Así es como los abogados han vivido el apagón

Gran parte de España vivió ayer, 28 de abril, un apagón masivo que dejó a la mayoría de la población sin luz ni conexión a internet durante varias horas, algunos incluso siguen sin estos servicios.  Una situación que nunca se había vivido en nuestro país y que provocó un enorme caos. Las grandes ciudades colapsaron ante la falta de electricidad y todos los negocios se vieron obligados a parar su trabajo o intentar adaptarse ante estas circunstancias.

Los bufetes de abogados no fueron menos. La incertidumbre de no saber qué era lo que estaba ocurriendo y que les impedía continuar con su trabajo ajustado a plazos judiciales estrictos, fue complejo. Sin embargo, todos los letrados coinciden en la tranquilidad que han sentido tras haber sido suspendidos los plazos procesales del 28 y 29 de abril por causa de fuerza mayor.

Antonio Navarro Selfa (Imagen: Navarro Selfa Abogados)

Antonio Navarro Selfa, decano emérito del Ilustre Colegio de Abogados de Cartagena y abogado y fundador de Navarro Selfa Abogados, estuvo sin poder trabajar desde las 12:30, hora en la que se apagó la luz y la conexión a internet en muchas partes de España, precisamente cuando su despacho estaba en día de gracia para un plazo de una contestación civil. No ha sido hasta esta mañana cuando Antonio Navarro y su equipo han vuelto a tener luz.

“Cerramos la oficina y tuvimos que suspender además todas las visitas, incluida una declaración que tengo hoy, lo que me obliga a hablar con el cliente con menos plazo, tiempo y garantías” comenta Navarro.

En Zunzunegui Abogados también fue desconcertante: «En un primer momento, se hicieron comprobaciones con las oficinas vecinas, y gracias al conserje del edificio, que se había puesto en contacto con los edificios de la zona, se pudo comprobar que era un apagón general. A las 14:20 el equipo del despacho, tras firmar el documento predispuesto para estos casos, que hubo que transcribir a mano, tuvieron la flexibilidad de desplazarse para atender sus situaciones personales» narra su director general, Carlos Zunzunegui.

Ignacio González Gugel (Imagen: LinkedIn)

La situación que vivió Ignacio González Gugel, socio-fundador de los despachos Indemnización por Accidente,S.L.P. y de dPG Legal, fue similar: “En nuestro despacho optamos por permitir irse a casa a quien quisiera. Alguno de los socios se quedó hasta que el último de los trabajadores se fue. Nos consta que algunos tardaron en llegar a sus casas un rato y los que podían ir andando, lo hicieron”, confirma González Gugel.

Una de las mayores problemas que ha causado el apagón es la pérdida de documentos en los que se estaba trabajando cuando los equipos desconectaron totalmente, sin embargo, en Zunzunegui Abogados ya estaban preparados. «Trabajamos con equipos  que cuentan con un archivo de autoguardado off line que nos permitió asegurar el progreso que se había llevado a lo largo de la mañana. Es cierto que una situación de tal envergadura reduce enormemente las herramientas de trabajo, sin embargo, todos los sistemas de seguridad pasivos como la activación de las luces de emergencia sirvieron para alcanzar el objetivo prioritario: asegurar la seguridad y tranquilidad del equipo», comenta Carlos Zunzunegui.

Carlos Zunzunegui (Imagen: Zunzunegui Abogados)

Los compañeros de Navarro Selfa Abogados no pudieron comunicarse hasta por la tarde. “Quedamos antes de que se fuera la luz, sobre las 16:00 horas, para intentar coordinar la situación. Consultamos a un informático para ver si se podía hacer algo y no hubo solución posible” continúa Antonio Navarro.

Esta mañana en Zunzunegui Abogados han podido retomar el contacto con el personal del despacho y tras comprobar que los sistemas funcionaban con normalidad, han reagendado las reuniones de trabajo que no se pudieron llevar a cabo ayer. Trabajo que les ha sido más sencillo gracias a «la práctica de tener un doble soporte documental digital y en papel, reforzada durante la pandemia», afirma su director general.

Navarro declara que: “ayer la imposibilidad de trabajar era absoluta, dependemos totalmente de la tecnología”. Pero hoy, un día después del caos, la actividad de su bufete sigue sin ser normal, ninguno de los letrados del equipo puede acceder a internet mediante el ordenador y están trabajando con el teléfono móvil.