumada, fallecido en diciembre del año pasado.

Economist & Jurist ha entrevistado a este reconocido experto en Derecho Mercantil que, a través de correo electrónico, da detalles sobre sus planes para el bufete y comenta algunos aspectos de actualidad relacionados con el mundo jurídico.



Economist & Jurits: Usted ha sido designado recientemente presidente de Balms Abogados. ¿Cómo afronta la nueva responsabilidad?



Julio Aguado: Indudablemente es un reto considerable a la vez que apasionante, si bien hay que tener en cuenta que hace casi 34 años que se fundó Balms Abogados, y desde entonces he estado vinculado a la dirección y toma de decisiones con mi socio y presidente hasta su fallecimiento, Juan Luis Balmaseda de Ahumada, por lo que me planteo esta nueva etapa, desde el punto de vista profesional, como una oportunidad para potenciar y desarrollar los valores y virtudes de la firma que venimos trabajando desde la fundación de Balms.

E&J: ¿Hay alguna cuestión en la estrategia o modo trabajar del despacho que crea que es necesario cambiar?



J.A.: Realmente el despacho se ha mantenido a lo largo de toda su existencia en continua innovación, con objeto de mantener la máxima calidad en el servicio ofrecido, mediante la formación continua tanto de los profesionales, como del personal administrativo y gerencia. Por supuesto, y como continuación a esta política, se revisarán los protocolos y procedimientos en nuestro congreso nacional a celebrar este mes de marzo, así como volverán auditarse en el congreso internacional de BGI a celebrar en Brasil el próximo mes de octubre.

E&J: Usted y Juan Luis Balmaseda de Ahumada han creado casi de cero Balms Group International, una red internacional formada por más de 40 despachos de abogados de tamaño medio que actualmente cuenta con presencia en 27 países. ¿Cómo lo han hecho?

J.A.: La idea surgió de una necesidad, la de formar parte de una red de pequeñas y medianas firmas de abogados en la que cada firma mantuviera una absoluta independencia, tanto en la dirección de los asuntos como financiera, pero que se rigiera por unos criterios de calidad de servicio, formación y exclusividad muy similares.

Tras un tiempo buscando alguna red donde solicitar nuestro ingreso nos dimos cuenta de que no existía ninguna que cumpliera nuestras demandas, o al menos no supimos encontrarla, por lo que decidimos fundar nuestra propia red. Si bien al principio la expansión fue lenta, siendo nuestro primer socio un despacho en Londres con el que manteníamos una muy buena relación profesional con anterioridad, con posterioridad tuvimos una excelente expansión, debido en gran medida al esfuerzo cariño y dedicación que durante años mantuvo Juan Luis en este proyecto.

Socios de Balms Abogados durante el 31 congreso de la firma. (Foto: Balms Abogados)

E&J: ¿Van a continuar la expansión internacional? ¿Qué países podrían ser los más interesantes?

J.A.: Por supuesto. De hecho, en el congreso mantenido en Atenas el pasado mes de octubre, y al que Juan Luis no pudo atender por lo avanzado de su enfermedad, uno de los principales objetos de debate fue el futuro y la expansión de BGI. Por aclamación se acordó potenciar la búsqueda activa de nuevos socios, y de hecho ingresaron dos nuevos en el mismo congreso y solicitaron el ingreso varios candidatos más, que actualmente están en proceso de evaluación.

Sobre los países más interesantes es una pregunta que hay que verla desde un punto de vista subjetivo, ya que para cada socio los candidatos más interesantes serán aquellos países que por vecindad, por circunstancias económicas, históricas o de cualquier otra índole mantengan intereses comunes. De hecho, la expansión siempre se ha producido por “vasos comunicantes”, es decir los miembros han propuesto nuevos candidatos entre los países con los que mantenían una mayor relación comercial.

E&J: Balms da una gran importancia a la formación. ¿Puede hablarnos de la apuesta del despacho por este aspecto?

J.A.: La formación continua es fundamental para cualquier empresa, y aún más importante para un sector como el jurídico, que está en constante transformación, por lo que nuestra apuesta es y siempre ha sido potenciar mediante cursos presenciales, online, reuniones periódicas, cursos técnicos sobre materias y novedades legislativas y últimamente también mediante webinars que imparten los despachos que conforman BGI, para la formación de todos aquellos que forman parte del grupo como único medio de alcanzar la excelencia en el servicio.

E&J: Ustedes tienen contacto con abogados de muchos países. En este sentido, y en comparación con otros países, ¿cómo es el trabajo de los abogados en España? ¿Es más fácil o más difícil su trabajo que en otros lugares?

J.A.: Efectivamente durante los congresos tenemos ocasión de tratar temas y problemas concretos de la abogacía en los países de origen de cada miembro, y podemos afirmar que por continentes los problemas son muy parecidos, es decir, los despachos ejerciendo en países europeos tenemos una problemática bastante homogénea, así como los africanos y los americanos entre sí. Obviamente hay diferencias en cada país, pero básicamente las quejas son muy similares, siendo la primera los tiempos extremadamente dilatados de la justicia en prácticamente todos los países, en segundo lugar, la endémica falta de medios que adolece la Administración de Justicia y en tercer lugar, y en mi opinión seguramente sea la más grave, la percepción de falta de imparcialidad de los jueces, que si bien dicha percepción no siempre está basada en la realidad, es algo a lo que los estados tienen que prestar más atención e intentar erradicar, ya que la falta de confianza en el sistema judicial puede tener consecuencias imprevisibles.

E&J: Pasando a cuestiones más generales y de actualidad, ¿qué le parece el problema que se ha planteado con la huelga de los LAJ? ¿Se están viendo muy afectados en su despacho?

J.A.: Tras la reforma de la Ley, se le otorgaron a los LAJ numerosas responsabilidades nuevas, sin que se les dotaran de medios para ello ni tuviera un reflejo en su remuneración, lo que unido a la ya mencionada falta de medios de la administración de justicia ha sido el detonante de la actual huelga. El efecto de la huelga es muy profundo dentro de la Administración de Justicia, ya que entre sus competencias está la de emitir los informes preceptivos en muchos expedientes, la fe pública judicial, el impulso procesal de los expedientes y la organización administrativa de la oficina judicial entre otras, por lo que sin su intervención la oficina judicial queda paralizada casi por completo.

La presente huelga, si ha servido para algo es para aflorar los graves defectos estructurales que adolece la Administración de Justicia y la falta de recursos arrastrada durante décadas, por lo que esperemos que no se cierre en falso por parte del Gobierno y se acometan las reformas necesarias para mejorar la eficiencia de la justicia, garantizar el derecho de los ciudadanos y mejorar la percepción que éstos tienen sobre la independencia de los jueces y magistrados.

La huelga de los LAJ ha servido «para aflorar los graves defectos estructurales que adolece la Administración de Justicia». (Foto: Comité de Huelga)

E&J: Una de sus especialidades es el Derecho Mercantil. Como especialista en esta rama del Derecho, ¿qué opina de los cambios introducidos en la Ley Concursal?

J.A.: Es una reforma que hacía falta, ya que la excesiva rigidez y lagunas de la anterior estaba siendo causa de enormes dilaciones en los procesos concursales, lo que a la postre resultaba en que la mayoría de estos terminara con la liquidación de la empresa, lo que es el efecto contrario al que se perseguía, al menos en teoría, con la ley.

Los nuevos planes de reestructuraciones con posibilidad de presentarlos hasta dos años antes de la posible insolvencia puede ser un buen instrumento para evitar un buen número de procedimientos, si bien está por ver como se gestionarán en la práctica. El procedimiento especial para microempresas simplifica mucho los trámites y posibilita que empresas que son viables no tengan que acudir a procedimientos de insolvencia. La reforma del procedimiento de segunda oportunidad también parece haberse realizado en la dirección correcta. Sin embargo, está por ver, con los medios actuales y si no se acomete una reforma estructural de la Administración de Justicia, como ya hemos hablado, los efectos que pueda tener en los procedimientos concursales.

E&J: Por último, está de actualidad el traslado de la sede de Ferrovial a Países Bajos. ¿Qué opinión tiene al respecto?

J.A.: En primer lugar, hay que señalar que la existencia de territorios dentro de la Unión Europea con fiscalidades ventajosas no es nada nuevo. Antes bien, las diferencias han sido mucho mayores en el pasado, y desde la salida de Reino Unido de la Unión Europea incluso se han limitado los territorios afectados.

Si bien la UE ha intentado legislar para acabar con la llamada competencia fiscal desleal, la realidad es que sigue vigente, si bien en menor medida, y que hoy por hoy son políticas empresariales lícitas a las que no podemos reprochar absolutamente nada desde un punto de vista jurídico o empresarial, por lo que los países deberán legislar de acuerdo con el status quo, y facilitar e incluso incentivar a las grandes corporaciones con objeto que evitar la huida de jurisdicciones que o bien están excesivamente burocratizadas, adolecen de una desmedida presión fiscal, la inseguridad jurídica es manifiesta o el clima político hace aconsejable el traslado a otros sistemas más favorables. No podemos olvidar que las grandes multinacionales se deben a sus accionistas, y que ni hay ni debiera haber lugar para sentimientos ni patriotismos en los consejos de administración.

Realmente la única solución definitiva será que dentro de la UE haya una armonización real de las políticas fiscales de todos los países miembros, aunque ya sabemos lo difícil que será, tanto desde el punto de vista técnico como político.

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