Castellfollit de la roca, el pueblo español que produce vértigo

Cuando una persona imagina sus vacaciones en un pueblo de la Península Ibérica, piensa en lugares llanos con una plaza en el centro que dispone de unas dimensiones enormes para dar cabida a los festejos de la localidad, que sus calles no sean estrechas y que, además, no produzcan vértigo. Esta concepción no se aplica a Castellfollit de la Roca, un municipio de Gerona que se alza en un impresionante risco a 50 metros de altura. Su atractivo deja sin palabras a los turistas ya que sus calles sirven de mirador a la naturaleza que lo rodea.

Su ubicación destaca por ser la entrada al Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa y por ofrecer vistas hermosas de los valles de los ríos Fluvià y Toronell. El pueblo se asienta sobre una pared basáltica con una longitud de un kilómetro en la que las casas se disponen al borde del precipicio.

Castellfollit de la Roca (Foto: Turisme Garrotxe)

Un dato interesante y que causa mucha impresión a los visitantes es que, a pesar de su remota ubicación, fue de las primeras localidades españoles en disponer de conexión telefónica. En 1907 se instaló la red y comenzó su funcionamiento de manera regular. A pesar de estar en un acantilado y lejos de la población, tiene sentido dotar al pueblo de este tipo de servicio puesto que así la población podía mantenerse comunicados con el exterior.

Rutas de senderismo

Castellfollit de la Roca (Foto: Top Girona)

Dado el estratégico emplazamiento de Castellfollit de la Roca, el pueblo es un área ideal para realizar recorridos para disfrutar al máximo de la naturaleza. Hay una gran cantidad de rutas que discurren por la entrada del parque en el que se sitúa. Asimismo, hay guías que ofrecen información sobre la pared de basalto en el que el municipio se erige además de datos interesantes sobre su cultura e historia.

El itinerario más recomendado es el que comienza en el pequeño aparcamiento que hay en el pueblo y recorre el curso del río Fluvià. Es apto para todos los niveles ya que carece de dificultad alguna y está completamente señalizada para llegar en cualquier momento a la localidad. El final de esta ruta es en la majestuosa plaza de Sant Roc en la que es obligatorio tomar unas instantáneas para el recuerdo.