Luis Cazorla, secretario general de AENOR: “Las certificaciones generan confianza al mercado sobre tus productos y servicios”

En los últimos años las empresas han buscado en la certificación la forma de ratificar que hacen las cosas bien. En este escenario, una entidad como es AENOR se ha convertido en uno de los referentes en materia de evaluación de la conformidad. La entidad, primero con la llegada de Rafael García Meiro como CEO en el 2017, fecha en la que AENOR y UNE separan funcionalmente sus actividades y ahora, con la incorporación del abogado Luis Cazorla, desde el pasado mes de marzo, como secretario general, la organización sigue dando pasos en su nueva etapa como entidad.

“Esa evaluación de la conformidad de la que forma parte la certificación está directamente relacionada con la confianza. La confianza desde la pandemia se ha convertido en un elemento clave. En este contexto económico, los operadores necesitan que sus productos y servicios generen confianza en el mercado y en eso la evaluación de la conformidad y la labor de AENOR tiene mucho que ver. Se trata de que el producto que pones en el mercado genere esa confianza que el sello AENOR trasmite”, apunta Luis Cazorla.

Con ocasión del proceso de separación funcional de actividades en enero de 2017, la Asociación Española de Normalización y Certificación, creada en 1986, se desdobla en dos organizaciones. Por un lado, la Asociación Española de Normalización, UNE, entidad legalmente responsable del desarrollo de la normalización en España, que también lleva a cabo actividades de cooperación y, por otro, AENOR, enfocada en la evaluación de la conformidad (certificación, verificación, validación, inspección y ensayos) la formación y los servicios de información. AENOR es una sociedad de UNE.

El número de certificaciones de esta entidad asciende a unas 500 y siempre en crecimiento. “Hace unos días se presentaba el primer operador que se certificaba con arreglo al referencial nuevo de Edificio Sostenible. AENOR está presente en áreas tan importantes y de actualidad como en gobierno corporativo, compliance, el bienestar animal, o la edificación sostenible entre otros muchos”, destaca Cazorla.

A este respecto, la relación de Cazorla Abogados con AENOR arranca desde sus inicios. “Fue en este caso mi padre, Luis María Cazorla, abogado del Estado en excedencia y Catedrático de Derecho Financiero y Tributario por la Universidad Rey Juan Carlos, quien la inició cuando existía la Asociación Española de Normalización. En la actualidad, y en particular desde el 2017 con ocasión de la reestructuración que implicó el proceso de separación funcional en el seno del Grupo UNE, en cuyo diseño y ejecución participamos intensamente, continuamos acompañando al grupo en su evolución y crecimiento”.

Para el nuevo secretario general de AENOR, una de las preocupaciones de esta entidad en su día a día es la indebida utilización de la marca AENOR en el mercado, tanto por operadores que en realidad no la han obtenido o mantenido adecuadamente para sus productos o servicios; como por entidades que al ofrecer sus servicios asocian los mismos o se aprovechan indebidamente de la reputación de la marca AENOR.A este respecto, Luis Cazorla destaca que “el poder de la marca AENOR es muy grande y en algunas ocasiones se utiliza indebidamente porque la certificación que se señala no existe o los productos o servicios en cuestión no la han obtenido o mantenido. AENOR hace una labor de seguimiento importante en el mercado para que este tipo de situaciones se detecten”.

Desde su punto de vista “una parte importante del nuestro trabajo es velar por la protección de la marca AENOR que goza de una reputación muy contrastada en el mercado”.

Sede de AENOR. (Foto: AENOR)

A su juicio “es importante diferenciar entre norma y certificación; en el primer ámbito, la normalización, hay una entidad normalizadora única a nivel nacional que es UNE, la que desarrolla las normas UNE, propias o adaptando la normativa internacional ISO o europea CEN/CENELEC. Las entidades certificadoras lo que hacen es evaluar el cumplimiento por las empresas de las normas técnicas o de cualquier otro esquema privado certificable. Hay que diferenciar, por tanto, la normalización de la evaluación de la conformidad”.

Puesto de nueva creación

Luis Cazorla aclara que este puesto que asume en AENOR es de nueva creación en el seno de la organización. “Da continuidad en la labor que veníamos haciendo en los órganos de Gobierno de la entidad, dentro de un proceso más amplio en el que ahora está inmerso AENOR, en relación al impulso de su gobierno corporativo interno”.

Desde ese punto de vista, aclara que su función va a ser la de asesorar al CEO en los grandes proyectos jurídicos, en temas de buen gobierno y cumplimiento normativo y en todo el funcionamiento estratégico de esos órganos de gobierno.

“Es un puesto que pretende dar cuerpo a lo que ya se venía haciendo en los últimos meses, que ayudará a reforzar nuestros parámetros como entidad en cuestiones de buen gobierno y sostenibilidad, para estar a la cabeza en estos ámbitos. Además, AENOR es un referente en el mercado por estas cuestiones y su labor está directamente relacionada con la generación de confianza”, aclara.

Añade que AENOR se encuentra ahora en un proceso de crecimiento y expansión importante. “Es un momento interesante para que nos consolidemos como el principal referente de generación de confianza en el tejido empresarial español, desde las grandes compañías hasta la pyme; desde las diferentes sociedades y proyectos que hay en marcha. Con nuestra presencia en Latinoamérica acompañamos a empresas españolas en esa actividad para liderar el llamado sector de la confianza empresarial en la actualidad”.

Luis Cazorla mantiene su posición de vicesecretario del Consejo de Administración de AENOR, entidad con la que viene colaborando desde hace más de 15 años. Es socio director de la firma Cazorla Abogados; siendo, además, secretario del Consejo de Administración de diversas sociedades mercantiles.

Al mismo tiempo, este abogado también mantiene una intensa actividad académica y en el desarrollo de literatura jurídica. Es profesor titular de Derecho Mercantil en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. Recientemente ha sido nombrado árbitro del Tribunal Español de Arbitraje Deportivo.

A la pregunta de cuáles son las claves en una organización de una buena estructura de gobernanza alude, en primer lugar, a la transparencia y sostenibilidad y a la necesidad de que la estructura de gobernanza sea un traje a medida específico para cada organización, más allá de su inspiración en un conjunto de principios generales. No se trata tanto de cumplir de forma abstracta todos y cada uno de los principios del buen gobierno; lo realmente relevante es el cumplimiento real y efectivo de los principios y en caso de no poder hacerlo, su debida explicación o disclosure.

A este respecto subraya que “las organizaciones deben adaptar racional y proporcionalmente su estructura a los principios normas y directrices de buen gobierno que suelen ser de origen anglosajón, pero sobre todo adaptarlos a la estructura y su organización interna”.

Luis Cazorla asegura que, pese a la guerra de Ucrania, las empresas han seguido certificando sus productos y servicios para generar confianza en el mercado. (Foto: AENOR)

En este contexto “es fundamental el compromiso de los órganos del Consejo de Administración como de la alta dirección para su cumplimiento; no sólo ese compromiso es formal sino también debería ser material. Al final vamos a organizaciones que no solo parezcan adecuadas desde la perspectiva del buen gobierno, sino que materialmente también lo sean. Muchas veces hay la obsesión por tener muchos documentos, pero lo importante es que el principio de organización de buena gobernanza y de sostenibilidad informe toda la actuación de la compañía en el día a día”.

La importancia de la sostenibilidad

Sostenibilidad es el concepto de moda dentro de este entorno de gobernanza y buen gobierno. Cazorla aclara a Economist & Jurist su importancia actual, porque es un elemento que ha venido para quedarse en el mundo empresarial en los próximos años “sus principios reflejados en las iniciales ESG son claves dentro de este buen gobierno corporativo porque es una manera de incorporar al interés puramente mercantil y económico de las sociedades, el interés social”.

Para este experto “se trata de que estas sociedades empresariales sean rentables económicamente y al mismo tiempo generen un beneficio al conjunto de la sociedad. Y ese beneficio se articula desde la sostenibilidad, se habla de beneficio sostenible, no contaminante, preocupado por el entorno. Eso da un valor a la compañía, realmente”.

La aplicación de esos parámetros de ESG se ha convertido en otro nicho de mercado para los despachos de abogados vinculados a la abogacía de los negocios. Firmas como Garrigues, con Rosa Zarza a la cabeza, responsable del área laboral y de sostenibilidad o Cuatrecasas con Elisabeth de Nadal fueron las primeras; ahora el resto de bufetes se han posicionado porque las empresas necesitan de un apoyo legal para cumplir con los criterios ESG.

“La normativa de buen gobierno corporativo ha ido incorporando los criterios ESG y, por tanto, en el funcionamiento de los órganos de gobierno de las sociedades cotizadas como no cotizadas, se les asesora. No hay una compañía que funcione adecuadamente desde esos principios de buen gobierno si no introduce los criterios de sostenibilidad”.

Desde esta perspectiva “sin sostenibilidad las empresas y organizaciones no pueden alcanzar el buen gobierno corporativo.

Para este abogado, “el sector legal ha ido evolucionando mucho en los últimos años, pero es un sector que en numerosos aspectos es más conservador que otros. Se dan pasos acelerados, pero en muchas ocasiones son más lentos en materia de buen gobierno que en otras áreas”.

Sin embargo, cree que las firmas legales están orientadas a asumir esos principios de ESG en su propia estructura de buen gobierno corporativo. “Ya es un elemento que muchas empresas exigen a su bufete de abogados con el que quieren colaborar. Ahora mismo la sostenibilidad es transversal y muchos operadores reclaman este tipo de principios y compromisos. Cada vez se incorporan más a las ofertas de servicios que plantean estas firmas jurídicas en ese tipo de relaciones de negocio que se crean”.

Tanto las normas en materia de buena gobernanza en las organizaciones o de compliance, como las certificaciones y entre ellas la de buen gobierno, u otras más específicas como la de edificación sostenible incorporan progresivamente y de manera transversal los principios ESG y su cumplimiento.

Crisis y certificación

Nuestra economía, que ha sufrido dos grandes convulsiones como fue el Covid19 hace ya tres años y ahora la Guerra de Ucrania, “lejos de reducir la actividad de certificación de productos y servicios ha mantenido sus ratios de actividad. Se trata de explicarle al mercado que los productos y servicios que se venden ahora son seguros, sostenibles y que se diferencian de otros competidores por estos valores materiales”, explica Cazorla.

Recuerda este abogado que “la confianza era indispensable y se ha convertido en el actual contexto en esencial y por tanto las empresas han seguido certificándose según sus posibilidades. Es un elemento clave para vender confianza en el mercado porque la gente lo que demanda en este tipo de contextos con cierta inseguridad, es la propia seguridad de la que venimos hablando en esta entrevista. La marca AENOR transmite esa confianza al mundo empresarial”.

En ese contexto, afirma que “los despachos de abogados, que suelen ser empresas de servicios jurídicos, venden seguridad en el mercado y sirven de apoyo a muchas compañías y organizaciones en su preparación previa al proceso de certificación”

“En nuestro caso, Cazorla Abogados, donde ejerzo como socio director, es una boutique jurídica de corte transversal donde hemos ido evolucionando del derecho público y tributario a otros servicios jurídicos de la abogacía de los negocios en el que actualmente tenemos una presencia destacada en el mercado, como el mercantil en toda su amplitud el procesal o derecho deportivo”, aclara.

Coincide con Rosa Vidal, socia directora de Broseta, que en una entrevista con Economist & Jurist destacaba la importancia del derecho público para las firmas legales asentadas en el derecho de los negocios. “Está claro que es el mercantil de los años 90. Es una práctica muy transversal y hay que dar muchos servicios a las empresas”.