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Premios E&J Group

«La formación continua es imprescindible para la abogacía», destaca Salvador González (CGAE)

Afirma que "preparación, honestidad y empatía" son los valores fundamentales para desarrollar la actividad jurídica

(Creatividad: Mireia Vericat/E&J)

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Premios E&J Group

«La formación continua es imprescindible para la abogacía», destaca Salvador González (CGAE)

Afirma que "preparación, honestidad y empatía" son los valores fundamentales para desarrollar la actividad jurídica

(Creatividad: Mireia Vericat/E&J)



Salvador González, presidente del Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), aborda en esta entrevista su perspectiva sobre la evolución del sector legal en estos años, así como su visión sobre la importancia de los I Premios Economist & Jurist Group a la Excelencia de la Práctica Jurídica, que se celebrarán el próximo 20 de marzo en Madrid, como miembro del jurado encargado de evaluar las propuestas.



Economist & Jurist (E&J): Enumere tres valores que considera fundamentales para desarrollar cualquier tipo de actividad jurídica.



Salvador González (S. G.): Preparación, honestidad y empatía. La preparación o formación es precisa para abordar un asunto profesional con garantías y es absolutamente indispensable en los tiempos actuales. El letrado o letrada tiene que poner todo el conocimiento disponible al servicio de su defendido. La honestidad es un valor humano en términos generales, pero el profesional debe anteponer la misma, además de su conocimiento por encima de cualquier otra consideración a la hora de asesorar a su cliente. Por último, la empatía, ponernos en el lugar del otro. Nuestros clientes son personas y debemos tratar sus casos como fragmentos de sus vidas.



E&J: ¿Cómo ha visto la evolución del sector legal en estos años?  ¿Qué es lo que más le llama la atención?

S. G.: Todos los profesionales estamos involucrados cada vez en más actividades simultáneas, habiéndose convertido la formación continua en una actividad imprescindible para ejercer la profesión. La omnipresencia de la tecnología está marcando considerablemente las transformaciones que, ahora, son mucho más rápidas.

El ejercicio de la profesión es muy exigente y que nos obliga a un esfuerzo considerable a quienes nos dedicamos a la defensa de los derechos de la ciudadanía. Además, si la forma de trabajar ha cambiado mucho en los últimos años, la nueva revolución que nos impone la inteligencia artificial nos anticipa un nuevo salto todavía más profundo que el anterior. Cuesta mucho imaginarlo para quienes comenzamos redactando nuestras demandas en una máquina de escribir y consultando la legislación en papel.

E&J: ¿Qué significa para usted formar parte del jurado de los I Premios Economist & Jurist Group?

S. G.: Me siento muy honrado de poder formar parte de un jurado con personas de tanto prestigio profesional. Nunca es fácil valorar el trabajo de otros, pero hacerlo en compañía de un jurado de tanta calidad resulta de gran ayuda. Espero aportar lo aprendido en todos estos años, tanto sobre el desempeño de las profesiones jurídicas, como sobre los criterios más relevantes a la hora de acertar con la elección de quienes resulten ganadores.

E&J: ¿Cómo describiría la relevancia de estos premios en el contexto actual del sector jurídico-legal?

S. G.: Siempre he considerado que los premios son importantes porque crean referentes para la sociedad. También, lógicamente, en el ámbito de la Justicia. Si, además, quien los otorga es un medio de primer orden dentro del sector como es el caso de ‘E&J’, adquieren una gran dimensión. Que tengamos serias dificultades para escoger quiénes serán los premiados pone de relieve que los premios de ‘E&J’ tienen una alta consideración y de ahí el elevado volumen de candidaturas.

E&J: Economist & Jurist premia la excelencia con estos galardones. En su opinión, ¿debería la excelencia ser el valor más destacado en el ejercicio de la profesión jurídica?

S. G.: La excelencia debería ser el objetivo de cualquier profesional. Pienso que en la universidad debería impartirse como valor de forma transversal. Los profesionales, especialmente los de la abogacía, en la defensa de los derechos de la ciudadanía, no pueden conformarse nunca con hacer un buen trabajo. En nuestra naturaleza debe estar siempre hacerlo lo mejor posible. Y creo sinceramente que ningún profesional de la abogacía se queda tranquilo si no es plenamente consciente de que ha dado lo mejor de sí en defensa de los intereses de su cliente. La excelencia está ligada al inconformismo. Quienes siempre aspiran a mejorar son quienes están en la mejor posición para conseguir que su trabajo puedan entrar a formar parte del campo de la excelencia.