Cinco alternativas sostenibles al transporte privado para ir a trabajar

La contaminación que se produce en las grandes urbes, aproximadamente un 60% de C02, es uno de los factores principales del cambio climático. Según afirma la Organización de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat), las ciudades ocupan tan solo un 2% de la superficie de la Tierra , por lo que es muy preocupante la poca dimensión que tienen estos espacios y todo el daño que producen al planeta.

El Parlamento Europeo señala en diversos estudios que el transporte que está destinado principalmente a elaborar rutas laborables es el responsable de la emisión del 30% de C02 a la atmósfera en todo el continente. Siendo más específico, dentro de este porcentaje destaca que el 70% se debe al transporte por carretera.

Varios países han establecido metas para intentar rebajar el nivel de contaminación que hay en sus metrópolis. En el caso de España, se aprobó la Estrategia Española de Movilidad Sostenible (EEMS) para garantizar que los sistemas de transporte nacionales respondan a las necesidades económicas, sociales y ambientales con el objetivo de reducir las emisiones.

Destaca también Urban Mobility Challenge, un proyecto que nació en el marco de la Semana Europea de la Movilidad y que es un desafío que pretende fomentar la movilidad sostenible y ecológica entre las empresas y sus empleados. Los participantes de las empresas en este proyecto que obtengan un resultado positivo en la valoración del reto podrán ganar premios a modo de incentivo. El objetivo de dar recompensas por las acciones sostenibles es que esta actividad se mantenga en el tiempo.

Para conseguir ser más verde con el planeta y reducir la contaminación con respecto al uso del transporte, existen alternativas asequibles y muy beneficiosas para las personas que decidan implementarlas en sus vidas. Entre esas alterativas destacan:

La bicicleta

(Foto: E&J)

Este medio de transporte no contamina absolutamente nada y, además, ayuda a perder peso ya que se trata de un ejercicio cardiovascular y se queman bastantes calorías mientras se pedalea. Por otro lado, dado que montar en bicicleta está considerado un deporte,  también mejora el ánimo del trabajador debido a que el nivel de estrés se ve reducido.

El patinete eléctrico

(Foto: EcoXtrem)

Conociendo la normativa vigente con respecto al uso del patinete eléctrico, puede ser un gran aliado para realizar la ruta hacia el lugar de trabajo. Es una manera rápida, eficiente, que no contamina y, además, puede ser guardado con facilidad en cualquier rincón.

El transporte público

(Foto: EMT Madrid)

El uso de los medios de transporte colectivos es muy favorecedor para la mejora del medio ambiente. Estos vehículos, como son el autobús, el tren o el metro, cuentan con una serie de ventajas respecto a los vehículos particulares como, por ejemplo, el precio, ya que no se gasta en gasolina; la seguridad, el riesgo de sufrir un accidente es considerablemente mayor en coches que en autobuses o trenes y; es una forma fantástica de no contaminar.

Los vehículos compartidos

(Foto: Freepik)

Los empleados de una misma empresa, que vivan relativamente cerca, pueden probar esta alternativa de realizar el mismo trayecto en un único vehículo privado. Esta acción les beneficiará en varios sentidos: reducción del gasto mensual de gasolina, fomentar buenas relaciones en el entorno laboral y, en el caso de que la empresa se encuentre en una gran ciudad, ahorrarán tiempo en buscar aparcamiento al reducir el número de coches que llegan a esa ubicación concreta.

Andar

(Foto: Freepik)

Si el lugar de trabajo no está ubicado a gran distancia del domicilio, los empleados pueden probar a realizar distintas rutas a pie con las que, similar al uso de la bicicleta, mejorará en general su estado anímico y de salud. Asimismo, otra ventaja que presenta esta opción es despejarse con el paisaje urbanita y, quizás, descubrir algún rincón que de otra manera no sería posible.