Consejos de la abogada Aguas Santas Cabeza para visitar China y no «morir en el intento»

Me presento, soy Aguas Santas Cabezas, abogada con despacho propio en Sevilla. Hace apenas unos días he podido disfrutar de un viaje a tres ciudades de la República Popular China y me gustaría compartir algunos consejos a todos aquellos compañeros y no compañeros, que decidan emprender esa gran aventura que para mí ha resultado fascinante.

Tres ciudades, con mucha historia y ampliamente conocidas, me refiero, a Pekín, Xi’an y Shanghái. ¿Quién no ha escuchado hablar de ellas? Solo deseo que, si en algún momento os planteáis la posibilidad del viaje al gigante asiático, cambiéis los conceptos de todo lo conocido y vayáis dispuestos a adentraros en un mundo que solo está en los libros que habéis leído. Entraréis en un país dirigido por un único partido, el Partido Comunista, con todo lo que ello implica.

Cuando llegas al aeropuerto, en mi caso fue a Pekín, después de 11 horas de vuelo, lo primero que me impacta es la magnitud y su belleza, parece sacado de una película de ciencia ficción y ver letreros donde dice que no se pueden hacer fotos, «prohibido hacer fotos». Los letreros están por todo el aeropuerto. Ese primer contacto te hace ver que existe mucho control. Conforme vas a visar los pasaportes, tienes que pasar dos controles donde, por dos veces, se te cogen las huellas dactilares de todos los dedos, y se te hacen dos reconocimientos faciales. Ya estás en China.

Observas como la policía no lleva armas, un detalle curioso y todo el mundo es silencioso. Solo he visto gritar a algún policía chino. Me habían hecho algunas advertencias, que yo os repito también, respecto a como estamos controlados una vez entramos en China.

Las comunicaciones sean del tipo que sean, están intervenidas. Tenéis que saber que no podéis decir nada que se refiera a China con “una crítica”. Se corre el riesgo de una detención. En España debes instalar la VPN en tu móvil. Las IP están capadas todas, salvo las de China. El Google Chrome no funciona, y el correo electrónico, el Gmail, como consecuencia de ello tampoco.

En cuanto a los medios de pago, solo usan su moneda, Yuanes chinos y no en todos los lugares se pueden usar. El medio de pago por excelencia es el Alipey y Wechat Pay (todo chino).

Otra advertencia, para los no observadores, es que existen cámaras de vigilancia en todos los lugares. En las calles hay cámaras de vigilancia a cada metro, y si te subes en un bus, mínimo hay dos. No hay absolutamente una palabra que se les escape. Estas vigilado en todo momento.

En China no hay delincuencia. Tener cámaras de vigilancia por todas partes, salvo en los domicilios, implica que no se comenten, prácticamente, delitos. Dejas un bolso olvidado en un banco de la calle o se te cae un móvil y a los tres días aún se encuentra en ese lugar. No hay agresiones sexuales tampoco. Las mujeres se pueden mover tranquilamente a cualquier hora, por cualquier lugar. Las cámaras previenen esto. No hay drogas, no hay prostitución y no hay armas. La policía y el ejército no lleva armas. El Gobierno lo tiene todo totalmente controlado.

La abogada Aguas Santas Cabezas frente al Templo del Cielo, lugar de obligada visita para aquellos que acuden a este país asiático. (Imagen: Cesión propia)

Las leyes y la justicia en China

Para los compañeros abogados, magistrados, fiscales, letrados de la Administración de Justicia, etc., estas son algunas curiosidades de nuestro ámbito a nivel de leyes y justicia.  

En China existe la pena de muerte y la inyección letal. El cuerpo de la persona condenada le pertenece al Estado y se pone al servicio de la sociedad. Los abogados no son autónomos, trabajan para el Estado, y tienen salarios establecidos por el Estado.

Los acusados por delitos como agresiones sexuales o asesinatos no tienen derecho a una defensa, son condenados con las pruebas obtenidas por las cámaras y poco más. ¿Os lo imagináis? Yo no daba crédito, ningún abogado del país, puede defender a estos detenidos.

En las prisiones hay delitos de estafa, apropiación indebida y robos, no más.

En materia de familia hay un 100% de divorcios. El ciudadano chino/a no está más de 6 meses o un año de noviazgo. Es rápido para casarse y para divorciarse. Derogaron la ley que no permitía tener más de un hijo por familia. Descubrieron que no existían jóvenes que pudieran mantener el sistema de pensiones. Actualmente pueden tener los hijos que quieran. No existen guardas y custodias compartidas. El Juez determina el progenitor más conveniente, y suele ser el padre, por tener una mejor economía.

La violencia de género, no existe en China; y el derecho a la propiedad privada tampoco. Existe un derecho de uso por 70 años de las viviendas con posibilidad de prórroga, pero eso aún está en proyecto, no saben cómo lo harán. De momento existen dos opciones: Compras por 70 años o vives de alquiler.

Existe sanidad pública para todo el que cotice y derecho a la enseñanza pública; el aborto está permitido hasta los tres meses, y existen listas de espera en todos los hospitales. Las jóvenes pueden abortar con esos plazos, sin problemas.

No existe desempleo en China. Tiene una aplicación en el móvil y si te quedas sin empleo rápidamente te salen ofertas de trabajo nuevas. El sueldo medio es de 1.500€.

Respecto al sistema de pensiones, los hombres se jubilan con 60 años y las mujeres con 50 o 55, dependiendo de su trabajo.

La homosexualidad no está permitida y dos personas de un mismo género no pueden contraer matrimonio.

El Gobierno cuida y reprende como un padre, y cuando no haces lo que quiere tienes que saber las consecuencias. Es un país sin elecciones y donde todo está controlado; donde no hay libertad.

Mientras obtenía esta información, suministrada por los guías, tenía cámaras de vigilancia a nuestro lado y nos veían, nos escuchaban. Aún sintiendo que era una persona vigilada en todo momento, me he sentido cómoda en el gigante asiático y recomiendo su visita. Pero, ¿podré entrar de nuevo tras esta publicación? ¿Legarán a conocerla?

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