La abogada Javier Sanz: “Aunque serán minoría, habrá hombres que se aprovecharán de la Ley Trans”
En entrevista exclusiva para Economist & Jurist, Sanz critica a Igualdad por no asumir su responsabilidad en la rebaja de penas con la Ley de garantía integral de la libertad sexual
Javier Sanz. (Foto: Economist & Jurist)
La abogada Javier Sanz: “Aunque serán minoría, habrá hombres que se aprovecharán de la Ley Trans”
En entrevista exclusiva para Economist & Jurist, Sanz critica a Igualdad por no asumir su responsabilidad en la rebaja de penas con la Ley de garantía integral de la libertad sexual
Javier Sanz. (Foto: Economist & Jurist)
Habrá una minoría de hombres que se aprovecharán de la Ley Trans para sus intereses personales, asegura Javier Sanz, refiriéndose a la posibilidad de eludir la responsabilidad penal en casos de violencia de género.
Sanz es abogada, lleva 17 años trabajando en materia de violencia de género y entiende que la Ley Trans “desprotege un poco a las mujeres: a las víctimas de violencia de género, a las mujeres deportistas…». Aunque el artículo 46 de la Ley Trans establece que una persona incursa en un procedimiento de violencia de género no va a poder ser tratado como mujer para evitar las consecuencias penales o tener un tratamiento judicial distinto, esta abogada expresa sus dudas: “Mi duda por ejemplo está en el caso de que se haya celebrado procedimiento, haya condena y él se cambia después de género. Y hay un quebrantamiento de condena. ¿Ahí qué pasa? Yo creo que seguiría siendo competencia del juzgado de violencia de género porque, aunque se ha cambiado de género, sigue siendo su ex pareja afectiva. Habrá que ver qué respuesta dan los tribunales. Me preocupa especialmente por las víctimas”, incide.
Sanz, que aventura un futuro recurso contra la Ley Trans ante el Tribunal Constitucional, cree que “se ha tomado muy a la ligera una ley trascendental. El Letrado de la Administración de Justicia me dijo que esto iba a ser un descalabro para el registro civil”. Se refiere a su paso por el registro civil para cambiarse de género, que grabó en un vídeo que se ha hecho viral. Ella, dice, siempre se ha sentido mujer o de género diverso, así que se presentó en el registro para hacer un trámite cuya sencillez critica. Ahora deberá ratificar su decisión el próximo 13 de junio, algo que asegura que hará. Cuando concluya ese proceso, la «rectificación registral», habrá concluido, aunque no tiene intención de cambiar de nombre. “Aunque podría esperar dos meses más y no se archivaría. Y podría retrotraer mi decisión en el plazo de seis meses. Tiene muchas garantías”, afirma. Al mismo tiempo, apunta que “es demasiado fácil, es surrealista llegar allí, decir que te vas a cambiar de sexo y que se haga automáticamente. Nadie te juzga ni te cuestiona y eso es positivo. Que un trans no tenga que mostrar un peritaje psicológico es muy favorable para que ellos hagan el cambio, pero a la vez esa facilidad, que la única garantía sean esos tres meses, rompe el estado de derecho y deja muchas preguntas en el aire”. A raíz del vídeo, Sanz ha recibido críticas desde el colectivo feminista y el colectivo trans, considerando que estaba se estaba riendo de ellos. Ella considera que están siendo intolerantes.
Respecto al señalamiento de los jueces como responsables de las rebajas de pena por la mala aplicación de la Ley Orgánica de garantía integral de la libertad sexual debido a su “falta de perspectiva de género”, afirma que “la ignorancia es muy atrevida, subraya que los responsables de la ley que tenían informes que alertaba de lo que podía suponer” y que debían asumir su responsabilidad en los errores de la ley. “Con el cambio de los términos la han fastidiado”, añade. Esta abogada no considera defendible que se rebajen las penas por agresión sexual, aunque esa hubiese sido la intención y se muestra favorable al aumento: “Yo aumentaría las penas o las dejaría como estaban porque esto ha contribuido a asustar a las víctimas”. ¿Cree entonces que aumentar el límite de la horquilla respecto al Código Penal anterior, en algunos supuestos, tendría algo de positivo? «Si esos años de más están complementados con terapias y trabajando productivamente, si. Si no, es indiferente. Pero si soy víctima o como padre, yo quiero que esa gente esté fuera del espacio público. Y si salen, que sepamos a qué atenernos. No puede ser que nos los vuelvan a colar en la sociedad poniendo en riesgo a nuestros hijos», afirma Sanz.
Bajo su punto de vista “la balanza, a veces, no está equilibrada”, afirma apuntando a un posible agravio del hombre. Cree que se debe hablar de denuncias falsas porque, aunque son las menos, “en su experiencia, el 80% de las denuncias son verdaderas”, no se persiguen de oficio. De hacerse así, sostiene, habría más casos. “Cuidado con empoderar tanto a una parte porque rompemos el equilibrio necesario”, dice Sanz. En este sentido habla también cuando se le pregunta por la violencia vicaria: “Muchos padres utilizan a sus hijos para conseguir sus fines, son armas arrojadizas. Pero no olvidemos que existe la alienación parental y que hay mujeres que también utilizan a los hijos”, manifiesta.
Por último, asegura que no se producen situaciones de maltrato por parte de los operadores jurídicos a las víctimas de violencia de género. “Que no se diga que la justicia es patriarcal, desprestigiando a profesiones porque, además, se genera miedo. La ministra Irene Montero vive en una realidad paralela». Sanz sostiene que la ley «la dictan» las mujeres: «¿Cómo va a ser patriarcal si la justicia la dictan las mujeres, dado que la jurisprudencia es fuente de derecho y la mayoría de quienes dictan sentencia en este ámbito son mujeres», sentencia.