Bad Bunny, protagonista de la primera portada en español de la revista TIME

El mundo de Bad Bunny, así titula la revista estadounidense TIME su primera portada en español, en la que aparece el cantante Benito Antonio Martínez Ocasio, mejor conocido por su nombre artístico que se traduce como conejo malo. Este nuevo logro del artista puertorriqueño no es más que otra victoria que se suma a su imparable lista de hitos históricos.

El reportaje que le dedican al artista recorre toda su trayectoria musical en la que no ha renunciado a su idioma natal para alcanzar el éxito, sino que ha apostado por internacionalizar el reggaetón, trap y pop en español. Asimismo, los autores de la pieza periodística, Andrew W. Chow y Mariah Espada, lo han considerado como un heredero legítimo de Frank Sinatra, Michael Jackson o Beyoncé, a pesar de su corta carrera de casi siete años.

Puesto que quiere ser el artista más grande del mundo, Bad Bunny ha confesado que: «Yo siempre digo que, si me escucharan 1.000 personas y me presentara una vez al mes en un lugarcito, solo con eso sería feliz. Pero el hambre y la pasión que tengo por esto es imposible, porque siempre quiero dar más y más y más».

Bad Bunny (Foto: TIME)

Según la plataforma Spotify, su música ha sido la más escuchada en todo el mundo durante los tres pasados años. Además, el artista ha conseguido obtener el mayor récord de beneficios económicos por las giras que realizó en 2022 por su álbum Un verano sin ti. En 2023, hizo historia al cantar por vez primera en español en la gala de los premios Grammy donde se alzó con la victoria en la categoría de mejor álbum de música urbana.

Los inicios del artista

Nació el 10 de marzo de 1994 (29 años) en San Juan, Puerto Rico, y destaca que nunca tomó clases de música, lo que no le ha impedido convertirse en uno de los cantantes y compositores más relevantes del panorama actual de la música latina.

Comenzó a publicar sus temas en YouTube donde pronto empezó a cosechar un buen número de admiradores. En 2016, Bad Bunny se unió al sello discográfico Hear This Music donde grabó sencillos de éxito internacional como Soy Peor o Diles. Su popularidad se fue acrecentando y su estilo único hizo que artistas reconocidos del género como Ozuna, Farruko o De La Ghetto le ofreciesen colaboraciones.

Shakira y Bad Bunny en la SuperBowl (Foto: E! Online)

Desde entonces, Benito no ha cesado de recibir importantes ofertas de todos los ámbitos artísticos ya que tuvo un papel en la película de Brad Pitt, Bullet Train (2022), apareció en el show del medio tiempo de la SuperBowl de Jennifer López y Shakira, y colabora con Adidas en el diseño de su ropa deportiva.

Denuncia social y política

Yo Perreo Sola – Bad Bunny (Foto: Entertainment Weekly)

Los géneros musicales en los que se desenvuelve el artista siguen siguiendo premisas muy conservadoras y arcaicas lo que ha ocasionado que muchos de sus compañeros de profesión hayan preferido no mostrar sus creencias o el desacuerdo ante las injusticias que se producen en la sociedad. Bad Bunny ha querido romper con las reglas establecidas de la música latina tradicional y no le ha importado bailar con vestidos, hacerse la manicura o incluso hacer un videoclip como Drag Queen.

No solo se limita a no seguir los cánones de género impuestos en la sociedad, sino que también se siente orgulloso al mostrar su pensamiento político y criticar la dura situación que se vive en Puerto Rico.

El Apagón – Bad Bunny (Foto: ANRed)

Destaca la protesta que realiza en el vídeo de su canción perteneciente a su álbum ganador del Grammy, El apagón, donde retrata las complejidades del país boricua en el que pone el foco en la noticia que ocurrió en el Hospital Universitario de Adultos en el Centro Médico que se quedó sin electricidad durante 20 horas después de que el gobierno puertorriqueño realizara un contrato de cifras desorbitadas con una compañía energética estadounidense, LUMA Energy, que ha sumido a la población en una situación muy precaria que no son capaces de afrontar, a lo que se suma el incremento de la privatización de los servicios públicos y los beneficios fiscales que poseen los ciudadanos de Estados Unidos debido a que la isla continúa siendo administrada por este país.