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Estilo de Vida

Consejos básicos para evitar ahogamientos en lugares de baño

En tan solo 24 horas se han ahogado ocho personas en España

(Foto: E&J)

Tiempo de lectura: 3 min

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Estilo de Vida

Consejos básicos para evitar ahogamientos en lugares de baño

En tan solo 24 horas se han ahogado ocho personas en España

(Foto: E&J)



Este verano está siendo especialmente trágico en lo que a ahogamientos se refiere. En las últimas 24 horas han fallecido ocho personas por esta causa. En lo que va a de año, han perdido la vida 222 personas, 57 de ellas sólo en junio. Ante este panorama, es necesario recordar una serie de cuestiones a tener en cuenta para evitar que se produzcan accidentes.

En primer lugar, hay que bañarse en aguas habilitadas para ello. Los ríos, pantanos o lagos, y las playas del litoral marítimo que no estén habilitadas para el baño son peligrosas. En este sentido, siempre que sea posible hay que bañarse en zonas vigiladas. De este modo, en el caso de que surja algún problema es más fácil recibir ayuda.



Hay que bañarse en aguas habilitadas para ello. (Foto: E&J)

Nunca es buena idea entrar bruscamente en el agua, sobre todo después de haber tomado el sol o haber comido. En este sentido, y aunque parece que últimamente hay muchas bromas al respecto, hay que evitar bañarse cuando se esté haciendo la digestión. Es recomendable esperar un tiempo aproximado en torno a dos horas para prevenir lo que se conoce como corte de digestión.

Una vez en el agua, hay que salir de inmediato si se advierte algún síntoma extraño, como escalofríos, fatiga, dolor de cabeza o en la zona de la nuca, picores, mareos, vértigos o calambres.



Tirarse de cabeza en lugares de fondo desconocido es una lotería que puede salir muy mal. Puede haber poca profundidad, lo que provocaría que el nadador se golpee la cabeza con el fondo, en el caso de una piscina, o contra una piedra si se trata del mar o un pantano y producirse una lesión que dañe la médula espinal, con el riesgo de parálisis permanente.

Es muy importante tener siempre vigilados a los niños, especialmente a los más pequeños. No se les debe dejar solos cuando estén en el agua o cerca de ella.

Si se ve a una persona con problemas en el agua, salvo que se tengan conocimientos de socorrismo, no hay que tirarse a intentar un rescate. Siempre es mejor lanzarle algo que flote y pedir ayuda. Una persona en problemas en el agua puede arrastrar a su salvador si este no tiene la preparación o el equipamiento necesario.

Al margen de estos consejos generales, hay precauciones específicas que deben ser tenidas en cuenta dependiendo del dónde se vaya a producir el baño.

En el caso de la playa, la primera norma es respetar siempre la señalización, y de manera especial las banderas: roja, baño prohibido; amarilla, baño peligroso. Se recomienda que el agua no sobrepase la altura de la cintura y verde, baño sin peligro.

Nunca hay que bañarse con bandera roja. (Foto: E&J)

No hay que intentar nadar en contra de la corriente. El nadador que se sienta arrastrado por una corriente debe nadar paralelamente a la playa y, una vez que salga de la corriente, nadar hacia la orilla.

Los objetos hinchables están de moda y son cada vez más utilizados en el mar. Sin embargo, son muy ligeros y pueden irse fácilmente mar adentro o volcar. En contra de lo que se pueda creer, no deben utilizarse si no se sabe nadar.

En el caso de ríos y pantanos, hay que tener en cuenta que pueden ser especialmente peligrosos. Puede haber corrientes y/o remolinos que arrastren al nadador poniéndole en apuros. Antes de iniciar el baño en estas zonas hay que leer los carteles informativos de la zona, ya que pueden avisar de la existencia de peligros. Asimismo, en ríos y pantanos es conveniente meterse en el agua con calzado especial para evitar cortes o heridas en los pies.

Por último, es necesario parase también en las piscinas. Parecen sitios muy seguros, y lo son, pero hay que tener igualmente cuidado. En primer lugar, siempre es mejor ir andando que corriendo, sobre todo en las zonas mojadas y de manera especial en la orilla. Así es más fácil evitar un posible resbalón que cause una lesión.

Hay que respetar siempre las indicaciones de los socorristas, así como las normas de seguridad, que tienen que ser visibles para todas las personas usuarias.

Aunque ya se ha dicho más arriba, esta es una buena ocasión para repetirlo. Nunca hay que dejar a los niños sin vigilancia, ni siquiera en las piscinas diseñadas para ellos y en las que apenas hay profundidad, ya que en las mismas también es posible el ahogamiento.

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