María Luisa Segoviano, magistrada del TC: «Ser excelente es una actitud ante la vida y ante la práctica jurídica»
Destaca que hay que reivindicar la excelencia jurídica como el motor de la actividad de nuestros profesionales

(Creatividad: Mireia Vericat/E&J)
María Luisa Segoviano, magistrada del TC: «Ser excelente es una actitud ante la vida y ante la práctica jurídica»
Destaca que hay que reivindicar la excelencia jurídica como el motor de la actividad de nuestros profesionales

(Creatividad: Mireia Vericat/E&J)
La jurista María Luisa Segoviano, magistrada del Tribunal Constitucional (TC), se muestra satisfecha de su carrera profesional. “Era la que quería seguir y la que aspiraba a lo largo de estos años. Me siento halagada con esta trayectoria, ahora culminada en el Tribunal Constitucional, he podido servir de ejemplo a algunas mujeres para que luchasen por su carrera profesional”, señala.
María Luisa Segoviano tiene una carrera profesional volcada al mundo judicial y al laboralismo desde los años setenta, con distintos cargos de responsabilidad. Fue la primera mujer que presidió la Sala de lo Social del Tribunal Supremo en el periodo 2020-2022.
En esta entrevista comparte su perspectiva sobre la evolución del sector legal en estos años, así como su visión sobre la importancia de los I Premios Economist & Jurist Group a la Excelencia de la Práctica Jurídica, que se celebrarán el próximo 20 de marzo en Madrid, como miembro del jurado encargado de evaluar las propuestas.
Economist & Jurist (E&J): Enumere tres valores que considera fundamentales para desarrollar cualquier tipo de actividad jurídica.
María Luisa Segoviano (M. L. S.): Ser jurista es tener claro tres requisitos: el primero, darse cuenta que como profesional uno debe contar con una buena formación. Eso hará que seamos buenos técnicos en una materia concreta.
Otro elemento relevante supone el tener vocación. Esta profesión exige mucha dedicación, entusiasmo y sacrificio. Si no te gusta lo que estás haciendo, no lo vas a hacer muy bien.
Por último, hay que dedicarle tiempo a tu tarea como jurista. Hay que esforzarse y no ser cicatero con las horas que uno dedica a la actividad. Se trata de hacer lo que tengas que hacer, aunque te ocupe mucho tiempo.
E&J: ¿Cómo ha visto la evolución del sector legal en estos años? ¿Qué es lo que más le llama la atención?
M. L. S.: Vivimos tiempos de cambio en el sector legal, con una reforma de la justicia ambiciosa de gran calado. Las normas procesales son muy antiguas llevan mucho tiempo, eran idóneas para una sociedad y un tipo de procedimiento y todo ha cambiado ahora.
A medida que la sociedad avanza, que van irrumpiendo las nuevas tecnologías y que hay un número inmenso de procedimientos se hace necesario este cambio de modelo para que los procedimientos judiciales sean mas ágiles y darles un enfoque diferente del que estábamos dando hasta ahora.
Hay que ser paciente con esta reforma. Hasta que no pase un tiempo prudencial no sabremos realmente si la reforma ha funcionado y era realmente la que hacia falta para tener una justicia más eficiente.
E&J: ¿Qué significa para usted formar parte del jurado de los I Premios Economist & Jurist Group?
M. L. S.: Es muy gratificante formar parte de este jurado con compañeros y compañeras juristas del más alto nivel. Es muy importante reconocer la excelencia como principal valor, tanto a una persona, grupo o despacho por su actividad profesional.
E&J: ¿Cómo describiría la relevancia de estos premios en el contexto actual del sector jurídico-legal?
M. L. S.: Creo que es muy importante que cuando un profesional, grupo de profesionales o un despacho o entidad jurídica hace bien su trabajo se ponga de relieve y tenga su reconocimiento del sector.
Es el principal elemento de esos Premios Economist & Jurist que en su primera edición arrancan con el deseo de ocupar el hueco que se merecen dentro del panorama jurídico nacional.
E&J: Economist & Jurist premia la Excelencia con estos galardones. En su opinión, ¿debería la excelencia ser el valor más destacado en el ejercicio de la profesión jurídica?
M. L. S.: El concepto de excelencia debe guiar el comportamiento del jurista, tanto en su actividad como profesional como siendo ciudadano. Engloba una serie de elementos que hacen a ese profesional muy cualificado por su forma de ver la vida y de afrontar la actividad jurídica.
Ser excelente es una actitud ante la vida y ante la práctica jurídica en unos tiempos en que parece que se ha olvidado cultivarlo. Hablar de la excelencia no es solo que ese profesional posea los mejores conocimientos jurídicos y técnica legal, sino también la calidad de sus escritos o su actividad frente a los tribunales y a todos los que participan en esas vistas.
En un momento como el actual hay que reivindicar la excelencia jurídica como el motor de la actividad de nuestros profesionales. La excelencia se demuestra a diario por cómo se entiende esta profesión, en muchos casos volcada a la defensa de terceros.
