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Reportajes

La Constitución celebra su 44º aniversario en un preocupante clima de crispación política

Encarnación Roca, Miquel Roca, Eugeni Gay y Antonio Garrigues analizan la vigencia del texto constitucional

(Foto: The Objetive)

Luisja Sánchez

Periodista jurídico




Tiempo de lectura: 8 min

Publicado




Reportajes

La Constitución celebra su 44º aniversario en un preocupante clima de crispación política

Encarnación Roca, Miquel Roca, Eugeni Gay y Antonio Garrigues analizan la vigencia del texto constitucional

(Foto: The Objetive)



Como cada 6 de diciembre a lo largo y ancho de nuestro país se celebrarán distintos actos en conmemoración de la Constitución Española que en este 2022 cumplirá su 44º aniversario

Uno de los actos centrales tendrá lugar en el Congreso de los Diputados donde políticos y representantes del poder ejecutivo, legislativo y judicial compartirán dicha celebración.



Sin embargo, dicho evento viene marcada por la crispación entre el Gobierno  y la oposición por distintos acontecimientos, como son la problemática de la Ley “del solo sí es sí” que está reduciendo la condena a los agresores sexuales o la tramitación de la derogación del delito de sedición.

En medio de esta situación se podría llegar a un acuerdo para modificar el art. 49 de la Carta Magna ya que sería una buena forma de conmemorar la efeméride, de cara a eliminar el término “disminuido” de la Carta Magna por ser “inapropiado e innecesario”.

Desde Economist & Jurist hemos pedido la opinión a cuatro voces más que autorizadas sobre la vigencia del texto constitucional y las posibles reformas que pudieran pactarse. Todos coinciden que la falta de consenso actual podría imposibilitar una reforma del texto constitucional.



Constitución y ciudadano con derechos

Encarnación Roca, Magistrada emérita del Tribunal Constitucional, fue vicepresidenta y magistrada del Tribunal de Garantías en el período que va del 2012 a 2021. Asimismo, también ha sido Magistrada de la Sala Civil del Tribunal Supremo entre 2005 a 2014.

Rora recuerda que aquel 6 de diciembre de 1978 acababa de sacar su cátedra de Derecho Civil y que en su barrio barcelonés presidió una mesa del referéndum. “Allí votó mucha gente a favor de su aprobación”, asegura.

Sobre el legado de la Constitución destaca que “ayudó a la nueva estructuración política del país que luego ha evolucionado. Lo más importante es que nos dio un «estatuto de ciudadanos». Se nos reconoció la titularidad de distintos derechos fundamentales que ahora se pueden ejercitar”.

Encarnación Roca. (Foto: Tribunal Constitucional)

En este contexto, “lo que más he valorado ha sido el derecho a la libertad en todos sus aspectos y a la libertad de expresión fue importante su reconocimiento. Al mismo tiempo se reconoció la igualdad. La igualdad creo que es una manifestación del derecho a la libertad, como viene reflejado en los arts. 14 y 17 de nuestra Carta Magna”, añade Roca.

Para esta jurista “la vida de los españoles ha cambiado de forma notable. La Constitución es un texto que debe ser interpretado por las personas habilitadas para ello, como es el Tribunal Constitucional y el recurso de amparo que no existen en muchas Constituciones de nuestro entorno. Hay que recordar que las Constituciones de EEUU y Francia son más antiguas que la nuestra, al igual que la italiana y han tenido pocos cambios”.

“Antes de cambiar la Constitución exigiría a todo el mundo que la aplicara y la respetara”

Sobre las modificaciones de nuestra Constitución, “hay que recordar que está configurada por principios generales”. De hecho, “como jurista, lo que más me preocupa es la división de los derechos fundamentales en los tres capítulos donde están reconocidos. Hay algunos otros que no están reconocidos como el derecho a la salud, a la vivienda o a la cultura. Sin embargo, creo que una buena interpretación los puede potenciar”, razona la exmagistrada.

En estos años “el sistema político del Estado ha funcionado, creo que el sistema de derechos fundamentales hay que consolidarlo y ampliarlo un poco más, de acuerdo con lo que tenemos que aplicar tanto del Convenio Europeo como de la Carta de la Unión Europea. Antes de cambiar la Constitución exigiría a todo el mundo que la aplicara y la respetara”.

En cuanto al cambio del Título VIII de la Constitución, relacionado con el régimen territorial del país, “de momento nuestro régimen territorial ha funcionado dentro de lo que cabe”, destaca Roca. “El cambio que se produjo en 1978 fue importante. Veníamos de una dictadura. Ahora creo que hay que esperar a nuevos cambios”, valora.

Una Constitución de país

Miquel Roca es un abogado y expolítico español que perteneció a Convergència Democràtica de Catalunya y fue uno de los siete padres de la actual Constitución española. Como es seguramente sabido, es presidente honorario de Roca Junyent Abogados,

En su opinión “los que piden cambios a la Constitución de 1978 tienen legitimidad para dicha reforma”. De hecho, “en el propio texto constitucional se establece la vía adecuada para su modificación. Desde mi punto de vista no hay ninguna urgencia para ningún cambio ni tampoco veo ninguno de los problemas que afecta a nuestro país tiene su origen en el texto constitucional”.

Miquel Roca. (Foto: Roca Junyent)

En conversación con E&J, respecto a los posibles cambios, Roca señala que “espero y deseo que esos cambios que se quieren introducir tengan el calado que el propio texto constitucional exige cuando se aprobó. En nuestro caso fue complicado llegar a esos acuerdos y pactos porque la democracia plural nos obliga a acordar y a pactar como lo hicimos en aquel momento. Solo los regímenes totalitarios imponen la voluntad por encima de los ciudadanos”, recuerda.

“Creo que la actividad feminista tiene amparo en nuestra Carta Magna”

En aquellas negociaciones alude que “hubo una gran voluntad de cambio y un gran deseo de que la convivencia pudiera asentarse en los principios de democracia, igualdad y justicia. Por desgracia en un momento como el actual con tanta crispación política, no parece posible un pacto de este tipo, al menos por el momento. Un consenso para este tipo de iniciativas es fundamental”.

Sobre la posibilidad de modificar el Titulo VIII de la Constitución que establece el nuevo régimen autonómico de nuestro país, nuestro interlocutor indica que “no debe mezclarse este asunto con los incidentes que hubo en Cataluña en el 2017. Son dos cosas diferentes. Con este levantamiento se quería plantear la independencia de Cataluña, cuestión que no venía reflejado en la Carta Magna ni en ninguna otra Constitución de nuestro entorno”.

En cuanto a los dos cambios que ha tenido nuestra Constitución, Roca apunta que “se hicieron como reformas puntuales ya que existía un consenso en ambas situaciones. En cuanto a la segunda reforma, sobre el déficit presupuestario, costó un poco más porque era más de contenido político en un contexto europeo. Sin embargo, en la coyuntura actual, pese a la recesión existente, parece que el texto constitucional aguanta bien estos vaivenes”.

Respecto a incluir nuevos derechos relacionados con el derecho a la salud, medioambiente o la vivienda, Roca opina que “no están al margen de la Constitución”. A su juicio, “la Constitución debe leerse adaptada a los tiempos. Creo que la actividad feminista tiene amparo en nuestra Carta Magna”.

La lealtad política, clave

Por su parte, Eugeni Gay es un abogado que fue vicepresidente del Tribunal Constitucional entre 2001 y 2012.​ También fue presidente del Consejo General de la Abogacía Española entre 1993 y 2001 y decano del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona entre 1989 y 1997, entre otros cargos.

Gay ha coincidido con Miquel Roca en el acto homenaje a la Constitución celebrado en la Delegación del Gobierno en Barcelona.

En el momento de aprobarse el texto constitucional de 1978, Gay indica que “era un joven abogado que empezó a ejercer en 1970. Seguía muy de cerca todo el proceso de gestación. Había participado en el Sindicato Democrático de Estudiantes de Cataluña, luchando por la democracia. Cuando llegó esta fue una verdadera sensación de alivio y alegría porque España volvía estar en el concierto de las naciones”.

Eugeni Gay. (Foto: Tribunal Constitucional)

Desde su punto de vista “la nuestra es una gran Constitución, el problema que hemos tenido es la falta de lealtad de los representantes políticos en momentos importantes como el actual que han generado la no renovación del Consejo General del Poder Judicial y ahora nuevos nombramientos en el Tribunal Constitucional. Hay que ser siempre respetuoso con nuestra Constitución”.

“Creo que en los últimos quince años se ha empezado a tambalear nuestro sistema democrático”

Este jurista no oculta a nuestra publicación el momento por la que pasa nuestro país en la actualidad. “Creo que en los últimos quince años se ha empezado a tambalear nuestro sistema democrático. Con la crispación actual seria difícil lograr un consenso político como se logró en 1978, donde incluso colaboraron los sectores mas moderados del franquismo e incluso el comunismo en la gestión del texto constitucional”.

Desde su punto de vista “antes de hablar de reformarla hay que cumplirla. Dicho esto, no haría muchos cambios. Si hubiera que hacer cambios, el Senado no responde a la realidad. Haría alguna reforma como cámara territorial que es imprescindible y no como segunda cámara que retrasa los procesos legislativos”.

En cuanto al controvertido Titulo VIII de la Constitución que define la organización territorial de España, Gay indica que “las Comunidades Autónomas que piden desarrollar sus estatutos deben ser leales a la Constitución. Gracias a la Carta Magna ocupan el lugar que tienen. Esa lealtad constitucional es fundamental en un Estado de derecho”.

Gay coincide con Encarnación Roca, quien ocupó también el cargo de vicepresidente del Constitucional, al avalar que “los derechos de carácter social creo que tiene toda la razón de ser derechos fundamentales. Son imprescindibles para vivir con dignidad. Estos derechos sociales y su protección deben ser claves en la actividad de cualquier Gobierno”, concluye el jurista.

Necesidad de consenso para hacer cambios

Por su parte, Antonio Garrigues en aquel 1978 ya era presidente de Garrigues, despacho que se fue consolidando en el horizonte de nuestro país. Estuvo al frente de esta firma desde 1962 hasta 2014, para luego convertirse en su presidente honor. En 1982 creó el Partido Demócrata Liberal (PDL), del que fue elegido presidente. Esta formación política se integraría en 1984 en el Partido Reformista Democrático, una operación impulsada junto con Miquel Roca para tratar de ocupar el espacio político de centro.

“Cuando se aprueba la Constitución estaba en Madrid. Creo que fue una noticia esperada por todos en aquel momento. A lo largo de los años la Carta Magna ha madurado bien”. Sobre si debe o modificarse, el reconocido jurista confiesa que “sería delicado hacer cambios”.

Antonio Garrigues. (Foto: Ethic)

Sin embargo, Garrigues es consciente que desde su aprobación han pasado más de cuatro décadas y “es posible que haya que hacer retoques, con tal de que se haga con buen sentido y con un sentido de adaptación a los tiempos que vivimos, pero creo que las Constituciones hay que tocarlas lo menos posible”.

En este contexto, “es posible que pudiera modificarse el Título VIII de la ordenación territorial del Estado o incluso resaltar aun más el papel de la mujer. Creo que su presencia activa en el mercado de trabajo, tanto en el sector público como en el privado, es el cambio sociológico más importante que se ha producido en España en estos años”.

Desde su punto de vista, “hay que buscar otro tiempo político donde haya más tranquilidad y entendimiento entre los partidos políticos. Además, esos cambios deben ser los esenciales. En nuestra historia hemos tenido dos de relieve, uno sobre la ciudadanía europea en el 1992 y otro al modificar el articulo 135 de la Constitución por el tema del déficit”, recuerda.

“Creo que las Constituciones hay que tocarlas lo menos posible”

En cuanto al calado de esos cambios, coincide con Encarna Roca en que “podría abrirse la Constitución a nuevos derechos relacionados con el medioambiente, feminismo o el propio derecho a la vivienda. Lo que hay que buscar es el momento adecuado para hacerlo”, puntualiza el jurista.

En lo que sí coinciden nuestros entrevistados en este análisis de la trayectoria del texto constitucional es que, hoy en día, promover una iniciativa de este tipo, con la disparidad política existente en nuestro Parlamento sería inviable. “Para ello es necesario tener un consenso amplio”, reitera Garrigues.

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